Un equipo internacional de científicos ha logrado mapear el genoma de la yerba mate, arrojando luz sobre la evolución de la biosíntesis de la cafeína en esta planta emblemática de América del Sur. El estudio, publicado en la revista eLife, fue liderado por la Universidad de Buenos Aires y contó con la participación del EMBL (European Molecular Biology Laboratory) de Hamburgo, además de institutos de Argentina, Brasil y Estados Unidos.
Un vistazo al pasado genético de la yerba mate
El análisis genómico reveló que un ancestro de la yerba mate duplicó su genoma hace aproximadamente 50 millones de años, lo que permitió una mayor complejidad metabólica. "Esta duplicación ancestral puede haber sido clave en la evolución de su capacidad para sintetizar una amplia gama de compuestos bioactivos, como terpenos, flavonoides y xantinas", explicó Federico Vignale, primer autor del estudio e investigador posdoctoral del EMBL de Hamburgo.
Uno de los hallazgos más sorprendentes es que la cafeína, presente en la yerba mate, el café y el té, surgió a través de vías metabólicas similares pero con genes que evolucionaron de manera independiente. "Descubrimos que los genes involucrados en la síntesis de cafeína no tienen un ancestro común, sino que evolucionaron en paralelo", señaló Adrián Turjanski, líder del proyecto e investigador del Instituto de Química Biológica de la UBA (IQUIBICEN, UBA-CONICET).
Aplicaciones para la industria y el futuro del cultivo
El conocimiento del genoma de la yerba mate podría revolucionar su cultivo y producción. "Ahora es posible intervenir y modificar la planta", afirmó Turjanski. "Se podría desarrollar una yerba mate descafeinada o adaptarla a nuevas condiciones de suelo y clima, ampliando su cultivo".
El estudio sienta las bases para futuras investigaciones y abre la puerta a la creación de nuevas variedades con características optimizadas. "Otros grupos podrán profundizar en estos descubrimientos y la industria podrá desarrollar cepas que beneficien tanto a los productores como a los consumidores", concluyó Vignale.
Un símbolo cultural con impacto científico
Más allá de sus implicaciones científicas y comerciales, la investigación tiene un valor cultural profundo para Sudamérica. "La yerba mate es parte de nuestra identidad. Secuenciar su genoma fue, para mí, como secuenciar el genoma de Messi", expresó Vignale con emoción.
Este avance no solo permite comprender mejor la biología de esta planta tradicional, sino que también allana el camino para una producción más eficiente y personalizada, asegurando su presencia en la vida cotidiana de millones de personas en el futuro.