La vicepresidenta titular de Ecuador, Verónica Abad, fue denunciada por presunta usurpación y retención ilegal del mando, en el marco del enfrentamiento que mantiene con el presidente Daniel Noboa, quien se opone a delegarle las funciones presidenciales durante la campaña electoral y a cambio ha nombrado a una secretaria como vicepresidenta encargada.
La denuncia se presentó el sábado 4 de enero por una ciudadana identificada como Ida Victoria Páez Cortéz, pero no trascendió hasta este viernes, cuando Abad advirtió en redes sociales de esta querella contra ella, donde también figuran como denunciados las asambleístas del correísmo Viviana Veloz y Esther Cuesta, así como los socialcristianos Otto Vera y Alexandra Castillo.
La vicepresidenta titular presentó una acción de protección ante la Justicia en busca de anular los decretos emitidos por Noboa que encargaron la Vicepresidencia de Ecuador a la secretaria de la Administración, Cynthia Gellibert, y le delegaron poderes presidenciales del 9 al 12 de febrero para poder hacer campaña electoral en esos días en busca de su reelección.
En una rueda de prensa realizada el jueves, Abad calificó esta actuación del presidente como un "golpe de Estado" y exhortó a la Organización de Estados Americanos (OEA) la aplicación de la Carta Democrática al considerar que se ha roto el orden constitucional por no haber recibido ella las facultades presidenciales, conforme se contempla en la Constitución ecuatoriana.
Juez revoca protección a la vicepresidenta de Ecuador
En el mismo mensaje publicado este viernes, la vicepresidenta denunció también que un juez revocó las medidas de protección que había emitido la Junta Cantonal de Derechos Humanos de Quito, dependiente del Municipio de Quito, que prohibían expresamente a Noboa realizar acciones intimidatorias, amenazas o coacción en contra de Abad.
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EFE/Alexander Martínez
Abad se preguntó si, para emitir esta resolución, al juez lo visitó previamente el presidente del Consejo de la Judicatura, Mario Godoy, quien semanas atrás fue acusado de presiones por parte de la jueza que anuló la suspensión de cinco meses que le había impuesto el Gobierno a la vicepresidenta, lo que le impedía asumir eventualmente los poderes presidenciales.
"Después de esto, el único responsable por la integridad de mi vida y mi familia es su gobierno, señor Daniel Noboa y su gabinete", apostilló.
Enfrentamiento con Noboa
El enfrentamiento entre Noboa y Abad comenzó en la campaña electoral por la segunda vuelta electoral para las elecciones extraordinarias de 2023, y se plasmó al asumir los cargos, cuando en una de sus primeras decisiones, el mandatario envió a la vicepresidenta a Israel como embajadora, con la misión de buscar la paz entre israelíes y palestinos.
Abad acusó a Noboa de liderar un acoso contra ella para forzarla a dimitir y evitar tener que delegarle las funciones presidenciales, al tiempo que la Fiscalía intentó incluirla dentro de la causa por presunta corrupción donde está involucrado su hijo, pero la Asamblea Nacional (Parlamento), de mayoría opositora, votó en contra de levantarle el fuero.
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EFE/ José Jácome
Suspensión anulada
Posteriormente, el gobierno le impuso una suspensión de cinco meses por no presentarse en el plazo indicado en Turquía, a donde después la trasladaron debido a las crecientes tensiones en Oriente Medio, pero la medida la anuló una jueza. Ante ello, Noboa envió nuevamente a Abad a Ankara como consejera de la embajada.
La campaña electoral en Ecuador comenzó el 5 de enero y se prolongará hasta la primera semana de febrero, cuando el día 9 más de 13,6 millones de ecuatorianos están convocados a las urnas para elegir para el periodo 2025-2029 a las personas que ejercerán la Presidencia y Vicepresidencia, además de escoger a 151 asambleístas y 5 representantes del Parlamento Andino.
Hasta el momento las encuestas perfilan al presidente Noboa y a la candidata presidencial del correísmo como los principales favoritos para estar en una eventual segunda vuelta, que se celebrará el domingo 13 de abril entre los dos postulantes más votados si ninguno logra en primera vuelta el 50 % de los votos o el 40 % y una ventaja de al menos 10 puntos sobre el resto.
