El Banco Central del Uruguay (BCU) emitió un comunicado luego de que se conociera que la empresa Conexión Ganadera mantiene un pasivo negativo de US$ 250 millones.
El texto del BCU se da luego de que algunos políticos cuestionaran a la institución por su accionar ante la situación financiera del privado, la que se suma a la de Grupo Larrarte y República Ganadera.
De acuerdo con el comunicado, desde 2018 el banco ha realizado 11 actuaciones en empresas que ofrecen inversiones ganaderas.
“A partir de la publicad de la oferta de este giro, y en el marco regulatorio que conduce la supervisión del Banco Central, la Superintendencia de Servicios Financieros ha realizado supervisiones a efectos de verificar que las inversiones fueran efectivamente un contrato ganadero y no un depósito, préstamo individual, fondo de inversión u oferta pública de valores sin el debido registro del valor y su emisor”, agrega el texto.
El BCU asegura que las 11 actuaciones implicaron que “las empresas debieron presentar toda su información societaria y contable, listados de clientes, copias de contratos tipo y además, información completa de una muestra de clientes y sus contratos efectivamente firmados”.
“Analizada la información –en los casos que se entendió que la documentación proporcionada no aseguraba que se estaba ante una inversión en ganado, sino que se asimilaba a un llamamiento general e impersonal para la realización de una inversión financiera– se instruyó a las empresas a que se abstuvieran de realizar publicidad llamando a inversores”, expresa el comunicado.
El BCU aclaró que las compañías dedicadas exclusivamente a la cría y engorde de ganado o a la capitalización ganadera, que no registran incumplimientos, “no están reguladas ni supervisadas por el banco, de acuerdo con lo establecido por el artículo 34 del texto ordenado de su Carta Orgánica, ya que la naturaleza de su actividad no es de carácter financiero, sino productivo”.
El presidente del BCU, Washington Ribeiro, dijo –según el mismo texto– que “este tipo de inversiones por cómo se configuran no podrían ser catalogadas como inversiones financieras, sino que son contratos de capitalización ganadera”.
“Si se pretende que estén, habría que hacer un cambio regulatorio (legal). Y sobre las empresas que desarrollan una actividad financiera sin autorización del BCU, hoy el Banco Central tiene esa potestad de actuar y exigirlo. De hecho, como ya se explicó, lo ha hecho”, finaliza el jerarca.