12 de octubre 2024
Dólar El Observador | Auspicio BROU Cotizaciones
Compra 40,45 Venta 42,85
12 de octubre 2024 - 2:03hs

Le dolía mucho la espalda y fue a hablar con el kinesiólogo de Danubio para ver qué tenía. No era un médico, pero por lo menos, quería estar más tranquilo con un diagnóstico. Tenía solo 16 años y ya estaba en Primera. “Me parece que tenés reuma”, le dijo y se fue preocupado. Llegó al vestuario y sus compañeros le preguntaron cómo le había ido, qué tenía y cuando les contó, el Chico José Hermes Moreira le contestó: “Ah, ¡pero sos un abuelo!”. Se enojó y como suele suceder en esos casos, cuando uno se enoja, le queda el apodo para siempre. Hasta el día de hoy le dicen Abuelo. Lo peor es que al final no tenía reuma, era una contractura.

Se crio en el barrio Piedras Blancas y allí vivió hasta los 14 años. “Vivía a tres casas de la quinta de Batlle (y Ordóñez), un lugar lleno de quintas, campo y canchas de fútbol”, cuenta Daniel Martínez a Referí.

Jugó al baby fútbol en el club Niágara que es del Hipódromo y la camiseta que usaba, hoy la tiene su nieto menor, Leandro, quien corretea por ahí. “Mi hermano trabajaba en Cutcsa y tenía un compañero que era técnico y lo llevó a él, y mi hermano a mí. De ese club también salió Pinocho Vargas. Él estaba una divisional más abajo. Yo en el baby jugaba de puntero izquierdo y decían que era bueno, hacía unos cuántos goles” cuenta.

20241009 Reproducción de fotos. Entrevista a Daniel Martínez, ex jugador de fútbol. (3).jpg
Daniel Martínez jugando en baby fútbol en el club Niágara

Daniel Martínez jugando en baby fútbol en el club Niágara

Daniel es el cuarto de cuatro hermanos y tiene una gran diferencia de edad con ellos. “Mi viejo Manuel trabajaba en Cutcsa y tenía la cuarta parte de un ómnibus Leyland de aquella época, pero no de las viejas cachilas. Mi madre, María Magdalena, le decían Chichí. Se dedicó a criarnos a los cuatro y yo era el más chico. El más grande me llevaba 17 años, el segundo 14 y mi hermana, nueve. Mis hermanos siempre le decían en broma a mi padre: ‘A él le das todo y a nosotros no nos das nada’”.

Por más que jugaba de puntero izquierdo, su ídolo futbolístico era un hombre de arco.

nieto daniel martinez.jfif
Leandro, el nieto menor de Daniel Martínez con la camiseta que usó su abuelo cuando jugaba en Niágara en baby fútbol

Leandro, el nieto menor de Daniel Martínez con la camiseta que usó su abuelo cuando jugaba en Niágara en baby fútbol

“Mi ídolo era (Ladislao) Mazurkiewicz. A mis ocho años, mis padres me regalaron el equipo de arquero por él. Era el momento en que era el mejor arquero del mundo y renombrado. Estuve después en la selección mayor con él en las Eliminatorias de España 82, ya que era el tercer arquero. Iba con mi tío Luis al estadio, pero no todos los fines de semana. Él iba a ver a Peñarol, era hincha y a Jardines a Danubio. Le gustaba mucho el buen fútbol”, recuerda.

Danubio fue gran parte de su vida, y su título con la selección uruguaya juvenil

Quería crecer en el fútbol cuando dejó el baby y surgió la chance del club cercano a su barrio: Danubio.

Así lo explica: “Un amigo de la familia conocía al padre de Lorenzo Carrabs quien ya estaba en Primera de Danubio. El técnico de juveniles era el Chino (Héctor) Salva. Me llevaron, hice la prueba con aspirantes y quedé en la Sexta, con 13 o 14 años, siempre de puntero izquierdo. El Chino era un gran técnico y me dio el visto bueno. Aprendí mucho con él”.

