Las amenazas del presidente de los Estados Unidos Donald Trump de incorporar Groenlandia como un estado anexo en plena campaña electoral encontró casi un mes después de la llegada del republicano a la Casa Blanca la respuesta de parte de la población danesa.
Es que la iniciativa satírica "Compremos California a Trump: la próxima gran aventura de Dinamarca" impulsada por ciudadanos del país administrativamente a cargo de la isla más grande del mundo ya sumó 200.000 firmas hasta el martes por la mañana, según apuntaron medios locales.
"Seamos realistas, el clima de Dinamarca es... bueno, digamos que es acogedor. California tiene 300 días de sol al año. ¡Imagina cambiar tus botas de lluvia por chanclas!", escribieron los autores en clave de humor.
En la parte inferior de la web, los creadores agregaron también que "Esta campaña es 100% real... en nuestros sueños".
Ya en su traje de mandatario, Trump replicó su intención de hacerse del territorio, al alegar motivos de "seguridad nacional". Una oferta que fue descartada en su momento tanto por el primer ministro de Groenlandia, Múte Bourup Egede, como por la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, que insistieron en múltiples ocasiones en que "no está a la venta".
La isla forma parte geográficamente de Norteamérica, pero políticamente de Europa. Varios jefes de gobierno europeos expresaron su descontento ante la idea e incluso que pueda anexionarse por medio de la fuerza.
"El principio de inviolabilidad de las fronteras se aplica a todos los países, independientemente de si se encuentran al este o al oeste de nosotros", replicó el canciller alemán, Olaf Scholz.
Los vínculos entre Dinamarca y Groenlandia existen desde hace cientos de años. El territorio fue colonia danesa hasta 1953 y ahora es un área autónoma del Reino de Dinamarca. Desde 2009, tiene derecho a declararse independiente en referéndum. Sus 57.000 habitantes dependen en gran medida de los fondos estatales daneses.