“La mujer es bastante diferente en su formación y en su futuro. Al hombre en el baby fútbol ya están pensando en venderlo a Italia, a España. La mujer tiene sus dificultades porque no tiene apoyo profesional como futbolista", dijo Ariel Longo, técnico de la selección uruguaya femenina.
Las firmas de los contratos de estas tres jugadoras se adelantaron para evitar que fueran tentadas por otro club, dijo Testas. Si bien en Nacional hay otras jugadoras referentes, la idea de la institución fue asegurarse que las tres jugaran todo el año.
Otra de las jugadoras que iba a firmar contrato era Laura Felipe, que se fue a Argentina para jugar en Boca Juniors. “Son cosas que pasan por no asegurarlas”, comentó el entrenador. Felipe firmó contrato en marzo con el equipo argentino.
El contrato que firmaron estas jugadoras tiene el mismo formato que el que firman los hombre –“dice exactamente lo mismo”, detalló Testas–, pero la diferencia está en los montos y en las cláusulas, es decir, “en el valor del contrato”. “No hay nada legislado, no hay estatuto, no hay una agremiación. No hay un laudo definido. Los montos son los que se acordaron con el club”.
Comienzo entre niños
Nacional le propuso sumarse al plantel a Josefina Villanueva en 2019 y le insistió en 2020. Esta vez no quiso desaprovechar la oportunidad de llegar a un club en el que soñaba jugar. Jugar en Primera división no es extraño para ella porque, pese a tener solo 20 años, hace siete juega en esa categoría.
Fue en 2013 cuando llegó de Durazno para jugar como titular las finales del Campeonato Uruguayo en el que fue campeón con Colón, un título que lograría con ese club tres veces más. Antes de llegar a Nacional pasó por Liverpool y Progreso.
Esos primeros años como jugadora en el fútbol capitalino eran cansadores: viajaba todos los fines de semana desde su ciudad para los partidos. A veces, llegaba de nuevo a casa a las seis de la mañana y entraba al liceo a las siete. La rutina se repitió hasta que se mudó a Montevideo, donde divide su tiempo entre la facultad –estudió dos años en la Facultad de Economía hasta que logró ingresar en el Instituto Superior de Educación Física (ISEF)– y los entrenamientos.
Villanueva también es jugadora de fútbol sala, disciplina a la que juega desde los tres años.
Sus primeros años como futbolista fueron con varones como compañeros, tanto en el fútbol sala como en el de cancha. “Cuando jugaba con varones siempre me gustó atajar. Mi papá era golero y yo iba a mirarlo a los partidos”, contó a Referí.
Su madre también era deportista y sus padres no tuvieron mucho opción de que su hija también jugara a partir de una visita al médico. “Fui al doctor y me dijeron que era hiperactiva, que me tenían que dejar jugar. Gracias a eso me dejaron”, recordó.
Twitter @Nacional Antonella Ferradans firmó contrato con Nacional en fútbol femenino Entre varones también comenzó Ferradans a los 6 años. Primero jugó en la cancha de San José de Carrasco, cerca de su casa, y luego en Four Seasons. Pero a los 14 le comunicaron que no podía seguir. “Me dijeron que no podía jugar más ahí porque era nena y estaba creciendo, mi cuerpo empezaba a crecer y ellos se iban a hacer más fuertes y me iban a lastimar. Son cosas que te dicen como excusa”, contó a Referí.
Ferradans se puso a llorar y tenía miedo de ir a jugar con otras mujeres porque pensaba que no la “iban a integrar”. “Toda mi vida había jugado con varones, era uno más de ellos. Eran como mis hermanos”, explicó.
Se anotó a una prueba de aspirantes de Nacional, quedó como jugadora y el miedo que tenía lo superó enseguida. “Me di cuenta que eran las mismas personas, que querían lo mismo que yo: jugar, divertirse, tener amigas que jueguen al fútbol”.
Jugó tres años en los tricolores, pero después llegó un nuevo entrenador, con quien Ferradans no tenía una buena relación. Se fue a Progreso dos años, donde empezó a cobrar por jugar al fútbol, hasta que volvió a Nacional.
FIFA Esperaza Pizarro, delantera de la selección uruguaya femenina Tampoco había fútbol femenino en Nueva Palmira, la ciudad de Colonia de Esperanza Pizarro. “No había fútbol femenino, y me decían que no por ser mujer. Hasta que uno me aceptó para jugar con varones. No fue fácil, o me dejaban de lado o me iban más fuerte por ser nena. Pero mejoré, ellos se acostumbraron y pasé a ser uno más”, contó la delantera en una entrevista con el sitio de FIFA.
