El alcalde de Río de Janeiro, Cláudio Castro, ordenó a las fuerzas de la ciudad intervenir para contener los disturbios que se generaron entre Peñarol, la Policía e hinchas brasileños, en la previa al partido contra Botafogo por semifinales de la Copa Libertadores.
Los incidentes se registraron en la zona de Recreio, al oeste de Río de Janeiro, un punto de encuentro seleccionado para reunir a los hinchas previo al partido.
"Río no es un lugar para problemas", escribió en X (antes Twitter) el alcalde Castro.
Y agregó que había ordenado a la Policía "arrestar, llevar a la comisaría y escoltar fuera de Río de Janeiro a los hinchas de Peñarol que están causando gran confusión en la Zona Oeste", en relación a los disturbios.
Según dijo, hay más de 200 detenidos que están siendo trasladados.
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Las imágenes de la televisión brasileña mostraron al grupo de hinchas de Peñarol sentados en la vereda, custodiados por la Policía.
Durante los incidentes, un ómnibus fue incendiado. Las imágenes también mostraron a hinchas de Peñarol armados con palos y piedras atacando a la Policía, así como enfrentándose con hinchas, algunos de ellos identificados como de Flamengo.
