La propuesta fue defendida por el ejecutivo de la AUF, cuyo presidente Ignacio Alonso aseguró que era el contrato “más importante en la historia del fútbol uruguayo”, pero recibió duros cuestionamientos de integrantes de clubes liderados por el titular de Liverpool, José Luis Palma, que argumentaron que no conocían el contrato más allá de los datos que había aportado la organización.
Si bien los datos del contrato ya se conocían, El Observador accedió al acta de la sesión, la cual revela las tensiones que hubo durante una jornada que estuvo marcada por interrupciones y críticas cruzadas.
Irregular o el mejor
Al comienzo del congreso, Alonso hizo un racconto de las negociaciones y los contratos que tuvo la selección en el último tiempo. Manifestó que Kelme, Nike, Adidas y Puma se presentaron a la licitación y que tras analizar las ofertas optaron por Nike. “Hizo una propuesta más sólida desde el punto de vista económico, con menos contingencias a la hora de definir los ingresos que forman parte del contrato, con mayores seguridades”.
Justificó la extensión del contrato (ocho años) en la “competencia” que se había dado, algo que consideró no se “volvería a repetir” y dijo que los ingresos darán “solidez económica” a la AUF.
El primero en responderle fue Palma, que también historizó su posicionamiento, cuestionó que los clubes no tuvieran acceso al acuerdo por razones de confidencialidad, dijo que la AUF no le estaba pagando a los equipos lo que les corresponde por el sponsoreo y que les habían “mentido” respecto al funcionamiento de la comisión de Contralor y Transparencia.
“Tengo que informarles que esa comisión no existe, que presentó renuncia el 11 de noviembre de 2021. Tengo acá la copia recibida en la mesa de entrada y firmada por el Dr. Rolando Vomero, el Cr. Jorge Bergalli y el Dr. Alejandro Santi”, señaló.
El planteo fue rechazado por Alonso, que aseguró que Bergalli había participado.
El presidente de Liverpool promovió una moción para que haya un cuarto intermedio de 15 o 20 días para que les entregaran el contrato pero la propuesta fracasó al cierre de la noche.
Tras el planteo, retomó la palabra Alonso, que le contestó lo que motivó otras respuestas de Palma. El acta registra varios momentos con “interrupciones” y acusaciones de estarse faltando el “respeto”.
“Que se esté planteando un cuarto intermedio de 15 días con un contrato que es el más importante en la historia del fútbol uruguayo”, dijo en un momento el presidente de la AUF y tras una interrupción habló de que el objetivo era “hacer caer seguramente el acuerdo, si se manosea a una empresa tan importante como la que está ofreciendo” en referencia a Nike.
“Esas cosas no se estudian arriba de la mesa en 15 minutos y votando la autorización para que un contrato pase de 4 a 8 años”, cuestionó Francisco García Arnábal de Danubio, que habló de que estaban sacándolo a las “apuradas”. “Si esto se tiene que votar sí o sí hoy es porque no está bien trabajado, porque si esto tiene un proceso serio en el que han participado todos los profesionales necesarios, se ha recorrido todas las etapas, no puede ser que hoy sea el último día y que esto se tenga que resolver sin interrogación”, acotó.
Tras el representante de Danubio, habló Ernesto Dehl de Cerro Largo, que dijo que los habían “privado de información” (respecto a otros temas) y que recién habían accedido tras la denuncia en Fiscalía.
El presidente de Wanderers, Germán Barcala, pidió la palabra, anunció que no votarían porque faltaba información y entró en una pequeña discusión con Alonso por haber dicho que los que votaban tenían “buena fe”. “Habló de gente de buena fe, por lo que quiere decir que los que no estamos de acuerdo tenemos mala fe, y eso no se lo permito”.
La réplica llegó por parte de Gastón Tealdi, que estaba representando a la primera división amateur. Señaló que normalmente estas negociaciones incluían contratos de confidencialidad exigidos por las marcas y mencionó que si era por cuatro años el Ejecutivo de la AUF no necesitaba aprobación del Congreso.
Tras él, Eugenio López de Rentistas defendió las “cifras” del contrato y dijo que daba su “total apoyo” lo que motivó “interrupciones”.
Alonso presentó los datos generales del contrato (US$ 42 millones compuestos por US$ 30 de regalías y bono, US$ 4 de marketing y US$ 7 de indumentaria). Dijo que era mejor al que hay vigente (con Tenfield) lo que motivó un contrapunto con Eduardo Zaindesztat de Peñarol que preguntó si eran dólares constantes o corrientes y cuestionó la redacción por mencionar supuestos “como podrá” y no certezas. “Este contrato es inferior al que teníamos firmado antes”, sentenció tras hacer una “cuenta de almacenero” descontando la inflación.
Caperucita, el lobo y Cacho Bochinche
Héctor del Campo, que integra el ejecutivo, compartió los planteos de Liverpool, Danubio, Wanderers y Cerro Largo, y pidió que si salía el contrato dejaran en una cuenta “para años venideros lo que se va a recibir por los 4 años que no son a los que tiene derecho el Comité Ejecutivo a firmar”.
Enrique Frade de Atenas defendió el contrato y señaló que clubes afines a Tenfield ahora estaban pidiendo “transparencia” y “moralidad”. “Desde 2018 para adelante los que hacían y deshacían en el fútbol uruguayo quedaron dolidos porque ahora tienen que venir cuadros de Segunda División, cuadros amateur, los canarios del interior y opinar y votar como si tuvieran derecho. Eso es lo que les duele y lo que no pueden concebir”, dijo.
Minutos después, Palma pidió la palabra y le contestó que Frade no tenía “estatura moral” para cuestionar. “Su club se ha prestado durante muchos años para hacer el favor a los representantes de los jugadores y robar a los clubes profesionales esos activos para ser transferidos al exterior. Evidentemente, no lo hizo por convicción ni por amistad; lo hizo por plata”, le dijo.
Frade volvió a responder: “es como si viniera el lobo feroz acá a decir que Caperucita le está pegando. Porque si hay algo que se ha robado en el Uruguay son jugadores del interior para Montevideo”, inquirió.
Tras los intercambios, el representante de los jugadores, Mitchell Duarte pidió a Alonso que el contrato fuera votado ya que la discusión había “llegado a su fin”. Palma volvió a cuestionar el nuevo estatuto diciendo que había nacido de una “dictadura” en referencia a la intervención. “No fue un voto libre, sino que fue un voto obligado con el cuchillo en la yugular”, agregó.
El clima continuó caldeándose cuando el presidente de Liverpool le dijo a Alonso que encabezaba la AUF tras operar "a las sombras”.
Posteriormente Daniel Mussetti de Uruguay Montevideo pidió dejarse de “hipocresía y mentiras” antes de largar una frase que despertaría aplausos: “esto parece Cacho Bochinche, en su época, cuando venía Ultratón, que era tete y mema”.
Casi tres horas después de comenzado el congreso, el contrato sería votado por los dos tercios exigidos, aunque la polarización continúa.