Este lunes se condenó por lavado y por asistencia de lavado a dos hermanos que compraban los cálculos y los enviaban a China
La Fiscalía logró este lunes la tercera y cuarta condena por lavado de activos proveniente del contrabando de cálculos ovinos, también conocido como "oro bovino", que eran vendidos en negro a China.
La Justicia hizo lugar al pedido del fiscal de Lavado Enrique Rodríguez de condenar a dos hermanos que enviaban los cálculos de las vacas, que se utilizan para producir fármacos, por los que cobraban miles de dólares de cuentas provenientes de Hong Kong.
Uno de los condenados recibió de las empresas de Hong Kong entre 2020 y 2023 U$S 407.907,46, dinero que retiró prácticamente en forma inmediata, según surge del dictamen del fiscal Rodríguez al que accedió El Observador.
Fue condenado por un delito de contrabando en concurso fuera de la reiteración real con un delito de lavado de activos en la modalidad de conversión y transferencia a la pena de 2 años y un mes de penitenciaría. Mientras que su hermano fue condenado por un delito de asistencia al lavado de activos a la pena de 18 meses de prisión que será sustituida por el régimen de libertad a prueba por el cual tendrá que presentarse una vez por semana en la seccional policial durante cuatro meses; prestar tareas comunitarias por el plazo de cuatro meses en un régimen de cuatro horas semanales y la prohibición de concurrir a establecimientos frigoríficos o de faena de animales mientras dure la condena.
Estas dos condenas se suman a las de otros dos hermanos -un hombre y una mujer- que eran hijos del hombre que inició el negocio años atrás y que falleció. Este hombre fue quien introdujo a estos otros dos hermanos en el negocio y les encomendó la tarea de recorrer distintos frigoríficos del interior del país para conseguir los cálculos. Recorrían frigoríficos de Canelones, Durazno, Salto, Paysandú y Montevideo.
Según relató el fiscal la mercadería se pagaba con dinero en efectivo directamente a los frigoríficos sin facturación y pagaban una aproximadamente U$S 185 el gramo.
Los ahora condenados concurrían a las oficinas de las plantas frigoríficas, donde negociaban con los propios dueños o con cargos gerenciales. "Las piedras o cálculos, eran allí mismo pesadas utilizando una balanza de precisión, y según la cotización se pagaba en efectivo, dinero que era transportado al lugar por él y su padre y entregado directamente a los vendedores en el sitio, obviando hacerlo por transferencia bancaria", explicó el fiscal.
Los frigoríficos hacían un proceso de secado de las piedras y eran enviados a través de DHL como encomienda.
Una vez que recibían los cálculos las empresas en China realizaban las transferencias internacionales, a cuentas bancarias en Uruguay.
El hijo del hombre fallecido que fue condenado días atrás llegó a recibir más de US$ 3 millones desde China.
La investigación se inició hace un año luego de que la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF) del Banco Central del Uruguay (BCU) detectara que dos empresas de Hong Kong transferían dinero desde China a un grupo de intermediarios y empresas uruguayas por unos US$ 10 mil para no levantar sospechas, pero que sumados superaban millonarias sumas de dinero.
"En la mayoría de los casos, el dinero que les ingresa a las cuentas se retira en efectivo el mismo día o en días sucesivos y que las transferencias realizadas por las referidas empresas son muchas veces fraccionadas por montos inferiores a los umbrales establecidos por la normativa del BCU a efectos del control del Lavado de Activos (las mismas no superan U$S 10.000 de manera individual).
Asimismo, se detectó la existencia de vínculos entre algunas de las personas físicas mencionadas, las que registran traspasos de dinero entre sí.
Ante esa situación la UIAF le pidió a la Dirección Nacional de Aduanas que le informara si esas sociedades operaban el comercio exterior "que pudiese justificar el ingreso de los fondos". Aduanas informó que no registraba operaciones de comercio exterior entre el 1 de enero de 2020 y el 29 de marco de 2023.
Una de las sociedades con el mismo nombre aparecía establecida en Hong Kong y surge que comercializaba “productos sanitarios y dispositivos médicos” asi como "hueso y joyería de jade tallado”. A su vez la otra sociedad registraba una importadora en el rubro “alimentos, atención médica y suministros médicos”.
La investigación logró determinar que los cálculos bovinos, que se forman en la vesícula del ganado a partir de la alimentación de los vacunos, conforman una materia mineral que se solidifica, señala el dictamen del fiscal y que en Uruguay se viene comercializando esa materia prima desde hace varios años por fuera de los controles sanitarios, impositivos y aduaneros.
Los cálculos solo pueden obtenerse a través de la faena de los vacunos y se estima que cada 100 animales sacrificados se encuentran solo una o dos de éstas piedras, ya que no todo el ganado las genera.
Los cálculos bovinos se usan como materia prima para la elaboración de fármacos destinados al tratamiento del hígado, anti inflamatorios, anti piréticos, calmantes, entre otros
"Su valor comercial se ha incrementado y es muy demandado mayoritariamente en la industria de países orientales como China. Tal es así, que se los considera como una pepita de oro, sin perjuicio de lo cual el precio que se paga por ellos supera largamente el de dicho mineral, alcanzando los U$S 200 el gramo", señaló el fiscal.
.