Entonces recuerda una anécdota increíble: “Jugábamos la final de Quinta contra Fénix en Jardines y había llovido. Llamé a la sede para saber si se había suspendido el partido y me dijeron que sí. Yo ya me había mudado a Centenario y Corrales. Le dije a mi papá que se había suspendido y le comenté que me iba a jugar al viejo barrio con mis amigos. Pero al final, me habían informado mal y el partido no se había suspendido. Quien jugaba de puntero tenía gripe y el Chino, al no verme, le dijo al delegado que me fueran a buscar a casa. De ahí fueron hasta Piedras Blancas con mi padre, quien les había dicho que estaba con mis amigos. Me subieron al auto, me llevaron a Jardines y para adentro de la cancha. Ganamos 1-0 con un gol mío y salimos campeones. Recuerdo que en el gol, la pelota pegó en el palo, y debido al barro, quedó la marca en el palo durante semanas”.

1983 Danubio campeon liguilla.jpg
Danubio campeón de la Liguilla de 1983: arriba, Nelson Alaguich, Javier Zeoli, José Rosauro Cabrera, Miguel Beltrán, Daniel Martínez y César Vega; abajo, Dardo Pérez, Néstor Silva, Ruben Sosa, Eliseo Rivero y Omar Franco

Danubio campeón de la Liguilla de 1983: arriba, Nelson Alaguich, Javier Zeoli, José Rosauro Cabrera, Miguel Beltrán, Daniel Martínez y César Vega; abajo, Dardo Pérez, Néstor Silva, Ruben Sosa, Eliseo Rivero y Omar Franco

Con el tiempo, le llegó la oportunidad para jugar en Primera división. “A los 16 años, se fue Carlín (Juan Carlos) Ocampo a Nacional y vino (Ernesto) Popelka, quien no quería irse de Nacional. Estuvo como dos meses tratando de arreglar y entonces (Raúl) Bentancor, que era el técnico de Primera, me ascendió. Me quedé siendo suplente de Popelka y debuté al poco tiempo como puntero. Fue al tiempo, porque El Polaco, como le decíamos a Popelka, la rompía. Clasificamos a la Copa Libertadores, la primera que jugaba Danubio y yo alternaba con Nilson García, porque Popelka, después de una Liguilla descomunal, dejó el fútbol porque su idea era seguir psicología y luego fue cura. Pasaron los años y yo quería que él bautizara a mi hija chica Alexandra. Fui a la iglesia a verlo y pensaba: ‘¿Cómo me presento? ¿Polaco? ¿Hijo de tu madre, como a veces le decíamos?’. Pero él me reconoció. ‘Mi sucesor’ me dijo. Y al poco tiempo la bautizó”.

Su buen rendimiento llevó a que el propio Bentancor, quien se hizo cargo de la selección uruguaya juvenil, lo llevara a la misma para el Campeonato Sudamericano 1979 que se disputaba en Uruguay.

“Después de la pretemporada, don Raúl me dijo: ‘Estamos flojos de lateral izquierdo y veo que vos trabajás mucho físicamente y andás bien en el ida y vuelta. ¿No te animás a jugar allí?’. ‘Sí’, le contesté. Me ayudó a conocer mejor esa posición y empecé a jugar de lateral izquierdo. Tuve la suerte de que don Raúl viera que podía ser lateral, porque de puntero izquierdo tenía nada menos que al Zurdo Viera, a Ruben Paz y al Loco Acosta, sinceramente, tres fenómenos. Me acomodé de lateral y empecé a jugar allí”, explica.

Uruguay 1979.webp
El equipo de Uruguay campeón del Sudamericano juvenil de 1979 disputado en suelo uruguayo; arriba, Fernando Álvez, Arsenio Luzardo, Héctor Molina, Domingo Cáceres, Daniel Martínez y Nelson Alaguich; abajo, Ernesto Vargas, Jorge Barrios, Ruben Paz, Roberto Roo y Ricardo

El equipo de Uruguay campeón del Sudamericano juvenil de 1979 disputado en suelo uruguayo; arriba, Fernando Álvez, Arsenio Luzardo, Héctor Molina, Domingo Cáceres, Daniel Martínez y Nelson Alaguich; abajo, Ernesto Vargas, Jorge Barrios, Ruben Paz, Roberto Roo y Ricardo "Zurdo" Viera

Daniel formó parte de una jugada preparada muy especial que inventó Bentancor para los tiros libres. Y así anotó sus dos goles con la celeste: contra Ecuador, y posteriormente en el Mundial de Japón, ante Unión Soviética, que perdería la final contra Argentina de Diego Maradona.

