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25 de enero 2025 - 5:00hs

Un entrenador novato, que en los tres meses que estuvo al frente del plantel tricolor en el cierre del Campeonato Uruguayo 2023 mostró buenas intenciones futbolísticas pero quedó lejos de plasmarlo con éxitos (Liverpool fue campeón y Peñarol terminó segundo) y en un club que ingresaba en año electoral, la Fiera aceleró y terminó completando un primer semestre perfecto y un cierre de año que estuvo a la misma altura, con el título del Apertura, Clausura, el primer lugar en la Tabla Anual, el Uruguayo y las semifinales en la Copa Libertadores.

20241201 Diego Aguirre. Peñarol, Fénix, Torneo Clausura. Peñarol campeón uruguayo 2024. Foto Inés Guimaraens (36).JPG

Finalmente 2024 le dio a Aguirre una enorme recompensa y a los hinchas tantas noches soñadas, de fútbol, de mucho fútbol y, sobre todo, de grandes realizaciones deportivas cargadas de épica y de emociones que transportaron a los espectadores a lugares impensados, vistas las referencias cercanas que tenían en el club.

Cuando en junio del año pasado, el presidente Alejandro Balbi fue a buscar a Martín Lasarte para reconfigurar a Nacional, acompañado de Esteban Conde y Mauricio Victorino, los tricolores hacían una apuesta al presente y al futuro.

17/06/2024.- Martin Lasarte habla con el presidente del Club Nacional de Fútbol, Alejandro Balbi (der.), durante su presentación como nuevo entrenador del Club Nacional de Fútbol este lunes, en Montevideo (Uruguay). El uruguayo Martín Lasarte comenzó su t
Martín Lasarte y Alejandro Balbi

Martín Lasarte y Alejandro Balbi

Lasarte era la mejor opción de un entrenador con espalda para hacer frente al Peñarol de Aguirre, y Conde y Victorino dos diamantes en bruto que el DT podría terminar de pulir, con Sebastián Eguren como director deportivo, para dejar para el futuro inmediato del club dos entrenadores que podrían asumir responsabilidades como líderes de grupo.

Pero también, y no es menor, sabían en Nacional que ya era tarde el cambio de entrenador. ¿Por qué? El plantel no lo había conformado Lasarte; Peñarol le llevaba ocho meses de ventaja de trabajo (Aguirre asumió en noviembre 2023) y diferencias en la tabla de posiciones del año que se transformaban en un obstáculo difícil de superar.

Finalmente, ocurrió lo que debía: Peñarol ganó todo, Nacional peleó pero sin suerte y el 2024 se cerró en amarillo y negro.

Sin embargo, íntimamente Lasarte sabía que 2025 podría ser su año. Por esa razón soportó el manoseo que recibió en torno a su continuidad en el club (en diciembre pasado), en un manejo irresponsable por parte del vicepresidente Flavio Perchman.

Este domingo 26 de enero comienza formalmente la temporada 2025, comienza otra historia y plantea un escenario totalmente diferente al de un año atrás.

Nacional ya no es un equipo en etapa de experimentación, con Recoba, sino uno que calza los puntos para pararse en otro lugar, con otro protagonismo y con la autoridad que tiene que transmitir Lasarte.

El entrenador de Nacional desembarca con sus mejores futbolistas de 2024, con los que terminó concretando una campaña que en cualquier otro torneo le hubiera permitido jugar las finales del Uruguayo, y con refuerzos que lo blindan y le permiten lograr un salto de calidad en varios aspectos del juego.

El tricolor comienza el año parado en un lugar en el que se presenta con capacidad para reducir las diferencias que existían con el Peñarol de Aguirre 2024 y con argumentos para superarlo, porque Nacional tomó mejores decisiones a la hora de conformar su plantel en comparación a la forma en que lo hicieron los aurinegros, hasta ahora.

20250120 Leonardo Fernández de Peñarol ante Jairo Amaro de Nacional
Leonardo Fernández de Peñarol ante Jairo Amaro de Nacional

Leonardo Fernández de Peñarol ante Jairo Amaro de Nacional

Encandilados, interpreto que hicieron un exagerado esfuerzo económico para el fútbol uruguayo al comprar la ficha de Leonardo Fernández (no está en discusión su capacidad deportiva, pero si lo que pagaron que le costará al club US$ 15 millones en tres años), la decisión de Ruglio planteó un escenario complejo de transitar, con efecto boomerang, y que ya comenzó a quedar reflejado en las pérdidas que tuvo el equipo y que aún no pudo reemplazar.

