Uno de los criadores afirmó que en otras zonas de Sudamérica "no tienen la cantidad de rescates" de estas serpientes que tiene Piriápolis
Serpiente yarará rescatada en el Castillo de Piria
AlternatusPersonal del criadero de reptiles Alternatus capturó a una de las serpientes de la raza yarará "más grandes" que hayan visto en el predio del Castillo Piria de Piriápolis.
"Retiramos una yara (Bothrops pubescens) enorme en el Castillo de Piria, ¡una de las más grandes que hemos visto! En entornos modificados, estas serpientes pierden hábitat y depredadores, pero encuentran abundancia de presas (ratas), lo que aumenta su cercanía a nosotros", publicó el criadero en su cuenta de X.
El posteo tiene anexo un video en el que se ve como los responsables de Alternatus capturaron a la yarará (también conocida como yara). La encontraron entre un rejunte de leña ubicado cerca del castillo, y primero la dejaron unos segundos en el pasto, donde quedó "bien irritada" en posición defensiva.
A los pocos segundos, uno de los criadores levantó con un palo a la serpiente y la guardó en una caja, donde la llevaron al criadero. "Pesa un montón", relató, y agregó que el animal podría medir "cerca de un metro".
Ignacio Etchandy, responsable de Alternatus, explicó a El Observador que el criadero cuenta con un "servicio de retiro de serpientes venenosas" en Piriápolis, y marcó que la mayoría de los llamados llegan de espacios municipales como el Castillo Piria.
La yarará "es parte de la fauna local", y es "frecuente que aparezcan dentro del castillo, en zonas aledañas, debajo de todo tipo de estructuras".
Incluso, el responsable de la organización marcó que rescatan a una gran cantidad de estos animales: "En otras partes de Sudamérica, incluso con selva, no tienen la cantidad de rescates que tenemos nosotros acá en Piriápolis. A veces llegamos a tener 100 rescates al año".
Etchandy indicó que en esta época está comenzando la "actividad efídica" de las serpientes, en las que salen de la "abrumación", estado "letárgico" en el que se mantienen en el invierno, y comienzan a salir con la llegada del calor. En este momento también comienza su época de apareamiento.
La yara, según el criador, es "una de las cuatro especies de serpientes venenosas con veneno especialmente mortal". Su rescate, continuó, busca evitar accidentes para los vecinos y también "cuidar la fauna" y las especies nativas del país.
