Mientras Nicolás Maduro juraba como presidente, el gobierno de Estados Unidos subía en simultáneo la recompensa contra el líder del régimen venezolano. La administración demócrata elevó este viernes a 25 millones de dólares la recompensa por información que permita capturar a Maduro y a su ministro del Interior, Diosdado Cabello, para que se los juzgue por "narcotráfico y corrupción".
El saliente Joe Biden agregó una nueva recompensa por el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, por quien ofrece 15 millones de dólares. Lo dijeron altos funcionarios de la Casa Blanca en una llamada de la que participó El Observador USA. Los dirigentes calificaron como una "farsa" la ceremonia presidencial que coronó a Maduro.
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Maduro durante la ceremonia de investidura
AFP
Edmundo González Urrutia "debería haber sido investido hoy como el próximo presidente de Venezuela" porque "hay pruebas indiscutibles de que ganó" las elecciones del 28 de julio, aseguró un funcionario que pidió el anonimato.
“Mantenemos la presión sobre Maduro”, dijo en la llamada con diversos medios un alto funcionario del gobierno de Biden sobre la continuidad de la política de sanciones que ha venido aplicando, que no impidió que Maduro asumiera un nuevo mandato pese a las denuncias de fraude electoral. A su vez, reconocieron que existen diálogos sobre la situación en Venezuela con la administración entrante de Donald Trump.
La Casa Blanca sigue sin revocar licencias petroleras
Sin embargo, la Casa Blanca no revocó las licencias de la petrolera estadounidense Chevron que opera en Venezuela. El gobierno de EEUU optó por no apretar ese botón hasta el momento, pese a los pedidos desde el entorno de la líder opositora María Corina Machado y los coqueteos del presidente demócrata con la posibilidad de cortar ese flujo de producción petrolera.
Chevron
Roo Reynolds - Flickr
La administración de Biden decidió hace un par de años, después de la guerra en Ucrania, que impactó en el mercado energético y provocó un aumento de los precios, flexibilizar las sanciones dirigidas a las industrias minera y petrolera de Venezuela. Y las alivió en 2023 después de que el gobierno de Maduro llegara a un acuerdo con la oposición para celebrar elecciones.
En abril del año pasado, ante el incumplimiento de ese acuerdo por parte del gobierno venezolano, que no permitió la participación de algunos candidatos opositores en la elección, como Machado, volvió a instaurar algunas de estas medidas. No obstante, otorga licencias individuales para operar en Venezuela a varias petroleras, como la estadounidense Chevron o la española Repsol.
Nuevas sanciones a funcionarios
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos también anunció un nuevo paquete de sanciones a ocho funcionarios del régimen de Venezuela. Entre los sancionados están Héctor Obregon, presidente de la petrolera estatal PDVSA, así como el ministro de Transporte y presidente de la aerolínea Conviasa, Ramón Celestino Velázquez.
Los apuntados por EEUU son figuras clave en el engranaje chavista. Diosdado Cabello controla los cuerpos policiales como ministro de Interior y Justicia y Vladimir Padrino es el general que ha mantenido firme al ejército, evitando que los militares le suelten la mano a Maduro.
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Diosdado Cabello, ministro de Interior
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Estados Unidos ya impuso en el pasado numerosas sanciones a funcionarios venezolanos, incluido el propio Maduro, acusado de narcotráfico por Washington. En el marco de las medidas contra su gobierno, confiscó en República Dominicana el avión oficial del mandatario y lo trasladó a Florida.
Guiño a los miles de inmigrantes venezolanos en EEUU
En diálogo con la prensa, el gobierno de Biden anunció a su vez que amplió 18 meses el amparo migratorio que otorga permiso de residencia y trabajo a los venezolanos en Estados Unidos.
El Departamento de Seguridad Interior considera "justificada" esta ampliación porque "Venezuela sigue enfrentando crisis políticas y económicas bajo el régimen represivo de (el mandatario Nicolás) Maduro, con condiciones que han contribuido a altos niveles de crimen y violencia", declaró una funcionaria en la llamada.
