La familia de Milagros Chamorro Cabrera, la mujer que denunció ser violada y filmada por cinco jóvenes en Punta del Este en 2010, culpó a los presuntos agresores, al sistema judicial y al sistema de salud por el reciente suicidio.
"Queremos expresar que este desenlace es multicausal. Desde la violación, las trabas y el desamparo por parte del Sistema Judicial, y la enorme ineficiencia del Sistema de Salud que una y otra vez no contempla a la salud mental como una de las principales emergencias sociales de Uruguay", expresó en un comunicado la familia de la mujer que se quitó la vida con 30 años.
Diez años después del hecho Milagros intentó ir a la Justicia, la causa cerró, pero estaba pensando en reabrirla, según informó La Diaria y la propia cuenta Feminismos Uruguay.
En cuanto a las críticas a la salud, amigas de la joven denunciaron que no recibió la atención adecuada. Por este motivo el Ministerio de Salud Pública anunció una investigación de oficio sobre el centro de salud en el que era atendida.
"Milagros Chamorro pidió ayuda, a gritos, se la sostuvo en innumerables oportunidades a nivel familiar y con ayuda psicológica además de psiquiátrica. De todas formas, tuvo este trágico final", añade el comunicado.
La familia también agradece "las manifestaciones que se prevén realizar en homenaje", así como también "el reclamo de justicia para ella".
El comunicado familiar recuerda que fue "una trabajadora social que ayudaba a niños, personas sin hogar y mujeres víctimas de violencia de género" y que de esta manera prefieren recordarla.
La ahora fallecida había dado en diciembre del 2022 una entrevista en el medio local FM Gente, en la que detalló el caso.
El hecho sucedió cuando era una quinceañera (2010) y fue invitada por un amigo al apartamento de otro joven, allí la esperaban un total de cinco hombres.
Le ofrecieron alcohol y no desestimó que le hubieran agregado algo a su bebida, debido a que fue al baño sintiendo que se iba a desvanecer. “Estaba en una situación de vulnerabilidad y no podía controlar mi cuerpo”, contó al consignado medio.
En este punto los recuerdos de Milagros se volvieron más borrosos, pero sí ubica que uno de los jóvenes entró al baño. “Yo sentía que era un muñeco, que era manipulada a su criterio. Hicieron conmigo lo que quisieron”, contó.
Además dijo que durante la violación "hubo fotos y videos" que luego se viralizaron. “Me pusieron un apodo, 'la cinco', y hasta el día de hoy pienso en la crueldad que tuve que vivir”, lamentó.
“Si salía a algún lado, a una plaza o a un baile, me sentía observada y acosada. No fue solo el suceso traumático de la violación, sino también todo el después”, había dicho la víctima.