Por primera en su legajo cincuentenario, el Frente Amplio retoma la batuta del gobierno después de haberlo perdido. Esta fuerza forjada en la oposición, con mucha más historia en esa vereda que en el oficialismo, vuelve al poder con la lección más contundente a cuestas: la derrota es posible y está al alcance de la mano.
La coalición de izquierda tuvo un estreno errático en la oposición luego de que Tabaré Vázquez le pasara la banda a Luis Lacalle Pou, desgastada por su propia crisis de liderazgo y sin capacidad para hacer mella en el gobierno ante su gestión de la pandemia. El presidente blanco, líder de una flamante coalición, lo hacía pesar: están “como bola sin manija”, le decía a los suyos en Suárez y Reyes en agosto de 2020, o declaraba para un diario argentino que “es muy difícil saber qué es y quién es el Frente Amplio”.
La resaca de la derrota de 2019 siguió para las departamentales: el Frente perdió tres de las cuatro intendencias que tenía en el interior. Como contrapartida, encontraba en los triunfantes Carolina Cosse y Yamandú Orsi a sus futuros alfiles para 2024.
Pero en diciembre de 2020 falleció Vázquez y una multitud se volcó a las calles para despedirlo. Más adelante partirían Danilo Astori y Mariano Arana. Obligado por la “biología”, en el Frente empezaba a hacer carne el recambio. Al final del período solo quedaría José Mujica como exponente de esa generación que llevó a la izquierda al poder, y su tracción electoral en cada campaña alejó cualquier retiro definitivo a la chacra de Rincón del Cerro.
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Archivo 2020. Andrés Lima, Yamandú Orsi y Carolina Cosse fueron los tres intendentes electos del Frente Amplio
Camilo dos Santos
Más urgido por no quedar a contramano de los movimientos sociales que por empuje propio, e incluso con los moderados alertando que estaban cometiendo un “error estratégico”, el Frente se embarcó en la recolección de firmas contra 135 artículos de la LUC. Tuvieron dificultades desde el comienzo para ponerse de acuerdo en qué artículos impugnar, con dudas constantes de que fueran a llegar a las firmas en plena pandemia, y hasta tuvo que renunciar Rafael Michelini como secretario político tras unas declaraciones desafortunadas, pero sobre la hora rompieron toda expectativa y alcanzaron las 800 mil rúbricas.
Y fue un punto de quiebre.
El parteaguas
Estallaron los festejos y las ansias electorales. “Fue el desembarco de Yamandú en Montevideo”, decía entonces un importante operador de Orsi, todavía muy ligado a la gestión en Canelones.
En la presidencia de Frente Amplio continuaba Javier Miranda, a quien los principales sectores le soltaron la mano, mientras Lacalle Pou prefería convocar a Torre Ejecutiva a los tres intendentes frenteamplistas o a Marcos Carámbula antes que al representante institucional de la oposición.
Un amplio acuerdo entre los grupos más fuertes de la estructura le allanó el camino para que tomara la posta a Fernando Pereira, quien desde la presidencia del PIT-CNT se había vuelto la voz más contundente contra el gobierno con el referéndum de la LUC como telón de fondo. El histórico sindicalista acuñó desde fines de 2021 la consigna que marcaría la nueva etapa: “El Frente Amplio empezó a volver”.
El referéndum del 27 de marzo de 2022 fue prácticamente un calco del balotaje de 2019. Aunque perdió y los 135 artículos de la LUC quedaron firmes, el Frente Amplio habló esa noche de “profunda victoria popular”, de “demostración de fuerzas” y hasta de un “empate” en que “medio país” le pasaba factura al gobierno.
En el comando oficialista, el cabildante Guido Manini Ríos lo anticipó: “Lo bueno del resultado es que a todos nos pone nerviosos. Somos conscientes de que con cualquier error perdemos”, afirmó ante una cámara de El País.
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Fernando Pereira rodeado de los dirigentes del Comando por el Sí
Diego Battiste
A partir de ahí empezaron los pasos en falso más sonados de la coalición de gobierno: la Policía detuvo al jefe de la seguridad presidencial Alejandro Astesiano y sus chats en poder de Fiscalía desataron un escándalo tras otro; Cancillería le entregó un pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset detenido en Dubai, episodio cuyos ribetes terminarían costándole a la larga terminaría el cargo a cinco jerarcas de gobierno; Irene Moreira adjudicó viviendas discrecionalmente a personas afines a Cabildo Abierto y su destitución casi rompe la coalición.
