Lula fue operado de emergencia tras sufrir una caída en octubre, durante la cual se golpeó la cabeza. La lesión provocó una hemorragia intracraneal que requería intervención quirúrgica. La operación, que duró unas dos horas, se realizó en el Hospital Sirio-Libanés en São Paulo, donde el presidente permanece en cuidados intensivos. A pesar de las complicaciones, su recuperación ha sido favorable.
¿Cómo se encuentra el presidente?
Según el parte médico, Lula se encuentra lúcido, orientado y conversando. Está en una fase posoperatoria inmediata sin complicaciones graves. A pesar de su estado, permanece bajo observación y sigue con drenaje mientras los médicos esperan realizar nuevos exámenes. Se espera que su hospitalización dure hasta la próxima semana, y no se prevé que realice visitas de trabajo hasta estar completamente recuperado.
¿Por qué ocurrió la cirugía?
La cirugía fue consecuencia de un accidente doméstico ocurrido el 19 de octubre, cuando Lula sufrió una caída en el baño de su residencia oficial. Aunque inicialmente recibió atención médica y puntos de sutura, los exámenes posteriores revelaron la hemorragia intracraneal, lo que llevó a los médicos a intervenir quirúrgicamente.
¿Qué impacto tiene este incidente en su agenda política?
Este nuevo incidente de salud obligó a Lula a cancelar compromisos internacionales, como una cumbre de los BRICS en Rusia. Aunque aún mantiene su agenda interna, algunos viajes fueron reprogramados. El martes, el presidente tenía previsto recibir al primer ministro de Eslovaquia, pero debido a su estado de salud, la reunión fue realizada por el vicepresidente Geraldo Alckmin.
¿Cuál es el estado político de Lula?
Lula asumió su tercer mandato en enero de 2023, pero su historial de problemas de salud, que incluyen un cáncer de laringe en 2011 y una operación de cadera en 2023, ha generado dudas sobre su capacidad de mantenerse al frente del país. Pese a los contratiempos de salud, el presidente mantiene un índice de aprobación del 52%. Además, la situación ha reavivado el debate sobre su posible reelección en 2026.
Cómo sigue
Aunque aún no se contempla que el presidente Lula deje temporalmente el cargo, la posibilidad de una sucesión empieza a tomar relevancia. La Constitución brasileña establece que el vicepresidente puede asumir temporalmente las funciones del presidente en caso de incapacidad, pero no se ha mencionado una necesidad inmediata de activar este mecanismo.
Este incidente de salud podría influir en la estrategia política de Lula de cara a las elecciones presidenciales de 2026. Aunque ha manifestado que aún es prematuro hablar de su reelección, algunos analistas consideran que este tipo de situaciones podría acelerar las discusiones sobre su candidatura o, incluso, sobre posibles sucesores dentro de su partido.