Peñarol perdió parte de su columna vertebral: Washington Aguerre, Guzmán Rodríguez y Damián García. Y un equipo que se queda sin esos futbolistas, que fueron claves para que el equipo de Aguirre tuviera la valla menos vencida y ofreciera una seguridad defensiva que permitía que el resto fluyera con naturalidad, es una pérdida muy grande e indisimulable.

20250120 Luis Mejía de Nacional retiene la pelota ante Peñarol
Luis Mejía de Nacional retiene la pelota ante Peñarol

Luis Mejía de Nacional retiene la pelota ante Peñarol

Del otro lado, Nacional, que mantuvo el 70% de su equipo titular de 2024, sostiene su columna vertebral, con el mejor golero del Campeonato Uruguayo, Luis Mejía, tras la salida del fútbol uruguayo de Aguerre, Sebastián Coates y Christian Oliva.

Nacional San Lorenzo, copa rio de la plata 2025/Christian Oliva

Desde ese lugar, Lasarte se para con otras certezas y seguridades, independientemente del valor agregado que tiene para el entrenador lo que ocurrió el lunes en el triunfo clásico 3-1 por la Serie Copa Río de la Plata. A partir de allí podrá construir su éxito.

Mientras Aguirre empieza el año con dos alarmas: 1) las sombras que invaden el arco de Guillermo de Amores, un buen golero que cayó en la desgracia de las inseguridades o errores insostenibles para un golero en Peñarol, y con Martín Campaña aún fuera de forma para asumir la titularidad tras la operación en la rodilla del año pasado que le planteó una larga inactividad; 2) la falta de un líder futbolístico (futbolístico, no anímico) en la defensa (ni Javier Méndez ni Leo Coelho pueden cumplir el rol de Guzmán Rodríguez), que Gastón Silva aún está lejos de poder asumir.

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Guillermo De Amores

Guillermo De Amores

De mitad de cancha para adelante es indiscutible el potencial que conserva Peñarol con Eduardo Darias, Leo Fernández, Jaime Báez, Maximiliano Silvera y ahora reforzado por David Terans y Diego García, pero se quedó sin recambio, y con una mochila muy pesada sobre las espaldas de Leo Fernández que tendrá que salvar al equipo con goles de tiro libre en la hora, que tendrá que ser la figura en todos los partidos, que deberá, primero, sostener el nivel de 2024 y superar esa expresión futbolística extraordinaria que planteó durante el año pasado.

La fortaleza de Peñarol es el sector en formación de Nacional, que se reforzó con dos jugadores de selección, el venezolano Rómulo Otero y el chileno Eduardo Vargas, que llegan para doblar la apuesta que el tricolor ya había realizado con Nicolás López (jugador que futbolísticamente está en deuda, porque no respondió en el nivel que debe hacerlo), Mauricio Pereyra, Gonzalo Petit (cuando regrese del Sudamericano) y Lucas Villalba, ese endiablado extremo que ya dejó su huella en el clásico del pasado lunes.

Eduardo Vargas con la camiseta de Nacional
Eduardo Vargas con la camiseta de Nacional

Eduardo Vargas con la camiseta de Nacional

Es por esto que, en el inicio de este 2025, Lasarte tiene todos los elementos en su mesa para poner en jaque la aureola de Aguirre de cara a la final única de la Supercopa Uruguaya que se jugará este domingo a las 20.30 en el Estadio Centenario, con arbitraje de Javier Burgos (debuta en esta clase de partidos), entradas agotadas (se vendieron 40.000 boletos), con el primer título oficial de 2025 en juego y con un objetivo aún más importante que cualquier copa: la aspiración de Nacional de empezar a aplanar al Peñarol 2024.

El historial clásico a favor de Nacional (lleva siete partidos sin perder, en una racha que empezó en 2023) es un asunto que tiene valor interno, pero que es irremplazable por el prestigio que otorga ser el mejor del Campeonato Uruguayo.

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Por esa razón, por aquellas decisiones que marcaron el comienzo de los dos grandes en enero 2024, el arranque de temporada 2025 marcará a fuego el año porque en 15 días se jugarán dos clásicos, el domingo por la Supercopa y el 9 de febrero en la segunda fecha del Apertura en el Gran Parque Central, que establecerán el rumbo que tendrá el año futbolístico en Uruguay, que promete ser un mano a mano entre los grandes por la Tabla Anual, con el tercero a 20 o 30 puntos en la tabla del año y con un favoritismo para los tricolores porque mantienen la columna vertebral del año pasado, lograron mejores refuerzos y tienen un equipo más equilibrado.

Ahora será la cancha la que devuelva el dictamen final y la primera decisión la establecerá este domingo.

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