“Era una jugada bárbara y engañábamos a todas las defensas. Para mí fue una gran alegría por esos dos goles en torneos importantes, además”.

Recuerda “las palizas que nos daba (el preparador físico Esteban) Gesto y lo bien que estábamos preparados. Terminaban los partidos y seguíamos corriendo. El compañerismo, el grupo, lo que era el estadio para nosotros con 19 años…Momentos inolvidables”.

20241009 Medalla de la Copa de Oro de 1980. Entrevista a Daniel Martínez, ex jugador de fútbol.
La medalla de la Copa de Oro que ganó Daniel Martínez con la selección de Uruguay en el Mundialito

La medalla de la Copa de Oro que ganó Daniel Martínez con la selección de Uruguay en el Mundialito

Dice que “el 90% de nosotros no estaba acostumbrado a jugar a estadio lleno y ver en el primer partido al Centenario repleto, fue algo increíble. Además, Uruguay había quedado fuera del Mundial 78 y la gente se aferró a nosotros. Se llenaban todos los partidos. Tras la final contra Paraguay, recorrimos todo Montevideo en el ómnibus y era impresionante: todo el mundo fuera de sus casas, con banderas. Soy un privilegiado que tuve la suerte de tener dos festejos inolvidables que uno lleva en lo más profundo, no hay forma de olvidarse. Este título y el del Mundialito con la selección mayor”.

1728683035186-20241009-entrevista-daniel-martinez-ex-jugador-futbol-1jpg.jpg
Daniel Martínez y la camiseta de la selección de Uruguay con la que ganó el Mundialito en enero de 1981

Daniel Martínez y la camiseta de la selección de Uruguay con la que ganó el Mundialito en enero de 1981

Uruguay jugó un notable Mundial en Japón 79, en el que terminó tercero. Sin embargo, y para entender cómo se vivía entonces, los jugadores llegaron a Montevideo con la cabeza gacha.

“Estábamos mentalizados y acostumbrados a salir campeones. Era la meta. Con el tercer puesto nos sentimos como que habíamos defraudado. Al llegar al aeropuerto de Carrasco, los dirigentes le habían dado a (Fernando) Álvez como capitán, un cuadro del equipo que dio la FIFA por ser terceros. El presidente de la delegación le dijo a Álvez: ‘Bajá con esto’. Y nosotros le dijimos que no. Pero al bajar, no pudimos creer lo que era la cantidad de gente que nos esperaba. Nos sorprendió, sinceramente. Ahí sí Fernando lo levantó.”, comenta.

1979 japon.webp
El equipo de la selección juvenil de Uruguay que perdió la semifinal ante Argentina en el Mundial de Japón 1979; Fernando Álvez, Domingo Cáceres, Nelson Alaguich, Héctor Molina, Sergio González, Ernesto Vargas, Ricardo

El equipo de la selección juvenil de Uruguay que perdió la semifinal ante Argentina en el Mundial de Japón 1979; Fernando Álvez, Domingo Cáceres, Nelson Alaguich, Héctor Molina, Sergio González, Ernesto Vargas, Ricardo "Zurdo" Viera, Jorge Barrios, Daniel Felipe Revelez, Ruben Paz y Daniel Martínez

En ese Mundial “nos faltaron piezas importantes en el equipo como (Arsenio) Luzardo y Roberto Roo, quienes no pudieron jugar. Nos tocó jugar contra Argentina con Diego Maradona y Ramón Díaz. (César) Menotti nos ganó el partido. Iban 15 minutos, arrancó Maradona, salió el Bomba (Domingo Cáceres), le pegó a la pelota y siguió con la pierna toda en la espalda de Maradona. A mi izquierda tenía el banco de Argentina. Salió Maradona para atenderse atrás del arco y el médico y el kinesiólogo gritando, ‘¡cambio!’. Se paró Menotti puteándolos a los dos y les dijo: ‘¡Métanlo para adentro, que juegue igual!’. Entró y los minutos que quedaban de la primera parte los jugó parado”.

