Un alto al fuego entre Israel y el grupo terrorista Hamás comenzó este domingo tras mediaciones internacionales lideradas por Catar, Estados Unidos y Egipto.
La tregua, retrasada varias horas, busca poner fin a más de 15 meses de conflicto en Gaza. En paralelo, se inició la liberación de rehenes israelíes y prisioneros palestinos, mientras la ayuda humanitaria empieza a llegar a la región.
El pacto incluye una tregua de 42 días y la liberación de rehenes:
La mediación liderada por Catar aseguró que el alto al fuego permitirá la entrada diaria de 600 camiones de ayuda humanitaria a Gaza, incluyendo 50 con combustible, clave para la reconstrucción.
Sin embargo, la tregua inició con retraso debido a la demora de Hamás en entregar la lista de rehenes a liberar. Según el portavoz del grupo, las "complicaciones en el terreno y los bombardeos" israelíes dificultaron el proceso. Durante la mañana, ataques en Gaza dejaron ocho muertos, según la Defensa Civil gazatí.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió en un mensaje televisado que se trata de un "alto al fuego provisional". “Israel se reserva el derecho de reanudar la guerra con más fuerza si es necesario”, afirmó.
En el gobierno israelí, el acuerdo generó tensiones. El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, anunció la salida de su partido de la coalición en desacuerdo con el pacto, calificándolo como "peligroso".
Por otro lado, Joe Biden destacó que el acuerdo permitirá un flujo crucial de ayuda humanitaria y abre la puerta a la reconstrucción de Gaza. “Este es un paso importante para un fin definitivo del conflicto”, señaló.
El conflicto ha dejado cifras devastadoras:
Los desplazados en Gaza, cerca de 2,4 millones de personas, comenzaron a regresar a sus hogares. “Queremos estar seguros y reconstruir nuestras vidas”, expresó Ahmed Hamuda, habitante de Deir al Balah.
El pacto se divide en tres fases:
