El expresidente y actual dirigente de Nacional, Alejandro Balbi, dio una extensa entrevista a ESPN Brasil luego de la reunión llevada a cabo este jueves en la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) con distintos clubes del continente, en los que discutieron casos de racismo en las competiciones sudamericanas.
El reciente caso del juvenil brasileño Luighi, de Palmeiras, en un partido contra Cerro Porteño de Paraguay por la Copa Libertadores sub 20, fue uno de los detonantes de esto.
En aquella ocasión, la máxima autoridad del fútbol continental multó al club paraguayo con US$ 50 mil por lo ocurrido en el partido cuando un hincha le hizo gestos de mono y el joven terminó llorando.
Por su parte, Balbi, ofreció otra visión sobre el monto cobrado a los paraguayos.
Aunque la cantidad parezca pequeña para la mayoría de los equipos de Brasil, según él, la realidad en el resto del continente es diferente.
Las declaraciones de Alejandro Balbi a un medio brasileño por el racismo: "Los uruguayos somos pobres; las multas son mucho dinero para nosotros"
"La sanción de la Conmebol es muy dura. Sé que el fútbol brasileño tiene mucho más dinero que el uruguayo, y de repente, Inter, Botafogo y Flamengo podrían pagar una multa de cientos de miles de dólares. Pero los uruguayos somos pobres. La multa es mucho dinero para nosotros", dijo.
Y continuó: "Para ustedes, sí, porque los derechos de televisión y el patrocinio de los grandes equipos generan mucho dinero. Uruguay es muy pequeño, tenemos tres millones de habitantes y solo dos grandes equipos: Nacional y Peñarol. Es muchísimo dinero para nosotros. Tenemos pocos aficionados al fútbol fuera de Nacional y Peñarol. Los demás equipos son muy pequeños. Es muchísimo dinero para nosotros", argumentó.
Sobre los casos de racismo, Balbi también es partidario de castigos duros, pero dejó claro que está en contra de una sugerencia hecha por el São Paulo, por ejemplo, incluir la pérdida de puntos en las competiciones.
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Alejandro Balbi, presidente de Nacional
Foto: Camilo dos Santos
"El racismo es un problema muy grave en Brasil. Tengo familiares y amigos brasileños y sé lo grave que es. Pero a veces veo que ciertos líderes o jueces exageran y generalizan casos aislados", señaló.
Para Balbi, "si alguien comete un acto racista, debe ser castigado. Pero no podemos generalizar y culpar a todo un club por las acciones de un solo aficionado. El racismo y la xenofobia son problemas muy graves, y estamos juntos en esta lucha".
"Los aficionados que cometen actos racistas deberían ser severamente castigados, pero quitarle puntos a un equipo no me parece justo", dijo.
La preocupación de la represión de la Policía brasileña a los hinchas
Además de los casos de racismo, los presidentes de otros clubes sudamericanos también quieren poner en la agenda de la reunión de la Conmebol los casos de violencia policial que sufren los aficionados en Brasil.
"Esto nos preocupa mucho, igual que a los argentinos. Hablé con el presidente de River Plate, Racing y también con directivos de clubes chilenos y paraguayos. La Policía brasileña suele ser muy represiva", se quejó.
Y añadió: "No defiendo a quienes cometen delitos en los estadios. Si alguien comete un delito, debe ser llevado ante un juez o fiscal. El problema es que, a menudo, la Policía no separa a las familias de los aficionados organizados", continuó.
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Alejandro Balbi
Camilo Dos Santos
"Cuando los hinchas de Nacional van a Brasil, muchos viajan con sus esposas e hijos. Y cuando la Policía reprime, se llevan a todos a rastras. Muchas veces, mujeres y niños resultan heridos. Esto nos preocupa mucho", indicó.
Balbi incluso citó un caso ocurrido en la Copa Libertadores del año pasado para ilustrar su punto.
"Les daré un ejemplo: el año pasado jugamos en Morumbí y se produjo el lamentable caso del Juan Izquierdo, quien lamentablemente falleció días después. Pero, al mismo tiempo, el cónsul uruguayo en São Paulo me llamó porque había muchos hinchas de Nacional detenidos y que debían pagar fianza", recordó.
"No todos eran hinchas violentos. Muchos eran simplemente hinchas comunes que se vieron envueltos en la confusión. Esto sucede con frecuencia en Brasil y nos preocupa", concluyó.