Un humilde trabajador denunció este miércoles que un grupo de hinchas de Peñarol tomaron su kiosco por la fuerza, lo saquearon, lo destruyeron y le robaron toda la mercadería. Los hechos se generaron horas antes del partido que los aurinegros deben jugar desde la hora 21.30 contra Botofogo en el estadio Nliton Santos de Río de Janeiro en la semifinal de ida de la Copa Libertadores.
"Soy propietario del kiosco. Infelizmente lo saquearon, rompieron todo, robaron todo. No son hinchas, son delincuentes, intentaron destruir mi kiosco. ¿Qué voy a hacer? Es triste", dijo el kiosquero para largarse a llorar en plena nota con Globo de Brasil.
La hinchada de Peñarol fue concentrada en la zona de Recreio, en Río de Janeiro, pero la Policía local permitió que llegaran al lugar brasileños con intenciones de robar, agredir y pelear.
Un ómnibus de hinchas de Peñarol fue incendiado. Otro fue saqueado.
El presidente de la Comisión de Infraestructura del club, Alejandro Ruibal denunció a la Policía local por fallar en forma dramática en el operativo de seguridad montado.
Evaristo González calificó de "vergonzoso" lo que le tocó vivir a los hinchas de Peñarol.
El periodista Eduardo Rivas narró los hechos que presenció y los calificó como "escenas dantescas".
En agosto, hinchas de Peñarol que volvió en bus del partido con The Strongest, por octavos de final, realizaron una parada en una estación y ejecutaron el mismo comportamiento: entraron en malón, destrozaron todo a su paso y robaron bebidas alcohólicas y otros productos.
Varios fueron detenidos, seis de ellos imputados por la Justicia argentina, la barra hizo una colecta para pagar abogados y lograr traerlos de vuelta, la movida logró el apoyo de un importante medio partidario Peñarol y finalmente todos los parciales que cometieron el hecho delictivo pudieron retornar a Uruguay sin cumplir pena en el vecino país.
En 2019, también en Río de Janeiro, se generaron incidentes similares a los de esta tarde, en la previa de un partido de fase de grupos entre Flamengo y Peñarol. Hinchas del Fla fueron a atacar a los aurinegros a su punto de encuentro, se generaron trifulcas y un brasileño quedó gravemente herido muriendo meses después. En aquella ocasión, varios hinchas de Peñarol debieron cumplir pena de penitenciaría en Río.
