El domingo 13 de abril, Jair Bolsonaro fue sometido a una intervención quirúrgica tras presentar una distensión abdominal, asociada a la puñalada que recibió durante un acto de campaña en 2018. La operación, que se extendió por 12 horas, fue necesaria para tratar una obstrucción causada por adherencias en el intestino delgado.
Una semana después del procedimiento, el exmandatario compartió en sus redes sociales una actualización sobre su estado de salud.
“Sigo internado en la unidad de cuidados intensivos. Me he mantenido estable, con la presión controlada y una evolución clínica considerada positiva por los médicos”, escribió en la red social X.
Bolsonaro continúa sin alimentación oral, recibiendo nutrición por vía intravenosa y realizando sesiones diarias intensificadas de fisioterapia para acelerar su recuperación.
“La recomendación médica es de reposo absoluto, sin visitas, y aún no hay una fecha definida para el alta de la unidad de cuidados intensivos”, añadió.
El expresidente brasileño también aprovechó para agradecer a quienes le han enviado mensajes de apoyo: “Agradezco profundamente a todos los que han enviado oraciones y mensajes de apoyo. Hacen la diferencia”.
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Entre el hospital y los tribunales
Mientras transcurre su recuperación médica, Bolsonaro espera que la Corte Suprema fije fecha para un juicio en el que se lo acusará por una supuesta trama golpista.
La fiscalía lo inculpó por haber planificado un presunto intento de golpe de Estado para permanecer en el poder tras las elecciones de octubre de 2022, en las que perdió contra el actual presidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva.
Según la acusación, Bolsonaro habría buscado apoyo de las fuerzas armadas para impedir la asunción de Lula. De ser hallado culpable, podría enfrentar hasta 40 años de cárcel.
El exmandatario se declara inocente y dice ser un "perseguido".
Bolsonaro también está inhabilitado para competir en elecciones hasta 2030 por haber cuestionado sin pruebas la fiabilidad del sistema de votación brasileño.
Sin embargo, insiste en que pretende ser candidato en las presidenciales de 2026, en las que Lula, de 79 años, también podría presentarse.