Peñarol se presentó el pasado lunes con todo su consejo directivo y sus tres delegados a una reunión con el Colegio de Árbitros, para manifestar su preocupación con el arbitraje de Leodán González y el del VAR, Christian Ferreyra, por el clásico que el aurinegro perdió 2-1 con Nacional en el Gran Parque Central.
Adicionalmente, este miércoles, el presidente del club, Ignacio Ruglio viaja a Asunción invitado por el presidente de Conmebol, Alejandro Domínguez, quien convocó a los cuatro presidentes de los clubes que definen la Copa Libertadores y también a los presidentes de las asociaciones miembro de los semifinalistas.
Por esa razón, viaja también a la capital de Paraguay Ignacio Alonso, presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF).
La semana pasada, Peñarol no solo solicitó audiencia al Colegio sino también una reunión del consejo directivo con Alonso, en su calidad de autoridad máxima de la AUF.
La reunión con las autoridades técnicas del Colegio de Árbitros no fue vista como positiva por Peñarol porque en los audios del VAR que le mostraron, Ferreyra calificó como "roce" una brutal patada de atrás de Gabriel Báez sobre Javier Cabrera en la cual el defensor le clavó de atrás los tapones en la pantorrilla y se los bajó dejándole la marca en la piel.
Además, tanto González como Ferreyra tienen actividad en la octava fecha del Torneo Clausura que se puso en marcha este martes.
Alonso habló el martes en AUFTV sobre la reunión que tendrá con Peñarol, calificó de "gimnasia" la actitud de los aurinegros de elevar voces de protesta en el marco de la recta final del Torneo Clausura pero también fue enfático al afirmar que Peñarol no debe faltar al "respeto" a la hora de elevar sus reclamos.
"Es una movida libre que tiene Peñarol en la medida que es parte de la AUF y tiene sus órganos a disposición siempre para reunirse, como nos vamos a reunir a pedido de sus dirigentes. Este miércoles nos vamos con el presidente Ruglio a Asunción y vamos a poder reunirnos también. Creo que también de que hay mucho de picante, de gimnasia en estos fines de campeonato donde las cosas son muy parejas para tratar de no perder esa dosis de presión, esa pizca de apriete, entre comillas, a los que tienen que tomar decisiones y a los que forman parte de este ecosistema", afirmó Alonso.
"Pero nunca se puede perder el respeto, no hay que caer en sugerir operaciones, en deslizar situaciones que forman parte de la ética de las personas que forman el fútbol uruguayo. No hay que perder nunca ese sentido. La reflexión tiene que ser que se protesta, se presiona, pero con el límite del respeto de las personas a su ética y su moral, sin pasar ese límite, porque eso no lo podemos permitir", concluyó.