Y agrega: “En el entretiempo se ve que le hicieron un tratamiento especial y entró para el segundo tiempo. Argentina era una cosa con Maradona y otra sin él. Había llovido mucho y a Nelson Alaguich se le quedó la pelota en un charco. Maradona se la dio a Escudero y su centro fue para el gol de Ramón Díaz; después, Maradona hizo el segundo y clasificaron a la final. Contra Polonia por el tercer puesto, empatamos 1-1 tras alargue y anoté el cuarto penal en la definición que ganamos 5-3. El arquero se tiró para el otro palo”.

El título del Mundialito, el dolor de no clasificar a España 82

El 25 de mayo de 1980, menos de un año después de aquel tercer puesto en la Copa del Mundo juvenil, la selección uruguaya mayor, jugó un amistoso con Gremio en el Centenario. En ese equipo gaúcho jugaba nada menos que Atilio Ancheta en la zaga. Fue el día del debut de Daniel Martínez con la selección mayor. Y el 18 de julio contra Perú en el mismo escenario, debutó en partidos A ante un seleccionado. Fue el día que se cumplían los 50 años del Estadio Centenario contra el mismo rival que había jugado en la inauguración en el Mundial de 1930. Fue en un 0-0.

Y enseguida comenzó a prepararse para la Copa de Oro de los campeones mundiales, llamada también Mundialito, que se disputó en Montevideo. “Me sigue molestando el hecho de que algunos digan que ganamos el Mundialito por la dictadura. Nos preparamos con todo para ganarlo. Hacíamos triple horario en Rocha. Y el 15 de diciembre estábamos concentrados en San José”, cuenta con cierta molestia.

Y continúa: “Hablando del tema político, una vez le hicieron una nota a Sócrates y dijo: ‘Vayan a cualquier concentración y van a ver lo que leemos los jugadores. Solo el suplemento deportivo. El resto del diario, las secciones de Economía, de Política, están tiradas en el suelo porque ni las miramos’. Y es una realidad”.

uruguay.jpg
Uruguay campeón del Mundialito en 1981: arriba, Rodolfo Rodríguez, Walter Olivera, Ariel Krasouski, Daniel Martínez, Víctor Diogo y Hugo De León; abajo, Venancio Ramos, Eduardo De la Peña, Waldemar Victorino, Ruben Paz y Julio César Morales

Uruguay campeón del Mundialito en 1981: arriba, Rodolfo Rodríguez, Walter Olivera, Ariel Krasouski, Daniel Martínez, Víctor Diogo y Hugo De León; abajo, Venancio Ramos, Eduardo De la Peña, Waldemar Victorino, Ruben Paz y Julio César Morales

Cuenta que para Nochebuena de aquel 1980 (Uruguay debutaba el 30 de diciembre ante Holanda) los subieron “al ómnibus y nos llevaban con motos y patrulleros adelante. Me dejaron a las 4 de la tarde en la casa de mis suegros en Manga y salían todos los vecinos por el ruido, para ver qué pasaba. Después de las 12 de la noche, nos levantaban a todos por los distintos barrios en los que habíamos pasado esa fiesta. El 31 (de diciembre, en la fiesta de Fin de Año), nos quedamos en San José”.

Compara a Roque Máspoli, el técnico ganador del Mundialito, con Raúl Bentancor. “Don Roque era un poquito más defensivo, trataba de cuidarse un poquito más. Raúl siempre buscaba el arco rival con su sistema. Con Roque había que buscar siempre el arco rival, pero defender a muerte. Un poco como pasó con Peñarol ante Flamengo en la Copa Libertadores. Parte de las características de nuestro fútbol, tratando de buscar el contragolpe y la velocidad nuestra”.