La oposición
Más de una vez hubo voces opositoras que se tentaron con bajar al barro en temas sensibles como la condena al exsenador blanco Gustavo Penadés y la sequía del 2023, o que arrojaron suspicacias de “corrupción” sobre Lacalle Pou, pero legisladores y dirigentes de primera línea siempre se negaron a incendiar la pradera en las horas más difíciles del gobierno.
Otras duras consignas opositoras como la de las “muertes evitables” de la pandemia o el eslógan de que “el gobierno fracasó” demostraron no tener eco en la opinión pública y tuvieron que quedar de lado. Dentro de los temas que en el Frente se han reprochado a sí mismos por no haber logrado instalar en la agenda también se cuentan los cuestionamientos a la nueva planta potabilizadora en Arazatí, la concesión a Katoen Natie en el puerto de Montevideo y hasta la propia imagen del presidente de la República, que se mantiene junto a Mujica como el líder político más popular del país.
"En el país no hay una sensación de crisis, pero sí una situación de insatisfacción con algunas áreas”, asesoró en la Huella de Seregni el sociólogo Agustín Canzani, el principal experto de opinión pública de la izquierda. “Y una valoración retrospectiva positiva de los gobiernos del Frente Amplio, en general. Eso habla del FA como un actor viable de recambio”.
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Marzo de 2023. Sebastián Valdomir (diputado del Frente Amplio) y Guillermo Domenech (senador de Cabildo Abierto), durante las negociaciones por la reforma jubilatoria
Inés Guimaraens
Varias veces en las principales negociaciones parlamentarias –Rendiciones de Cuentas, reforma jubilatoria e interpelaciones– el Frente encontró en Cabildo Abierto a un socio díscolo que le fue funcional para complicar al gobierno con mociones y aditivos. Logró así dejar sin respaldo parlamentario en Diputados a la gestión de Luis Alberto Heber en el Ministerio del Interior y aprobar leyes sensibles como una nueva regulación forestal y para saldar créditos laborales de Casa de Galicia que requirieron el veto de Lacalle Pou.
"Oídos abiertos"
Mojón clave del repunte frenteamplista fue la autocrítica, culminada en lo institucional en octubre del 2021, pero realmente asumida con el programa El Frente te Escucha, en que Fernando Pereira y el sociólogo Gustavo Leal abrían reuniones preguntándole a personas de todos los colores sobre cuál había sido la causa de la derrota en 2019.
“El último gobierno fue flaco”, “por tener un termo sos oligarca”, “era la lógica del empleado contra el patrón”, “se definía todo desde Montevideo”, “soy trabajador y se le dio a la gente que no correspondía”, fueron algunas de las respuestas que aparecieron entre las 1.415 reuniones por las 303 localidades recorridas.
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Archivo, Gustavo Leal en las recorridas de El Frente te escucha
Camilo dos Santos
Orsi tuvo claro desde la primera hora que había que revertir el desplome en el interior, y parte de su candidatura se fundamentó en que venía de un departamento “bisagra” como Canelones, con lógicas de capital pero también de tierra adentro. “Desde nuestra casa tenemos que tener claro que una cosa es Montevideo y otra el interior, hay muchos interiores que nos esperan con los oídos abiertos”, pedía en octubre de 2020 en el Plenario frenteamplista. Tres años y medio después, dedicó buena parte de su campaña a recorrer más allá del área metropolitana.
Cuando tuvieron que consensuar el programa en el Congreso de diciembre, los sectores más grandes –incluso el Partido Comunista– cerraron filas para mantener una redacción sin tajantes definiciones y con libertad de maniobra para sus precandidatos. También licuaron todos los planteos que implicaban giros a la izquierda.
El plebiscito de la seguridad social, mientras tanto, fue una constante piedra en el zapato desde que el PIT-CNT oficializó el 1° de mayo de 2023 que buscarían impugnar la reforma de Lacalle Pou. Los postulados de la papeleta blanca del Sí, aún hoy, abren una cuña dentro de la coalición de izquierda y serán una de las complicaciones cantadas para el diálogo social previsto para el próximo gobierno.
Otra vez ungido por las urnas, el Frente Amplio se prepara para calzarse la banda del gobierno y volver a cambiar de lado del mostrador.
