El documento reconoce que si bien hubo progresos legislativos importantes, la discriminación estructural sigue siendo una realidad en muchas sociedades y economías.
Avances legislativos en varios países
Según el informe, un 88% de los países adoptaron leyes contra la violencia de género, que incluyen medidas para apoyar a las víctimas. Además, una mayoría de naciones prohíbe la discriminación laboral por género, y un 44% implementó políticas para mejorar la educación de las niñas y fomentar su permanencia en la escuela.
Desafíos persistentes: la pandemia y la polarización política
A pesar de estos avances, el informe subraya que la pandemia de COVID-19 agravó las desigualdades de género, y que la polarización política en muchos países dio espacio a actores anti-derechos que socavan los logros en los derechos femeninos. La tecnología digital, si bien ha abierto nuevas oportunidades, también trajo nuevas amenazas y violencias contra mujeres y niñas.
Asimismo, las crisis económicas continúan afectando más a las mujeres, quienes suelen ser las primeras en perder sus empleos. Además, el trabajo de cuidado de niños y personas mayores recae de forma desproporcionada sobre las madres e hijas.
Desigualdades persistentes en varios ámbitos
En el ámbito legal, se implementaron 1.531 reformas pro igualdad a nivel global, pero las mujeres siguen teniendo solo el 64% de los derechos de los hombres. Aunque el número de parlamentarias aumentaron desde 1995, tres cuartas partes de los escaños siguen siendo ocupados por hombres.
En educación, las adolescentes ahora superan a los varones en número, pero este cambio aún no se ha producido en África ni en el centro-sur de Asia, las regiones más empobrecidas del mundo. En cuanto al matrimonio infantil, ha disminuido del 24% al 19% entre 2003 y 2023, pero esta mejora se ha observado principalmente en hogares acomodados o ricos.
Desigualdad en el mundo laboral y protección social
En el ámbito laboral, el informe muestra que el desequilibrio sigue siendo alto: el 92% de los hombres entre 25 y 54 años son laboralmente activos, mientras que solo el 63% de las mujeres lo son. Además, las mujeres siguen estando sobrerrepresentadas en la economía informal, donde suman 772 millones y no tienen acceso a ninguna protección social.
Aunque la protección social ha mejorado un 33% en los últimos 13 años, todavía hay 2.000 millones de mujeres y niñas sin cobertura social.
Propuestas de acción para abordar las desigualdades
El informe propone tres líneas de acción para abordar las desigualdades persistentes:
- Apoyar a los gobiernos en la implementación de la Agenda 2030 en cuestiones de género.
- Fortalecer la sociedad civil que trabaja en esta dirección.
- Reforzar el multilateralismo, dado que es el ámbito donde la cuestión de género ha permeado con mayor efectividad.
A pesar de los avances legislativos, ONU Mujeres recalca que se deben redoblar los esfuerzos para lograr una verdadera igualdad de género y erradicar las estructuras de discriminación que aún persisten a nivel global.