Fawzia Amin Sido, la joven yazidi secuestrada por ISIS a los 11 años que estuvo 10 años cautiva hasta su liberación a principios de octubre, reveló que fue obligada a comer carne de bebés cocinados durante su encierro en una entrevista con el documentalista Alan Duncan de The Sun.
En una operación conjunta entre Israel, Estados Unidos y varios actores internacionales, a principios de octubre las fuerzas de seguridad israelíes lograron liberar a Amin Sido.
El rescate marca el fin de una dolorosa travesía para la mujer, que fue capturada en 2014 en su pueblo natal en Irak durante la ofensiva del Estado Islámico.
La joven, ahora nuevamente con su familia en Irak, fue comprada y vendida por terroristas cinco veces. Fue abusada y violada en reiteradas oportunidades, y a sus 15 años ya tenía dos hijos, a los cuales crió como una "madre devota" durante su cautiverio.
Fawzia estuvo hasta 2020 en manos de ISIS, hasta que fue trasladada a Gaza con un pasaporte falso para pasar al control de Hamás. A la hora de comparar a ambas organizaciones terroristas, la mujer remarcó: "No hay diferencia entre ellos".
Duncan relató que en algunos momentos Fawzia "había perdido la esperanza de ser libre algún día". Su abogada, Zemfira Dlovani, afirmó que su cliente "necesita mucho tiempo para recuperarse de su terrible experiencia y procesar su trauma".
La pesadilla del secuestro
Fawzia, miembro de la minoría religiosa Yazidi, fue una de las miles de mujeres y niñas que cayeron en manos de ISIS cuando el grupo terrorista atacó la región de Sinjar. Después de su secuestro, fue vendida a un militante palestino de ISIS, quien la llevó a Gaza. A lo largo de su cautiverio, Fawzia fue sometida a abusos y forzada a casarse con su captor, quien más tarde fue asesinado durante los ataques en Gaza, informó el medio The Times of Israel.
La compleja operación de rescate
La operación que condujo a su liberación fue extremadamente delicada y se coordinó a través del cruce de Kerem Shalom. Fawzia aprovechó la confusión de los ataques recientes para escapar y esconderse antes de ser rescatada por las fuerzas israelíes. Tras meses de negociaciones, la joven pudo cruzar la frontera hacia Israel, desde donde fue trasladada a Jordania y finalmente regresó a Irak, donde fue recibida con lágrimas por su familia, algo que quedó captado en un video.
Reunión emotiva
Las imágenes de su regreso muestran a Fawzia abrazándose con sus seres queridos, una escena conmovedora que pone fin a una década de sufrimiento. La liberación de esta joven también ha puesto en el foco las condiciones que las mujeres Yazidi han soportado bajo el yugo de ISIS, una comunidad que sufrió genocidio, violaciones y tráfico sexual durante años.