El duro golpe antes del Sudamericano y el resultado histórico AUF La selección uruguaya femenina sub 20 obtuvo la clasificación a la fase final del Sudamericano en Argentina, que se suspendió por la pandemia del coronavirus Ferradans, Villanueva y Pizarro jugaron con la selección uruguaya sub 20 la primera fase del Sudamericano de la categoría en Argentina. El campeonato se suspendió después de la primera fase por la pandemia mundial del coronavirus. “No nos imaginamos que iba a ser tan grave y llegar al punto de no poder terminar el campeonato y tener que volvernos”, contó Villanueva.
Uruguay pasó por primera vez en la historia a la segunda fase tras ganarle a Chile, a Paraguay y a Perú. La única derrota que tuvieron fue contra Brasil –seis a cero–, como preveían. “Nosotros vimos que hay un equipo que está en otro nivel y es Brasil. No solo nosotros sino todo el mundo lo vio. Las otras tres selecciones que pasamos a segunda fase estamos en un nivel muy parejo”, agregó.
El técnico Ariel Longo quedó conforme con el rendimiento que mostraron las jugadoras, que cree fue “altísimo”. El entrenador destacó que Brasil está “despegado totalmente” e informó que desde 2004 no pierde un partido. Sin embargo, el equipo norteño en los mundiales “no pasa la fase” de grupos, lo que demuestra que “Europa está intratable”.
Ferradans recordó un momento especial que tuvo el Sudamericano: el partido contra Paraguay en el que Pizarro hizo tres goles. “Se los dedicó a su mamá y fue grandioso”, contó.
Antes de viajar al Sudamericano, la madre de la delantera murió en un accidente de tránsito y ella dudó en ir o no al torneo. Ferradans contó que la Asociación Uruguaya de Fútbol puso un ómnibus para que sus compañeras de la selección la acompañaran a Pizarro en el duelo. “Ahí la vimos sonreír un poco, estuvimos en una plaza y estuvo buenísimo”, recordó.
“Cuando pasó lo de mamá, no quería jugar más, ni siquiera viajar a Montevideo… Pero mis hermanas me convencieron y mis compañeras me ayudaron un montón”, contó al
sitio de FIFA. “Entonces, mis hermanas me recordaron todo lo que mamá había hecho para que fuera futbolista. A ella la hacía feliz verme jugar al fútbol, que hiciera goles y se los dedicara. De ahí saqué fuerzas para ir a la selección”, agregó.
Las posibilidades del exterior
Cuando a Ferradans le llegan las propuestas del exterior se estresa. Piensa que tiene que estar sola, lejos de su familia, sin poder viajar con alguien. Tuvo ofertas y las rechazó, pero sabe que en algún momento tendrá que aceptarlas. “Me hago la tonta, pero sé que en algún momento me tengo que ir”. De Inter de Porto Alegre y de Boca Juniors ya la llamaron dos veces. “Quizás este año me pueda llegar a ir porque soy más grande y sé a lo que aspiro”.
Villanueva tuvo dos propuestas del exterior, pero primero quiere recibirse como licenciada en Educación Física. “Desde chica me inculcaron: vos que querés jugar al fútbol, tenés que rendir en el estudio. Por eso tengo esa meta primero”, explicó.
Jugar en el exterior es “tener la posibilidad de vivir del deporte”, dijo Testas y puso como ejemplo al fútbol argentino y al español, que son profesionales. “Una jugadora el año pasado se fue al Murcia y está viviendo en España. Le dan la casa, la comida, cobra un sueldo y se costea el estudio”, ejemplificó. De todas maneras, reconoció que los montos que se pagan “están lejos” de lo que recibe un hombre. El entrenador de la selección uruguaya Ariel Longo informó a Referí que hay 30 jugadoras uruguayas en el exterior.
Twitter @Nacional Josefina Villanueva firmó contrato con Nacional en fútbol femenino Longo cree que la mujer “tiene menos expectativas que el hombre” en cuanto a su desarrollo profesional. “La mujer es bastante diferente en su formación y en su futuro. Al hombre en el baby fútbol ya están pensando en venderlo a Italia, a España. La mujer tiene sus dificultades porque no tiene apoyo profesional como futbolista”, lamentó.
El fútbol femenino uruguayo sigue siendo amateur, pese a que tres jugadoras de Nacional hayan firmado tres contratos profesionales de futbolistas, de lo que en la AUF no hay precedentes. “Estamos lejos, pero cerca comparado con el principio cerca. Vivir del fútbol en Uruguay no se va a dar el año que viene, ni en dos años, ni en tres”, comentó Villanueva. Pero con la firma de su contrato profesional es consciente de algo: “Cualquiera de nosotras tres hicimos historia”.