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27 de enero 2025 - 0:54hs

El arbitraje de Javier Burgos en el clásico que Nacional le ganó 2-1 a Peñarol este domingo por la final de la Supercopa Uruguaya registró un hecho estadístico que los tricolores seguían pormenorizadamente. Por primera vez en 36 clásicos se le cobró un penal a favor al bolso y la acción fue determinante en el resultado del partido.

Había pasado la media hora de juego con mejor rendimiento de Peñarol, cuando Nacional le cruzó a Peñarol dos centros en el área. En el segundo, de Lucas Morales, Jeremía Recoba saltó a cabecear y su remate de cabeza dio en la mano de Rodrigo Pérez.

Burgos no advirtió la incidencia, pero dos jugadores de Nacional saltaron a protestar de inmediato.

Los jueces suelen prestarle mucha atención a las protestas en cancha, en tiempo real, y más si son acompañadas, como en el caso de los cuadros grandes, por el grito de las hinchadas.

Cuando el juego se paró, el juez de VAR Diego Dunajec, invitó a Burgos a revisar la jugada.

Este se tardó tres minutos en revisar la acción y tras una larga deliberación decidió cobrar penal.

La última vez que a Nacional le dieron un penal a favor contra Peñarol había sido el 15 de mayo de 2016, por la 12ª fecha del Torneo Clausura.

El juez era Daniel Fedorczuk y en ese clásico le cobró dos penales a Nacional, uno a Matías Aguirregaray y otro a un juvenil Federico Valverde, hoy estrella de Real Madrid.

Ambos penales fueron notablemente pateados por Diego Polenta.

Pero el clásico tuvo un sabor triunfal para Peñarol que en una acción totalmente fortuita y en la hora encontró el empate, obra de Marcel Novick, logrando sostener su ventaja en la Tabla Anual.

Este domingo, Burgos, con la ayuda del VAR, le dio el penal a Nacional por el que tanto protestaron sus hinchas y dirigentes, alguna que otra vez, con razón.

Las razones por las cuales la mano de Rodrigo Pérez no era sancionable

A pesar de que Dunajec entendió que la mano era sancionable y que Burgos también lo entendió, a pesar de todas las dudas que le generó, hay razones para decir que la mano de Rodrigo Pérez no era sancionable.

En primer lugar, la distancia entre el golpeo del balón y el toque en la mano.

La pelota recorrió no más de 10 centímetros para darle en el brazo. Distancia imposible como para plegar el brazo al cuerpo.

Pérez estaba en el aire y girando cuando la pelota lo tocó en el brazo.

Su movimiento es completamente natural y desde 2022, los árbitros recibieron como una instrucción de interpretación, valorar el movimiento natural del cuerpo para cobrar las manos en el área como penales.

Cuando se habla de mano antinatural se dice que es la que ocupa un espacio mayor del cuerpo ampliando el radio defensivo como la mano extendida, la mano para bloquear un remate o la mano por arriba de la línea del hombro. Pero desde 2022 se incorporó el concepto de que se debe entender la mecánica del movimiento del jugador. Si hay una mano que no está pegada al cuerpo, pero responde a una mecánica natural se puede interpretar como que no es mano.

Un cuerpo que se despegó del piso saltando, que gira y que recibe el toque en la mano cuando la cabeza del jugador está mirando exactamente al lado opuesto, no puede ser cobrable.

No hay jugador que salte con las manos pegadas al cuerpo, porque así no se puede saltar ni ganar altura.

Ni siquiera el concepto de mano arriba del hombre juega en la incidencia. ¿Por qué? Por que el contacto fue apenas debajo del hombro.

Tampoco hay ampliación del radio defensivo. ¿Por qué? Por qué después de dar en la mano, la pelota le pega en la cabeza al jugador y de no haberle dado en la mano, la pelota le hubiera dado en el torso, por lo que ni siquiera cortó un posible pase a Bruno Damiani, que tenía una marca encima.

De todas formas, las manos en el área siempre serán resorte de la interpretación del árbitro de turno y si hay mano separada del cuerpo y el contacto es arriba, hay jueces que se apoyan en esos factores desatendiendo los antes narrados, para cobrar.

Y fue lo que hizo Burgos.

Penal. Gol del Diente López. Brusco cambio del partido. Desconcierto en Peñarol, gol de Recoba y asunto liquidado.

Increíblemente, en esa racha de partidos hubo penales claros que no se sancionaron: el de Jesús Trindade a Pablo García en el Torneo Clausura 2019 o el de Camilo Mayada a Gonzalo Carneiro en el Torneo Apertura 2024. El de Rodrigo Pérez de esta noche, dejó enormes dudas.

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Nacional Peñarol Javier Burgos Jeremía Recoba Rodrigo Pérez

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