El clásico disputado en el Estadio Centenario tuvo un fallido operativo policial dejando entrar a los barras varios elementos prohibidos
El clásico que Nacional le ganó el lunes 3-1 a Peñarol en el Estadio Centenario por la Serie Río de la Plata tuvo un operativo policial que permitió que las barras de ambos clubes protagonizaran varias irregularidades.
Ya antes del partido se generó un cruce entre la Policía y la hinchada de Peñarol en las afueras de la tribuna Ámsterdam, tal como informó Referí.
El problema se generó cuando llegó el ómnibus de Peñarol al estadio.
Los hinchas que estaban afuera de la tribuna comenzaron a arremolinarse en torno al bus para darle su aliento al plantel de Diego Aguirre.
Sin embargo, la Policía, en forma inmediata dispersó rápidamente a los hinchas con balas de goma.
Los hinchas solo iban a cantarle a sus jugadores y como generalmente ocurre, ese aliento suele durar pocos minutos hasta permitir que el bus siga circulando. Al tratarse de hinchas con sus jugadores, no había ningún riesgo de que se generara ningún comportamiento violento.
El ataque de la Policía a los hinchas, generó la reacción de algunos parciales que comenzaron a tirarle piedras a los uniformados, generándose corridas.
A la hora de comienzo del partido, hinchas de Nacional denunciaron que las puertas de ingreso a la tribuna Colombes estaban cerradas y había un gentío afuera con parciales que ocupaban toda la zona externa de césped e incluso la calle.
Adentro del estadio, ambas hinchadas soltaron un arsenal de pirotecnia para recibir a los equipos.
En clásicos oficiales, este tipo de conductas están prohibidas y son castigadas. ¿La razón? La pirotecnia puede ser utilizada para ser lanzada contra jugadores o hinchadas rivales.
Pero tratándose de un clásico amistoso, pareció valer todo.
Bengalas lanzadas al campo de juego incendiaron parte del césped sintético colocado detrás del arco que da contra la Colombes, donde se apostó la hinchada de Nacional.
En el segundo tiempo, las barras de ambos equipos sacaron a relucir banderas robadas al equipo contrario.
Los hinchas que las exhibieron se cuidaron de taparse el rostro antes de cometer un hecho provocador y generador de violencia.
En el último clásico jugado que fue por el Torneo Clausura en el Gran Parque Central, también se habían generado un montón de irregularidades donde la Policía fue completamente burlada.
Se ingresaron banderas robadas, se lanzó pirotecnia al campo de juego y también todo tipo de proyectiles. La guardia policial, a pesar de todos, le dio "garantías" al juez Leodán González de que el clásico se podía terminar, lo cual terminó favoreciendo a Nacional, que pudo quedar expuesto con la suspensión del juego a perder los puntos del partido.
En noviembre de 2023, la hinchada de Peñarol había exhibido en el Campeón del Siglo banderas robadas a Nacional, en partido contra Liverpool.
Al final del partido, y a pesar de que Nacional había ganado 3 a 1, hinchas de Nacional se tomaron a golpes de puño durante algunos minutos en la tribuna Colombes.
La Policía no ingresó porque los ánimos se calmaron rápidamente.
