En el centro del salón, la Asamblea General en pleno, integrada por los senadores y diputados electos, daba marco al acto constitucional en el que el nuevo presidente prestó juramento. Desde los balcones, las miradas de los invitados internacionales y del futuro gabinete ministerial de Orsi se posaban sobre el recinto. Entre ellos, destacaban tres expresidentes de la República: José Mujica, mentor político de Orsi, acompañado por su esposa, la exvicepresidenta Lucía Topolansky; Julio María Sanguinetti, primer presidente de la restauración democrática, en un año en el que se conmemoran 40 años de democracia ininterrumpida; y Luis Alberto Lacalle Herrera, padre del presidente saliente, Luis Lacalle Pou. La ausencia de otros expresidentes como Tabaré Vázquez y Jorge Batlle, fallecidos en los últimos años, fue también parte de la memoria de la jornada.
Fuera del encuadre de la imagen, en los palcos, se encontraban otros invitados especiales, entre ellos el arzobispo de Montevideo, el intendente de la capital y la familia de Yamandú Orsi, con su esposa e hijos siguiendo de cerca la asunción.
La solemnidad del acto fue realzada por la presencia del coro del Sodre y un piano de cola, protagonistas de la interpretación musical que precedió al juramento presidencial.
El ingreso de Orsi y Cosse a la Asamblea: saludos, miradas y un rival en primera fila
En otra de las imágenes clave de la jornada, Yamandú Orsi y Carolina Cosse ingresan al recinto de la Asamblea General, recorriendo el pasillo central mientras saludan a algunos de los presentes. A la izquierda, en los palcos, se distingue la ubicación de la familia del flamante presidente, su esposa e hijos observando atentos la ceremonia.
Pero la imagen también guarda un detalle político de peso. Cerca de su banca de senador, Álvaro Delgado, candidato del Partido Nacional en las elecciones de noviembre y exsecretario de la Presidencia de Lacalle Pou, observa el ingreso de Orsi. A pesar de la alta aprobación con la que finalizó el gobierno de su predecesor, el balotaje del 24 de noviembre terminó inclinando la balanza en favor de la izquierda, dejando a Delgado en la oposición.
Un saludo de altura: los expresidentes y el Rey de España
Otro de los momentos destacados de la jornada: en la espera de la llegada de Yamandú Orsi al Palacio Legislativo, el Rey de España se acercó a saludar a los tres expresidentes uruguayos presentes en la ceremonia: José Mujica, Julio María Sanguinetti y Luis Alberto Lacalle Herrera.
El video enfoca de cerca los rostros de los exmandatarios y mostró el instante en que se pusieron de pie para corresponder el saludo, en una línea descendente desde arriba hacia abajo. Tres figuras que marcaron distintos períodos de la historia democrática de Uruguay, unidos en un mismo gesto de respeto y diplomacia.
Mujica, mentor político de Orsi y símbolo del Frente Amplio, Sanguinetti, el hombre que condujo la transición democrática tras la dictadura, y Lacalle Herrera, referente histórico del Partido Nacional y padre del presidente saliente, conformaron una postal que trascendió la coyuntura electoral: la de un país donde el recambio institucional se da con naturalidad, enmarcado en la continuidad democrática que este año cumple cuatro décadas ininterrumpidas.
El Rey de España, siguiendo la tradición diplomática, aprovechó su paso por el recinto para intercambiar algunas palabras con los exmandatarios, en un gesto que sumó una cuota de formalidad y reconocimiento a la ceremonia.
Un balcón lleno de líderes: la mayor participación internacional en una asunción presidencial en Uruguay
Otra de las imágenes que marcaron la ceremonia es la del balcón reservado para las delegaciones internacionales y los jefes de Estado. En esta toma, se observa a líderes de todo el mundo presenciando el juramento de Yamandú Orsi, en lo que el canciller Mario Lubetkin definió como "la ceremonia de mayor participación histórica desde que reinició la democracia en 1985".
Entre las figuras más destacadas se encuentran el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier; el rey de España, Felipe VI; y el presidente de Armenia, Vahagn Khachaturyan. La región también estuvo representada con la presencia de Gabriel Boric (Chile), Lula da Silva (Brasil), Santiago Peña (Paraguay), Luis Arce (Bolivia) y Gustavo Petro (Colombia). Además, dijeron presente Xiomara Castro (Honduras), José Raúl Mulino (Panamá), Bernardo Arévalo (Guatemala) y Luis Abinader (República Dominicana).
La transmisión capturó la diversidad de delegaciones que asistieron al evento: el presidente de la República Árabe Saharaui, enviados especiales de China y Corea, ministros de México, Portugal, Italia, Costa Rica, Ecuador, Reino Unido, India e Irán, además de altos funcionarios de la Santa Sede. La presencia de Luis Almagro, secretario general de la OEA, también fue un punto relevante dentro del panorama diplomático.
