A mediados de diciembre, antes de que terminara su contrato, Peñarol le ofreció una renovación contractual con un importante incremento salarial y un plazo contractual de tres años.
Cuando todo parecía encaminado y solo quedaban por limar aspectos como las posibles ventanas para ejecutar cláusulas de salidas, todo se estancó.
La razón fue que Monge pidió que Peñarol comprara un porcentaje de la ficha del golero de 31 años.
Peñarol se negó a hacer ese esfuerzo económico.
En primer lugar porque a comienzos de enero acordó con Toluca la compra del 80% del pase de Leonardo Fernández en una cifra récord para el fútbol uruguayo: US$ 7 millones.
Y en segundo lugar porque se entendió que a diferencia de Fernández, que tiene 26 años, con Aguerre no hay una posibilidad de reventa para recuperar ese dinero o generar una venta aún mayor al monto que pide ahora el contratista.
La semana pasada, en un último intento, Peñarol ofertó al golero un apartamento nuevo, muy coqueto, con dos dormitorios y dos baños. El mismo fue ofrecido por un socio de Peñarol muy allegado a Ruglio.
Aguerre tampoco aceptó. Fue ahí cuando Peñarol decidió acelerar para contratar a Martín Campaña, golero que arrastra una inactividad de seis meses.
El golero fue presentado el pasado viernes como nuevo jugador del club.
Pero mientras, el que ocupa el arco es Guillermo De Amores, que en el clásico no dejó para nada conformes a los hinchas.
Tampoco a los consejeros del club que este martes, solicitaron a Ruglio reactivar las negociaciones con Rafa Monge.
Ignacio Ruglio afuera de la negociación
Si bien ambas partes dijeron tener una muy buena relación y que el negocio no se hizo estrictamente por razones económicos y distancias entre las partes, según pudo saber Referí, la relación entre Ruglio y Monge está averiada.
Monge es parte del Grupo Pachuca con el que Ruglio tejió estrechas relaciones el año pasado.
Los presididos por Jesús Martínez le dieron a Peñarol varios jugadores de renombre: Byron Castillo (que no anduvo y a los seis meses se fue a Barcelona de Guayaquil), Leonardo Sequeira, Alan Medina y Aguerre, jugador representado por Monge, coterráneo del departamento de Artigas.
A cambio, Peñarol cedió a Santiago Homenchenko, Bruno Bentancor y Valentín Rodríguez.
Pero además, en su momento, Ruglio prometió comprar fichas de jugadores y devolver la apuesta que Grupo Pachuca hizo por Peñarol.
¿Qué pasó? El Grupo vio cómo US$ 7 millones pasaron por frente a sus ojos y terminaron en otro equipo mexicano, Toluca.
De invertir por Sequeira o Medina, nada. Por esa razón, los jugadores se fueron rápidamente del club llegado el 31 de diciembre, incluso Medina que tenía un préstamo hasta el 31 de julio de 2025, pero con el que se activó una cláusula de salida pactada.
La postura de Monge fue muy clara: si hay plata para Fernández tiene que haber plata para Aguerre.
Eso sí. Al golero se lo vinculó con Boca Juniors (club donde nunca mostraron interés por el golero, según se informó a Referí desde Argentina), Newell's Old Boys, San Lorenzo y Barcelona de Guayaquil donde se llegó a decir que tenía previsto viajar al otro día de rechazar el apartamento.
Pero Aguerre sigue sin club y entrenando por la cuenta.
"No es una buena señal después de lo que negoció el club volver a sentarse a charlar cosas que Peñarol dejó en claro que no iba a hacer", les dijo Ruglio este martes a los consejeros.
Sin embargo, le dio carta libre sus compañeros de dirigencia para negociar.
La derrota contra Nacional y el rendimiento de De Amores también jugaron su partido.
"Me parece que es importante sentar en la mesa a otros interlocutores", reveló un consejero a Referí.
Primer paso: escuchar a Diego Aguirre
Este miércoles, a primera hora de la mañana, se consultará a Diego Aguirre y en función de la respuesta que les dé el entrenador, verán cómo sigue el proceder de la dirigencia. De llegar a volver a hablar con Monge, ya no estará Ruglio de por medio.
También se pretende ser cuidadoso con Guillermo De Amores y respetuosos, ya que el golero tiene contrato hasta el 31 de diciembre de este año.
De obtener el sí de Aguirre, Peñarol volverá a ir por Aguerre para que Campaña sea la alternativa y luego se buscará un acuerdo de salida para De Amores.
Lo que no todos los consejeros saben pero sí tiene claro Diego Aguirre y la sanidad que encabeza Daniel Zarrillo, es cuánto tiempo le queda a Campaña para estar pronto para jugar habida cuenta de que hace seis meses y medio fue operado de una rotura de ligamentos de rodilla.
El lunes, tras la derrota clásica, Aguirre dijo en conferencia de prensa que ni él ni Gastón Silva estarán para jugar el domingo contra Nacional, esta vez por la Supercopa Uruguaya, y que necesitan 15 o 20 días para ponerse a punto físicamente.
Según pudo saber Referí, Campaña estaría necesitando más tiempo.
Por eso, en Peñarol todos los caminos del arco vuelven a apuntar a Aguerre. Pero para eso, se necesitará invertir.