20241009 Reproducción de fotos. Entrevista a Daniel Martínez, ex jugador de fútbol. (2).jpg
La foto de Daniel Martínez con la selección juvenil de Uruguay, y el carné de la Copa de Oro o Mundialito que también ganó con la selección de Uruguay

La foto de Daniel Martínez con la selección juvenil de Uruguay, y el carné de la Copa de Oro o Mundialito que también ganó con la selección de Uruguay

Recuerda un momento especial para él en aquel Mundialito en el segundo partido de la celeste.

“Contra Italia me hicieron el penal para el transitorio 1-0 y fue una alegría enorme. Me jodían porque tras la falta, salí corriendo, festejé el penal que me habían hecho y mis compañeros me decían que era un exagerado, porque parecía que había hecho un gol. ¿Qué querés? Para mí es como si hubiera hecho un gol”, dice con una sonrisa.

Aquí se puede ver el penal que le cometieron los italianos:

Embed

Luego llegaría la final contra Brasil, un partido muy complicado y trabado, que se pudo liquidar faltando 10 minutos.

“La final fue algo tremendo. En cada entrenamiento veíamos cómo teníamos que hacer para ganar el partido. No había Peñarol, no había Nacional, nada. Éramos todos juntos. Faltando 2 minutos, el brasileño Paulo Isidoro me metió un planchazo en la rodilla que me agarró en el aire. Si me agarraba con la pierna apoyaba, me rompía la rodilla en mil pedazos. No sé si me entendió o no, le dije ‘te voy a agarrar y te voy a partir al medio’ y en esos 2 minutos no se la dieron. Nosotros marcábamos al hombre. Yo lo seguía y al final se la dieron y empezó a correr para su cancha, soltó la pelota y le pegué un voleo que gritó de dolor. A los 4 meses tuve que operarme de meniscos y sin dudas que fue por esa patada, porque se me inflamó toda la rodilla”, recuerda.

20241009 Medalla de la Copa de Oro de 1980. Entrevista a Daniel Martínez, ex jugador de fútbol. (6).jpg
El tesoro que guarda Daniel Martínez: la medalla por ser campeón del Mundialito con la selección de Uruguay en enero de 1981

El tesoro que guarda Daniel Martínez: la medalla por ser campeón del Mundialito con la selección de Uruguay en enero de 1981

Y habla de lo que fueron los festejos –con una caravana interminable incluida– hasta llegar a la hostería de San José en la que concentraban. “Ir en el ómnibus hasta San José, abrir la ventanilla y mirar para atrás y ver kilómetros y kilómetros de autos que nos seguían, era impresionante, era emocionante. Casi no lo creíamos. Cuando llegamos, había cientos de personas en la puerta de la hostería y los dueños empezaron a darle a la gente botellas de vino, de whisky, lo que fuera, porque era una locura y querían que todos festejaran”.

daniel marrtinez contra peru.jpg
El peruano José Velásquez es marcado por Daniel Martínez, Ariel Krasouski y Juan Carlos Blanco de Uruguay

El peruano José Velásquez es marcado por Daniel Martínez, Ariel Krasouski y Juan Carlos Blanco de Uruguay

Pero tras estas buenas noticias, llegaron las Eliminatorias para el Mundial de España 82 y Uruguay quedó por el camino.

“Esa eliminación la viví con una tristeza enorme. Trabajamos para ganar la Copa de Oro, pero para el Mundial no se trabajó de la misma manera. Se hizo una preparación diferente”, explica. Y agrega: “Acá, Perú manejó bien el partido. Sabían que marcábamos al hombre y Oblitas sacaba al Chico Moreira para el medio y aparecía La Rosa y lo tenía que marcar el Chifle Barrios. Nos cambiaron los puestos y nos ganaron bien. Yo tenía que seguir a Barbadillo, lo seguía hasta el medio, y me aparecía un volante de ellos por ahí”, recuerda de aquel encuentro en el que los peruanos fueron netamente superiores y ganaron 2-1 en el Centenario.

