Contexto
¿Qué se esperaba del ciclón "Biguá"?
Inumet había emitido un aviso especial alertando sobre la formación de un ciclón subtropical que podría generar tormentas fuertes, lluvias intensas y vientos significativos, principalmente en las zonas costeras del sur y este de Uruguay. Las expectativas incluían precipitaciones copiosas y vientos que afectarían significativamente el territorio.
¿Qué ocurrió realmente?
El ciclón Biguá se desarrolló sobre el océano Atlántico, generando los mayores impactos fuera del territorio nacional. Las precipitaciones acumuladas más altas, superiores a los 200 mm, se registraron en el océano, mientras que en Uruguay los valores fueron significativamente menores. En Montevideo, por ejemplo, se registraron apenas 0.5 mm de lluvia.
¿Por qué hubo diferencias entre el pronóstico y la realidad?
Los meteorólogos explicaron que las predicciones atmosféricas siempre contienen un margen de error debido a la complejidad de los sistemas meteorológicos. Según Mario Bidegain de Inumet, el fenómeno más importante del ciclón ocurrió en el océano, y las condiciones en tierra estuvieron dentro de los rangos normales para la época.
¿Qué dicen los expertos sobre los pronósticos en Uruguay?
El meteorólogo Nubel Cisneros afirmó que fenómenos como el ciclón "Biguá" son comunes durante el verano, pero destacó que el nombre asignado generó una atención mediática que excedió la relevancia del evento. Por su parte, José Serra señaló que la "génesis" de este fenómeno tuvo lugar en Argentina, desde donde se desplazó hacia áreas oceánicas, provocando lluvias y vientos principalmente en regiones limítrofes como Rocha en Uruguay y Rio Grande do Sul en Brasil.
INUMET se apoya en una red nacional de estaciones convencionales, estaciones automáticas, telepluviómetros y pluviómetros para recopilar información climática sobre Uruguay, además de redes extranjeras.
Sin embargo, según explicó a La Nación en 2017 Cindy Fernández, del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de Argentina, los pronósticos no siempre son precisos por tres factores principales que afectan su fiabilidad: la naturaleza "caótica" del clima como objeto de estudio, la calidad de los datos recolectados y las divergencias entre meteorólogos al interpretar los modelos predictivos.
Los modelos meteorológicos se confeccionan a partir de una vasta recopilación de datos realizada de manera simultánea desde múltiples fuentes, como observatorios, estaciones meteorológicas, globos-sonda, boyas y satélites, según dijo a El Confidencial el meteorólogo y consultor de la Organización Meteorológica Mundial José Miguel Viñas.
¿Afecta esto la percepción sobre Inumet?
El senador Sebastián Da Silva criticó públicamente el funcionamiento del organismo, calificándolo de poco profesional y cuestionando su eficiencia y tecnología. Argumentó que los errores impactan actividades económicas, como el turismo, y propuso discutir el futuro del Inumet.
Aunque fue el único actor del gobierno que se pronunció al respecto, realizó un informe post evento del ciclón subtropical Biguá, donde aclaró por qué el fenómeno no había llegado a Montevideo como había sido previsto.
¿Qué factores dificultan la precisión de los pronósticos?
Pese a los avances tecnológicos, la precisión absoluta en las predicciones meteorológicas sigue siendo un desafío. Un estudio realizado por un equipo de la Universidad de Tel Aviv, liderado por el profesor Pinhas Alpert, exjefe de la unidad meteorológica de las fuerzas armadas israelíes, analizó datos recogidos entre 1979 y 1993 en decenas de miles de estaciones meteorológicas. Según el trabajo, publicado en la revista Land en 2015, los errores en las predicciones pueden atribuirse a factores tanto naturales como humanos.
Entre los principales elementos que afectan la precisión de los pronósticos se encuentran los cambios en el uso de la tierra, la topografía, la composición de partículas en la atmósfera y la densidad de población. Estas variables, comunes en regiones tan diversas como Europa, África del Norte, el Mediterráneo y Asia, enturbian los modelos meteorológicos al introducir complejidades adicionales en los cálculos.
A pesar de las constantes mejoras en los modelos predictivos, la naturaleza del clima sigue siendo caótica y no lineal. Los meteorólogos se enfrentan a ecuaciones complejas y probabilidades influenciadas por cambios abruptos en las condiciones atmosféricas y variables geográficas. Este panorama, aunque cada vez más refinado por la tecnología, imposibilita predicciones 100% precisas sobre el clima.
Cómo sigue
Es poco probable que los modelos meteorológicos lleguen a predecir con un 100% de precisión lo que ocurrirá, debido a la complejidad inherente al comportamiento atmosférico y los múltiples factores que lo afectan. Sin embargo, la tecnología sigue avanzando, y los modelos basados en inteligencia artificial están emergiendo como herramientas prometedoras para mejorar la precisión de los diagnósticos meteorológicos. Estos sistemas tienen la capacidad de analizar grandes volúmenes de datos y detectar patrones complejos que podrían pasar desapercibidos en los modelos tradicionales, abriendo nuevas posibilidades para el futuro de la predicción climática.