Cada vez más millennials optan por dormir en camas separadas, una práctica conocida como sleep divorce (divorcio del sueño), que busca priorizar la calidad del descanso sin comprometer la relación.
El auge del ‘sleep divorce’ entre los millennials
Un estudio de la American Academy of Sleep Medicine (AASM) reveló que más de un tercio de las parejas optan ocasionalmente o de manera habitual por dormir separadas, ya sea en camas distintas o incluso en habitaciones diferentes. La tendencia es más marcada entre los millennials, con un 43% que afirma haber adoptado esta práctica, seguidos por la Generación X (33%), la Generación Z (28%) y los baby boomers (22%).
La doctora Seema Khosla, portavoz de la AASM, explica que “aunque el término ‘divorcio del sueño’ parece duro, en realidad significa priorizar el sueño. Muchas parejas eligen mudarse a otra habitación cuando es necesario para evitar interrupciones como ronquidos, horarios incompatibles o inquietud nocturna”.
En España, la práctica también gana adeptos. Según una encuesta de Emma - The Sleep Company, el 40% de los españoles ha considerado dormir en camas separadas para mejorar su descanso, aunque el 42,8% cree que compartir cama no afecta la calidad del sueño.
Más allá del hogar: camas separadas también en vacaciones
La preferencia por dormir separados no se limita a la vida cotidiana. Según un informe de la cadena hotelera Hilton, el 63% de los viajeros asegura que descansa mejor durmiendo solo, y el 37% prefiere camas separadas incluso en vacaciones con su pareja. Este porcentaje sube al 75% en familias que viajan con niños, donde garantizar el descanso óptimo se convierte en prioridad.
Beneficios y desafíos de la tendencia
Dormir en camas separadas tiene ventajas evidentes: mejora la calidad del sueño, reduce el estrés, y evita conflictos derivados de interrupciones nocturnas. También promueve un mayor espacio personal, favoreciendo el bienestar individual.
No obstante, esta tendencia también enfrenta desafíos. La falta de intimidad física puede generar malentendidos, mientras que los estigmas sociales asociados a esta práctica podrían impactar negativamente en la percepción de la relación. Además, sin una comunicación adecuada, la distancia física podría transformarse en distancia emocional.
Una nueva perspectiva sobre el descanso en pareja
El ‘sleep divorce’ está dejando de ser un tabú para convertirse en una opción legítima para las parejas modernas. Lejos de representar una crisis en la relación, esta tendencia demuestra un enfoque práctico hacia el bienestar individual y la convivencia. En palabras de la doctora Khosla, “el objetivo es dormir mejor y disfrutar de una relación más saludable y equilibrada”.