Pero lo que jamás olvidará es la revancha en Lima, en la que Uruguay estaba obligado a ganar para ir al Mundial y terminó 0-0.

daniel martinez y ruben paz.jpg
Daniel Martínez celebra un gol junto a Ruben Paz con la selección de Uruguay

Daniel Martínez celebra un gol junto a Ruben Paz con la selección de Uruguay

“Allá los jueces no estaban arreglados, estaban recontra arreglados. Saltaba (Waldemar) Victorino, se le apoyaban arriba, y cobraban falta de Victorino. El Chico Moreira, con su velocidad, cada vez que pasaba la mitad de la cancha, le pitaban algo. No recuerdo haber pegado tanta patada y de mala leche, como en ese partido, de bronca. ‘Sos un chorro, ladrón, delincuente, nos estás afanando’, le gritaba en la cara al juez. ‘Vaya para atrás’, me decía. ¡Ni amarilla! ¡Nada! ¡Y era para mandarme preso! Perú ni nos llegó al arco y a nosotros no nos dejó el juez. Cada vez que pasábamos tres cuartos de cancha, cobraba algo a favor de Perú. En toda mi trayectoria después, nunca viví un partido como ese, que te dieras cuenta de que te estaban robando. Más allá de malintencionado, ya se veía que había una plata de por medio. Se podía equivocar, pero no en todos los ataques de Uruguay. La eliminación del Mundial fue un golpe duro”, cuenta con bronca.

Roque Máspoli no era un hombre que gritara, y cuando lo hacía, su voz no lo ayudaba demasiado. “Entonces llevó a Mario Patrón, que dirigía a Huracán Buceo desde la platea a los gritos, para que gritara allá, para que lo ayudara y nosotros lo escucháramos. Empezó el partido y comenzó a gritar y lo escuchábamos bien. Pero después no lo escuchamos más. Llegamos al vestuario en el entretiempo y se había quedado sin voz. Algo insólito, porque acá dirigía todo el partido a los gritos. Lo llevaron para gritar y perdió la voz a los 10 minutos”.

El período con Omar Borrás como entrenador celeste, Bilardo y aquel Ruben Sosa chiquilín

A principios de 1983 pasó a jugar a Estudiantes de La Plata de Argentina, a préstamo de Danubio. Carlos Bilardo, el técnico de los pincharratas fue quien lo pidió y fueron campeones. No obstante, Omar Borrás, el nuevo entrenador celeste, no lo citó para la Copa América de ese año que ganaría Uruguay.

“Bilardo había dirigido a la selección de Colombia y nos había enfrentado en las Eliminatorias para el Mundial de España 1982 y me pidió como primer refuerzo de Estudiantes. Teníamos un cuadrazo con Miguel Russo, el uruguayo Luis Malvárez, el Tata Brown, (Marcelo) Trobbiani, (Alejandro) Sabella, Gottardi… Y fuimos campeones del Metropolitano”, dice.

daniel martinez estudiantes.jpg
Daniel Martínez en Estudiantes de La Plata con el que fue campeón en Argentina; el primero de los parados desde la izquierda es el técnico Carlos Bilardo y el uruguayo aparece parado al lado del de buzo de Adidas

Daniel Martínez en Estudiantes de La Plata con el que fue campeón en Argentina; el primero de los parados desde la izquierda es el técnico Carlos Bilardo y el uruguayo aparece parado al lado del de buzo de Adidas

Daniel explica, a su vez, cómo vivió aquellos momentos en los que hubo altibajos para jugar en la selección: “Fui campeón con Estudiantes en Argentina. Borrás dejó caliente a un pueblo. No me citó para la Copa América porque jugaba en Estudiantes. Después me citó para las Eliminatorias del Mundial de México 86. Jugué en el debut contra Ecuador y ganamos en la hora con un gol de Venancio Ramos. Luego, jugábamos contra Chile allá y vino el doctor y me comentó que Borrás le había dicho que no iba a jugar. Yo pensé que me estaba jorobando. ¿Por qué no me lo decía el técnico? Y pasó también con el Polilla Da Silva que estaba que volaba de la bronca”.

