El volcán Etna, en Sicilia, volvió a convertirse en un imán para turistas y aventureros tras dos semanas de actividad volcánica que dio lugar a un impresionante río de lava a gran altura. La combinación del rojo incandescente de la lava con la nieve en las laderas del volcán ha generado un espectáculo visual que ha llevado a cientos de visitantes a buscar la mejor selfi, muchas veces ignorando las normas básicas de seguridad.
"El volcán no es el malo, en este caso el malo es el ser humano", afirma Fabio Mancuso, alcalde de Adrano, una de las localidades cercanas al volcán, en declaraciones a AFP.
Una erupción "pequeña" con grandes problemas de orden público
El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia ha calificado la erupción de “insignificante” en términos científicos. Sin embargo, la reacción del público ha sido completamente diferente.
"Esta pequeña erupción ha causado mucho ruido debido a problemas de orden público, y no por razones relacionadas con el volcán", explica Stefano Branca, director del Observatorio del Etna.
Las autoridades locales intentaron frenar la avalancha de turistas emitiendo decretos que prohíben acercarse demasiado a la lava, pero esto no impidió que algunos se arriesguen en busca de la foto perfecta.
El diario La Repubblica publicó una imagen que se ha hecho viral: dos hombres musculosos, con el torso desnudo, posando en la nieve con la lava ardiendo a pocos metros de ellos.
Caos en las carreteras y falta de equipo adecuado
Uno de los mayores problemas que enfrentan las autoridades es el bloqueo de carreteras debido a la gran afluencia de turistas. Muchos visitantes estacionan sus vehículos de manera imprudente, obstaculizando el paso de vehículos de emergencia y equipos de rescate.
Además, numerosos senderistas intentan ascender sin el equipamiento adecuado, lo que aumenta el riesgo de accidentes en una zona de actividad volcánica impredecible.
Refuerzo de seguridad en el fin de semana
Ante la persistente llegada de turistas, las autoridades sicilianas desplegron mayor presencia policial y voluntarios para regular el tráfico y evitar que los visitantes suban sin las debidas precauciones.
Según Branca, el fenómeno volcánico está llegando a su fin, pero la expectación sigue siendo alta. El contraste entre la lava y la nieve, sumado a la inusual duración de la erupción (desde el 8 de febrero), ha dado a los turistas más oportunidades para presenciar el espectáculo natural.
Conclusión: la atracción peligrosa del Etna
El Etna, con sus más de 3.000 metros de altura, sigue siendo una de las mayores atracciones naturales de Europa, pero también un escenario de riesgo inminente cuando los visitantes desafían las normas de seguridad. Mientras las autoridades intentan controlar la situación, la fascinación humana por la belleza y el peligro de la naturaleza continúa impulsando a muchos a acercarse más de lo debido.