El abogado de Peñarol Jorge Barrera, quien entiende en la causa de los hinchas del club que quedaron detenidos en Brasil desde el 23 de octubre, tras una reyerta que se generó con hinchas brasileños y la Policía de Río de Janeiro, tras un incidente en Recreio dos Bandeirantes, brindó este miércoles una conferencia de prensa donde explicó la condena que recibió un parcial menor de edad.
El martes, la Justicia de Brasil le impuso al menor de edad una medida socioeducativa y tanto Barrera como Rodrigo Rey, el otro abogado uruguayo que defiende a los hinchas de Peñarol, explicaron los alcances de la misma.
La sentencia no será apelada y se cumplirá en Uruguay
"Ayer se pronunció la Justicia de Brasil sobre uno de los elementos centrales que junto con Rodrigo Rey, Roger y Benfica (los abogados de la causa) teníamos como objetivo que era que una vez que la sentencia quedara firme, pudiera ser cumplida en Uruguay. Esto fue lo que aconteció", dijo Barrera.
"No se va a apelar y hay que esperar el plazo de comunicación a partir de mañana cuando se estará en condiciones de comenzar la tramitación del instrumento jurídico que se utiliza a los efectos de poder hacerla cumplir en Uruguay. Los padres del menor están firmando una solicitud que será elevada a Cancillería y el Ministerio de Educación y Cultura para que a través de autoridad central comunicarle a Brasil que Uruguay va a aceptar el cumplimiento de la pena en nuestro país", agregó.
Inisa fijará un hogar de reclusión: el menor cometió hechos "vandálicos"
"Luego Inisa (por el Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente) deberá resolver el lugar dónde se cumplirá. Inisa ya manifestó su voluntad expresa de que así va a ser. Mañana se ingresará la solicitud en Cancillería y en el MEC. El cónsul en Río Alejandro Mongrell y el canciller Omar Paganini están trabajando en esa área, con el doctor Gastón Gianero del MEC retiramos un formulario para que en el consulado se trabaje y en lo que refiere al menor este era el objetivo que se tenía. Sabíamos que iba a ser condenado por conductas vandálicas y el objetivo más importante era que el proceso fuera rápido, que hubiera certeza y que se pudiera cumplir en Uruguay", dijo Barrera.
Consultado sobre si el menor iba a quedar privado de libertad al llegar a Uruguay, Barrera respondió: "El primer tiempo sí. Luego, solicitaremos la aplicación de que si existen medidas socioeducativas -porque no se rige con el mismo estatus de mayores donde se aplica el Código Penal- haremos en el juzgado que nos toque por turno en Uruguay que se puedan ir sustituyendo paulatinamente esas medidas socioeducativas".
Rodrigo Rey, por su parte, explicó que "la situación del menor era distinta" y luego se explayó: "Si bien el estatuto jurídico era de detención cautelar, nos permite llegar a una condena símil con lo que podría ser acá el proceso abreviado, por lo que salimos estratégicamente salimos a la búsqueda de esta condena. Ahora se aplica un instrumento Mercosur que permite que el estado sentenciador, en este caso Brasil, no se haga responsable de la ejecución de la pena que es una medida socioeducativa sino que la pueda hacer Uruguay. Esta solicitud se hace a través de la autoridad central. El propio juez en el fallo establece que la pena, la medida socioeducativa de internación provisoria, se pueda cumplir en Uruguay. Nosotros allanamos el camino institucional para que el menor pueda volver, reencontrarse con el niño y cumplir con los principios de la Convención de los Derechos del Niño que establece que en el caso de que un menor adolescente sea condenado en el extranjero, pueda estar cerca de su familia en cumplimiento de ese reproche penal que le impuso la Justicia brasileña".
"El tiempo de pena preliminar, porque las medidas socioeducativas en Brasil no cuantifican pena sino montos de internación renovables cada seis meses, es, en principio de seis meses, que no es óbice, porque el propio instrumento del Mercosur lo permite, que eso sea sustituido por una libertad vigilada o cualquier medio alternativo de la pena que no sea la internación en un hogar. Eso está expresamente establecido en el instrumento que fue ratificado por Brasil. No hubo maltrato registrado sino que estuvo siempre separado del resto, lo cual fue muy duro para el menor", concluyó.
