Toda la cuadrilla que trabajaba el sábado 9 en la instalación de una piscina en Punta Colorada cuando uno de sus integrantes murió electrocutado, estaba compuesta por soldados.
Según fuentes que participan de la investigación del caso, todos los obreros pertenecían al Batallón de Infantería Nº 2.
El soldado que murió electrocutado, Robinson Cardozo, fue sepultado en Rivera el miércoles 13.
La información oficial que recibió la familia de parte de un oficial de esa unidad militar fue que Cardozo salió del cuartel “sin permiso para ir a trabajar”.
Sin embargo, el ministro Armando Castaingdebat dijo el jueves en Desayunos Informales que el accidente ocurrió “fuera del horario” de trabajo del soldado.
“La empresa tiene su derecho a contratar soldados o lo que sea, y el Ejército en esto no tiene nada que ver”, agregó el ministro.
La Jefatura de Policía de Maldonado informó que el siniestro se registró pasadas las 16:20 del sábado, cuando el Servicio de Emergencias 911 recibió un llamado sobre un accidente laboral en la Avenida de los Eucaliptus, en el mencionado balneario.
Efectivos policiales se presentaron en el lugar junto con una unidad de emergencia médica, confirmaron el fallecimiento de la víctima en la zona del accidente.
En 2022 El Observador publicó una investigación, basada en las denuncias del entonces teniente Nelson Duarte, que documentó que el Ejército envió, al menos durante 19 años, entre 1997 y 2016 a integrantes de su tropa a instalarle piscinas a la empresa Akesse. Los pagos eran recibidos por oficiales, sin que existiera documentación ni convenio que lo autorizara o reglamentara.
Desde entonces, las autoridades del Ministerio de Defensa han señalado que el Ejército ya no envía a sus soldados a instalar piscinas para empresas privadas.