Entonces agrega: “Y después sucedió que nos dio un papelito y una lapicera a los futbolistas para que cada uno hiciera un equipo para jugar contra Ecuador en Quito por esas mismas Eliminatorias. Cada uno hacía el cuadro que creía que tenía que jugar y luego se sorteaba. Insólito”.

Al poco tiempo llegó un firme interés de Nacional para contratarlo. Tenía todo acordado y Borrás le había prometido llevarlo al Mundial de México 86, pero finalmente no se dio.

20241009 Entrevista a Daniel Martínez, ex jugador de fútbol. (5).jpg
Daniel Martínez y una pelota que guarda de recuerdo

Daniel Martínez y una pelota que guarda de recuerdo

“Yo seguí jugando. Tenía todo arreglado con Rogelio Ramírez para firmar con Nacional. Me llamó y me comentó que mi nombre en la directiva tenía unanimidad. ‘Te vamos a bajar el sueldo, pero te subimos un poco la prima’, me dijo. Yo había hablado con Borrás y le había comentado de esta posibilidad y otra de Huracán Buceo. Y me dijo: ‘Si te contrata Nacional, vas al Mundial de México, porque tenés a la mitad del país detrás tuyo. Si vas a Huracán Buceo, no vas al Mundial’”, recuerda.

Pero tuvo sus detractores. “Rogelio Ramírez me comentó que el técnico (Walter) Cata Roque decía que cada vez que yo saltaba a cabecear, me mareaba. Nunca me pasó eso. Le dije a Ramírez: ‘Hágame un chequeo’. Y (Carlos) Suero, me atendió en el Parque Central. ‘Estás bárbaro’, me explicó. Me llamó Rogelio Ramírez que estaba notable el examen y habló con Cata Roque, pero este quiso a otro jugador y entonces me fui a Huracán Buceo. Me quedé sin el Mundial que me hubiera encantado jugar”.

En el ínterin, Daniel estuvo en el debut de Ruben Sosa, con 18 años, con Uruguay ante Inglaterra. “Todo el estadio silbaba a Borrás porque había puesto al Loco Acosta y no al Pato Aguilera y fue increíble porque el Loco la rompió en ese primer tiempo. Y después lo silbaron porque lo sacó”.

20241009 Reproducción de fotos. Entrevista a Daniel Martínez, ex jugador de fútbol. (4).jpg
Daniel Martínez con todo el plantel de Mandiyú de Corrientes de Argentina

Daniel Martínez con todo el plantel de Mandiyú de Corrientes de Argentina

Hablando de un crack como Ruben Sosa, habla de cuando fueron compañeros en Danubio.

“Ruben era un chiquilín de apenas 15 años y estaba con nosotros en Primera. Era ingenuo, hasta que lo agarró el Loco (Jorge) Yañez –quien había jugado en Wanderers– que metía siempre la plancha, y le empezó a enseñar a cómo meter la plancha. Y un día en una práctica, fui a marcar a Ruben y me metió una tremenda plancha. Me recalenté. ‘¿Qué hacés, estás loco? Estás de vivo?’, le grité. En la siguiente jugada, lo levanté en la pata. El técnico casi me mata porque pese a sus 15 años, era la figura y éramos conscientes de que íbamos a cobrar cuando lo vendieran”, cuenta.

