El árbitro brasileño Anderson Daronco, uno de los mejores jueces de ese país y de Sudamérica, tendrá una particularidad este domingo. Estará en Uruguay pero no para impartir justicia en un torneo de Conmebol, sino en una liga amateur del departamento de Artigas.
Las cosas que tiene el fútbol. Daronco, de 44 años, es oriundo de Santa María, ciudad ubicada en el estado de Rio Grande do Sul, a 351 kilómetros de Artigas.
El hombre tiene una gran amistad con uno de los jueces que arbitra en ese departamento en la llamada Liga Independiente.
Se trata de un torneo amateur, con equipos de barrio del departamento de Artigas, con exjugadores o algunos en actividad, y que tiene un enorme prestigio en el departamento y una excelente organización.
Tan es así que los árbitros que imparten justicia en ese certamen amateur pertenecen a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF). Y de ahí surgió la posibilidad de traer a Daronco.
Es un torneo que se juega por fuera de la liga departamental de Artigas, cuyas actividades están regidas por la Organización del Fútbol del Interior (OFI).
La presencia de Daronco le dará un enorme prestigio a la final que se jugará a la hora 18.00 de este domingo 23 de marzo en el estadio Matías González de Artigas.
Los finalistas serán La Doce y Picapiedras y según informó Artigas Noticias, se espera que concurran entre 1.300 y 1.500 espectadores, cuando normalmente los partidos convocan a 800 personas.
Según pudo saber Referí, las autoridades de la Liga Independiente le costearán a Daronco el precio de los pasajes, la estadía en un hotel y se le dará un viático que rondará los $ 40 mil.
"No lo hace por el dinero sino por la amistad que tiene con uno de los jueces de la CBF y su presencia le dará un enorme prestigio a un torneo que ya de por sí está muy bien organizado en Artigas", contaron a Referí desde el norte del país.
No es la primera vez que el brasileño comparece en un fútbol que dista mucho del nivel de elite donde se desempeña diariamente.
En noviembre del año pasado, Daronco arbitró la final de la Copa da Floresta entre Fonte Boa y Silves en el estadio Padre José Van Roy, en el interior del Amazonas, y fue recibido por una caravana que celebró su presencia.
