En determinados momentos, cuando se profundizan la diferencias cambiarias, trae como consecuencia, que cargar nafta sea más conveniente del otro lado de la frontera. Este tema que forma parte de una eterna queja, se ha intentado combatir sin éxito o disminuir su impacto por intermedio de un mecanismo de reducción impositiva, que en este momento equipara el precio de la nafta brasileña, no el gasoil, como forma de desalentar que uruguayos de frontera y zonas cercanas, carguen en el país norteño. El precio de la nafta súper en Uruguay asciende a 78,54 pesos por litro, la reducción del IMESI que opera hasta 30 km de distancia de los pasos terrestres, deja la misma nafta a 59,69 pesos, siempre que se pague con tarjeta.
Pero a esta realidad se suma una más en Artigas y es la de particulares que venden nafta sin ningún tipo de autorización o mecanismos de protección a 60 pesos por litro, o 58 pesos al adquirir un bidón de 10 litros. Es llamativo que en la ciudad de Artigas, existan más de 20 lugares donde la venta informal de combustible está a la vista y que las autoridades no hubieran advertido, por la venta ilegal o el peligro que podría causar a la propia gente, o a la comunidad.
El Observador conversó con varios estacioneros, para saber su opinión al respecto: ¨Acá a la vuelta sobre la ruta 30, a 300 metros hay 4 o 5 que venden, sin ninguna protección. Nosotros tenemos protocolos que debemos cumplir, mecanismos de protección, y sistemas ignífugos ante cualquier peligro, tenemos controles permanentes, de la empresa, de ANCAP, del ministerio, de la intendencia, de empresas internacionales que viene a realizar controles. Tenemos todo en regla, con personal entrenado para esta función, los empleados en caja aportando como corresponde, y vas acá a la vuelta y están vendiendo a la vista de todos, no entiendo¨, comentó el encargado de una estación de ANCAP.
Otro vendedor de combustible que está más hacia el centro dijo:¨Esto se ha vuelto un problema, para toda la ciudad, no solo que es ilegal, sino que la procedencia de la nafta da para desconfiar. O es robada, o es contrabandeada, o no es nafta y es algo adulterado, estirado vaya uno a saber. Pero nadie hace nada, cerca de la plaza San Martín, hay mucha gente que vende nafta y vive en casas que son de madera, precarias, donde hay chiquilines, y viven con 10 o 20 bidones de combustible, tanques de nafta grandes de 100 o 200 litros, que manipulan con una botella de plástico sin ninguna protección, no ha habido un desastre de milagro. Si en algún momento hubiera un accidente, un incendio, usted no lo para con nada¨.
Sobre la ruta conversamos con el gerente de una estación de bandera internacional que decía: ¨Es algo que debería preocuparnos, hay decenas o cientos de bombas de tiempo que puede explotar en cualquier momento. No entiendo a la gente que carga ahí, cuando el precio es el mismo que nosotros la vendemos, habría que buscar un mecanismo para terminar con esta práctica que no solo es ilegal, sino un peligro para la ciudad. Hay carteles por todos lados que dicen ¨vendo nafta¨, y está tan naturalizado que da miedo, ver menores de edad cargando con botellas de plástico, esas de refrigerante (gaseosa o refresco) hacer la carga, con un embudo con pico que arman de plástico para empujar la tapa de protección, me preocupan que no midan el peligro. Ya ha habido algún accidente, personas quemadas, o mismo intoxicadas, porque los tanques los tienen dentro de las casa y la nafta esta permanentemente emitiendo gases que son tóxicos¨.
Por último un propietario que se encuentra a la salida de la ciudad hacia Pintado, dijo: ¨Primero tenemos un contrabando de combustible naturalizado como forma de vida y eso debería estar sobre la mesa de las autoridades. Son vendedores informales que no deberían estar en contacto con algo tan peligroso como es la nafta. Además de ser ilegal, de estar compitiendo contra establecimientos formales como este, y no es que venden un par de litros para una motito, he visto bajar camionetas llenas de bidones de estos grandes (señala un tanque de 200 litros), hablamos de contrabando de escala que alguien hace y luego distribuye en estos vendedores informales. Por lo general se quedan con 8 o 10 pesos por litro, tienen mayor margen que nosotros, que estamos establecidos legalmente, es un disparate que además pone en riesgo a la población.