Con Danubio fue campeón de la Liguilla 1983 y al caerse su pase a Nacional, firmó con Huracán Buceo, pero solo estuvo un mes y se fue a Mandiyú de Corrientes de Argentina. Una experiencia totalmente nueva, por lo que se encontró.

mandiyu.jpg
Mandiyú de Corrientes de Argentina con siete uruguayos titulares: arriba, Daniel Barrios, Elio Rodríguez, Domingo Cáceres y Daniel Martínez; abajo, Daniel Oddine, Servando Marrero y Daniel

Mandiyú de Corrientes de Argentina con siete uruguayos titulares: arriba, Daniel Barrios, Elio Rodríguez, Domingo Cáceres y Daniel Martínez; abajo, Daniel Oddine, Servando Marrero y Daniel "Coquito" Rodríguez

Así lo explica: “Era un equipo totalmente amateur. En un momento éramos 11 uruguayos y jugábamos siete. En el segundo año fuimos campeones del Nacional B y subimos a Primera. En la primera temporada estábamos el Bomba Cáceres, su hermano, Servando Marrero, Julio Ribas, Víctor Púa, Daniel Oddine y yo, entre otros. En la segunda, además de mí, jugaban Pedro Barrios, el Bomba Cáceres, Marrero, Elio Rodríguez, Oddine, Coquito Rodríguez y Messone”.

Y continúa: “El club era de la fábrica Mandiyú, en el que hacían el hilado que se vendía hacia Europa y tenían un equipo de los obreros. Después empezaron a agrandarlo, pero nos cambiábamos en la fábrica y los obreros que aún jugaban, se sacaban el mameluco y nos íbamos en camión a entrenar. Tuvimos que ordenar todo, que los que trabajaban tuvieran tiempo de entrenar, que de alguna forma, fueran más profesionales.Nos pagaba el presidente, Eduardo Seferian, quien me nombró intransferible. Era un fenómeno”.

Y habla de la importancia del Bomba Cáceres cuando jugó con él en la selección uruguaya juvenil y en Mandiyú. “Fue quien me salvó la plata, siempre lo digo. Me podía ir en ataque, y siempre me daba una mano en defensa, me cubría. Con él fui también campeón del Nacional B con Mandiyú”.

daniel martinez en familia.jpg
Daniel Martínez con parte de su familia

Daniel Martínez con parte de su familia

Luego llegó su carrera de técnico y la comenzó, obviamente, en Danubio.

“Tuve la suerte de dirigir a fenómenos. En 1996-97 tuve a Carini, Lucas, Báez, Pouso, Anchén, Siri, Cañarte. También a Horacio Peralta, Chevantón, Nacho González, Juan Manuel Olivera. ¡Uh, una cantidad! Luego pasé a las inferiores de Peñarol en 1999-2000 y en Sexta y Séptima dirigí, entre otros, a Sebastián Sosa, Matías Pérez, el Cebolla Rodríguez y (Maximiliano) Bajter”, recuerda.

De 2008 a 2012 retornó a Danubio y allí fue el técnico de José María Giménez en Sexta y Quinta. “Los dos años fuimos campeones. También Guillermo Cotugno a Emiliano Velázquez. Hice una Tercera especial con Josema y Emiliano Velázquez en la zaga central, y coordinaba Primera y Leo Ramos hizo debutar a Josema y a (Camilo) Mayada también”.

Dice que no es de esos técnicos que cuando está por caer uno, va a la cancha. “Hace dos años tuve la posibilidad de volver a Danubio en juveniles, pero al final no se dio, aunque Arturo Del Campo me agradeció”.

martinez en familia.jpg
Daniel Martínez con su familia en la actualidad

Daniel Martínez con su familia en la actualidad

Hoy tiene en Montevideo un supermercado, un Redpagos y cambio de moneda extranjera, todo en el mismo lugar.

Sus hijos Claudio, Verónica y Alexandra, son parte del sostén de su vida a la que sumó tres nietos: María Pía, Guillermina y Leandro. “Me cambiaron la vida. El varón es bandido y tiene comprado a todos”, cuenta.

Daniel Martínez vivió su gran historia en el fútbol uruguayo. Pasó mucha agua bajo el puente y se lo sigue recordando como un futbolista serio, de gran ida y vuelta, solidario y metedor. El Abuelo sigue siendo el dueño del lateral izquierdo.

Temas:

Mundialito de 1980 Nacional Mundial Ruben Sosa

Seguí leyendo

Más noticias de Referí

Te Puede Interesar

Más noticias de Argentina

Más noticias de España

Más noticias de Estados Unidos