La empresa Balsa & Asociados intenta cerrar acuerdos con los acreedores del concurso para aplazar la junta de acreedores fijada para el martes y jueves de la semana próxima. Según dijeron a El Observador fuentes del concurso, la empresa viene realizando acuerdos extrajudiciales con los acreedores y si logra que la mayoría de cada una de las tres sociedades firme esos acuerdos la jueza podrá aplazar la junta.
1681861282557.webp
Pilar de los Horneros de Balsa & Asociados
De esta manera el empresario gana tiempo e intenta evitar que el concurso derive en la liquidación de las empresas.
El concurso voluntario fue pedido en abril por el responsable de la empresa Juan Martín Balsa en representación del grupo de sociedades de las que es accionista por un pasivo superior a los US$ 65 millones.
El acuerdo que ofrece Balsa a los acreedores implica pagarle el 50% del crédito, monto que empezará a saldar después de los dos años y en cuotas, explicaron las fuentes. Ello implica que los acreedores cobrarán la mitad y recién en 2026 pero de esa manera se aseguran cobrar algo.
Agregaron que en una de las empresas constructoras de los barrios privados, Arenas del Cabo (en Cabo Polonio), el empresario consiguió que la mayoría de los acreedores suscriba los acuerdos.
Ahora necesita lograr la mayoría de los acreedores de La Juana y Pilar de los Horneros (ambos en Canelones) para presentarse al concurso y exponer los acuerdos extrajudiciales, que deberán ser validados por la jueza María Constanza Farfalla. En ese caso la jueza podrá aplazar la junta de Acreedores.
¿Cómo sigue el proceso concursal?
Si Balsa & Asociados logra que la mayoría de los acreedores firme los acuerdos extrajudiciales, la jueza podrá aplazar la Junta de Acreedores, que se volverá a fijar en una nueva fecha.
En la Junta de Acreedores la empresa pone a consideración de los acreedores la propuesta de convenio de pago, de acuerdo con lo que establace la ley de concurso.
Si fracasa el convenio con el deudor, se prevé la liquidación de la masa activa (los bienes que quedan en las sociedades), a través de la venta en bloque, o a través de un procedimiento de licitación que deberá realizarse en un plazo máximo de 90 días.
En ese caso, los bienes del concurso para ser vendidos serán las viviendas que no estén prometidas en venta.
En los últimos meses otra salida que se ha buscado en el concurso por parte del síndico, que es la Liga de Defensa Comercial (Lideco), es la firma de contratos de compraventa para que los promitentes compradores pudieran comprar las casas que estaban en proceso de construcción.
Hasta hace un mes se llevaban firmados unos 120 compromisos de compraventa, lo que implica que quienes tengan viviendas sin terminar las podrán finalizar con la constructora que quieran. A esos propietarios les va a quedar un crédito a su favor.
Asimismo, se sumará a los bienes del concurso los montos que pagarán los propietarios cuyas casas están finalizadas.
La Carlota apeló el inventario del concurso
Otra novedad de los útimos días del concurso fue que Danilum, la sociedad propietaria de La Carlota, impugnó el inventario que Lideco le presentó a la jueza con los bienes del concurso. La empresa cuestionó que se haya tomado el valor de la tierra y no el de las sociedades en su conjunto a la hora de tasar los bienes que tienen la empresa.