Rey también dijo que el menor fue enjuiciado por daño a la propiedad e injurias.
La situación de los demás detenidos en Río de Janeiro
Barrera hizo un detallado racconto de todo lo que pasó el 23 de octubre en la previa del partido de ida de las semifinales de la Copa Libertadores ante Botafogo, donde los hinchas aurinegros, concentrados en Recreio dos Bandeirantes, fueron emboscados por hinchas brasileños y luego reaccionar.
"Nadie tiene por qué tolerar una agresión ilegítima", expresó afirmando que los hinchas de Peñarol actuaron en legítima defensa.
También remarcó el hecho de que tras una riña, delito que consiste en el enfrentamiento entre dos bandos, "todos los detenidos fueron de un solo lado".
Además, recordó un video que se hizo viral donde dos policías parados al lado del ómnibus de hinchas de Peñarol que fue incendiado, se quedaron "sin hacer nada; no hicieron nada para prevenir ni evitarlo y en lenguaje de chocar los cinco les dijeron a los hinchas locales que ningún brasileño iba a ser detenido".
"Eso es el fondo, ahora queremos comunicar qué pasó desde ahí hasta ahora", manifestó.
"Se detuvieron a 230 personas de los que eran mayoría mujeres, niños y mayores de edad. Estuvieron más de dos horas y no pudieron ver el partido y casi sobre el final fueron liberadas la mayoría quedando detenidas 23, incluido el menor. Si se apresan 230 personas y solo quedan 23 la Justicia de Brasil lo debería tener presente".
"De los 23, uno fue a audiencia de custodia, en condición de paciente oncológico quedó liberado con posibilidad de retornar a Uruguay quedando 21 mayores y un menor".
"Las libertades son absolutas dentro de Río de Janeiro, no hay prisión domiciliaria, pero con la obligación de tener una tobillera para que no salgan de Río de Janeiro. Tiene circulación durante todo el día, tampoco hay prisión nocturna. No pueden salir de Rio y están sometidos a proceso", contó.
"Fueron 10 liberados y no 21. ¿Por qué? Lo explicamos por cómo funciona la Justicia de Brasil. En primer lugar, no quiere decir que los 10 que fueron liberados tengan una situación procesal distinta, más leve, a los que están aún detenidos, ni que los 11 detenidos tengan una situación jurídica más grave. Son solo cuestiones procesales. Ellos fueron detenidos en cuatro comisarías, no entraban los 230 en una sola seccional. Fueron quedando los 23 que también estaban en cuatro seccionales distintas. Allá es un sistema que comunican a juez y no a Fiscalía y se les comunicó a cuatro jueces distintos. Eso hizo que uno de los jueces tomara los 10 casos y ese juez entendió que por la entidad de los delitos que se estaban investigando, no ameritaba la prisión preventiva y sí esta sustitución, por eso falló el mismo juez sobre los 10. Los otros 11 tienen tres jueces distintos".
Finalmente agregó: "Notamos dos elementos muy diferentes del proceso de Brasil a lo que ocurre en Uruguay. Allá la prisión preventiva no tiene un plazo como sí existe acá y tampoco hay un plazo de respuesta de la solicitud de excarcelación y libertad. Por eso, hasta el momento no hay ni una denegatoria de libertad. Los jueces no resolvieron porque hay una contienda técnica de competencia porque en Río hay un juzgado especializado que se llama Barra de Torcedores, que es como si acá existiera un juzgado específico que trate los asuntos de violencia en el deporte. Mientras exista esa contienda de competencia entre ese juzgado y la justicia ordinaria, no habrá resolución. Ayer (martes), asumió competencia sobre dos casos, un juez. Se solicitó el recurso de habeas corpus estando nosotros en Brasil, sobre uno de los casos. Si sale favorable, beneficiará al resto. Vamos a tener una respuesta a ese recurso, y aún si no es favorable, se va a lograr que se asigne un juez indicando el turno de los jueces que tienen que entender en esta contienda".