Las autoridades de Sídney cerraron este martes nueve de sus playas ante la reaparición de pequeñas bolas de escombros, un hecho que ya se registró, al menos de forma similar, en octubre pasado y que ahora vuelve a estar bajo investigación en Australia.
En un comunicado, el Consejo de Playas del Norte explicó que se encontraron estas esferas, de color blanco y gris, las cuales fueron arrastradas hasta la orilla de balnearios como Manly, Queenscliff y Freshwater.
Las autoridades, que recomiendan a los turistas evitar estos lugares, trabajan en la limpieza de las playas y en la recolección de muestras con las que esperan realizar pruebas para determinar la composición de las bolas, con un tamaño similar al de una canica.
Por su parte, la Autoridad de Protección del Medio Ambiente de Australia indicó, en otra declaración, que las esferas encontradas esta vez tienen "una apariencia similar a las que aparecieron en las playas del este en octubre del año pasado y se descubrió que estaban compuestas principalmente de ácidos grasos e hidrocarburos de petróleo".
Un riesgo para los animales
En esa oportunidad, prosigue el escrito, no se pudo determinar la fuente de este tipo de contaminación "ni identificar qué causó su formación, ya que no había una muestra de la fuente disponible para comparar".
Sobre esta situación, la organización ecologista Sociedad para la Conservación Marítima de Australia alertó entonces de que los animales marinos, tales como tortugas o ballenas jorobadas, se pueden ver afectadas por estos residuos si los ingieren.
Sídney alberga más de 100 playas en su puerto y a lo largo de su costa que son famosas en todo el mundo y atraen a millones de turistas y locales cada año.