A pesar de la alta concurrencia internacional, la ausencia del presidente argentino Javier Milei fue notoria. En su lugar, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, asistió a los actos en Plaza Independencia, pero no participó en la Asamblea General. Desde el entorno de Milei justificaron su inasistencia por la preparación de su discurso ante la Asamblea Legislativa en Buenos Aires, que tuvo lugar esa misma noche.
La imagen del balcón internacional es un reflejo del mapa geopolítico del evento. A su vez, deja en evidencia las ausencias deliberadas, como las de los representantes de Venezuela, Cuba y Nicaragua, cuyos gobiernos no recibieron invitación oficial debido a la negativa del presidente saliente, Luis Lacalle Pou, de firmarlas.
La familia Orsi: un instante íntimo en medio de la ceremonia
La familia del nuevo presidente Yamandú Orsi observaba la ceremonia desde uno de los palcos del Palacio Legislativo. En el centro, Laura Alonsopérez, su esposa, siguió con atención cada momento. A su derecha, su hijo Victorio. A su izquierda, Lucía. Los mellizos, fruto de un largo camino para concebirlos, son la razón por la que su hogar se ha mantenido siempre alejado de los focos de la política, incluso ahora, cuando la vida pública de su padre los pone en el centro de la política uruguaya.
Aunque la Constitución uruguaya no contempla el rol de "primera dama", Alonsopérez ha defendido con firmeza la privacidad de su familia. No se mudarán a la residencia presidencial de Suárez y Reyes; en cambio, seguirán viviendo en su casa de ladrillo visto y postigones, en una calle de balastro lejos del bullicio de Montevideo. La política, cuando mucho, llegará hasta el porche de ese refugio que han construido juntos.
El camino que los trajo hasta aquí tuvo sus propias vueltas del destino. Cuando se conocieron, Orsi era profesor de Historia en Maldonado y ella formaba parte de un coro en Salinas, donde coincidió con personas del mundo político sin que la política fuera parte de la ecuación. La coincidencia, más tarde, los acercó a figuras como Daniel Martínez y Marcos Carámbula, el padrino político de Orsi.
El palco de los invitados especiales: entre lo simbólico y lo político
Otra de las imágenes destacadas de la jornada muestra a algunos de los invitados especiales en uno de los palcos del Palacio Legislativo. En primer plano, el arzobispo de Montevideo, Daniel Sturla, observa atentamente el desarrollo de la ceremonia. A su lado, Mauricio Zunino, el nuevo intendente de Montevideo, quien asumió el cargo tras la salida de Carolina Cosse para enfocarse en su campaña como compañera de fórmula de Yamandú Orsi.
La presencia de Sturla, máxima autoridad de la Iglesia Católica en Uruguay, resalta el vínculo histórico entre la Iglesia y los actos republicanos, aunque en un país de marcada tradición laica. Por su parte, Zunino representa la continuidad de la gestión frenteamplista en Montevideo, un departamento que ha estado bajo el control de la izquierda desde 1990. Su llegada a la intendencia, sin haber pasado por una elección directa, fue consecuencia de la candidatura de Cosse a la vicepresidencia, un movimiento estratégico que terminó con la fórmula Orsi-Cosse imponiéndose en el balotaje del 24 de noviembre.
Un palco con historia política y peso intelectual
Hubo un palco donde se encontraban invitados especiales con trayectorias influyentes en la política y las relaciones internacionales. Entre ellos, Daniel Martínez, exintendente de Montevideo y excandidato presidencial del Frente Amplio en 2019. Su presencia en la ceremonia no es solo la de un casi olvidado referente de la izquierda, sino también la de un protagonista de la última elección en la que el Frente Amplio perdió el poder. En aquella ocasión, Yamandú Orsi fue designado su jefe de campaña en el balotaje contra Luis Lacalle Pou, con la misión de tender puentes hacia sectores no frenteamplistas. Tras la derrota, asumió públicamente su responsabilidad en el resultado, lo que marcó su perfil dentro del partido como una figura con autocrítica y visión estratégica.
Junto a él, en la misma fila, aparece Enrique Iglesias, uno de los intelectuales uruguayos más influyentes según una reciente encuesta de El Observador a 100 referentes. Su trayectoria lo respalda: ha sido Ministro de Relaciones Exteriores durante la presidencia de Julio María Sanguinetti, presidente del Banco Central del Uruguay, Secretario Ejecutivo de la CEPAL, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo y Secretario General Iberoamericano.
En el palco también se encuentra Mauro Vieira, Ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, una presencia que cobra relevancia dado el vínculo cercano entre el presidente brasileño, Lula da Silva, y el expresidente José Mujica. De hecho, la noche previa a la asunción, Lula, Orsi, Gabriel Boric y Gustavo Petro compartieron una cena privada, en lo que se interpretó como una señal del fortalecimiento de los lazos entre los líderes de la región.
La caminata de Gustavo Salle para su vivo en Facebook
Su llegada de Salle Parlamento en las elecciones de 2024 marcó un giro disruptivo en la política uruguaya, y su comportamiento en la Asamblea General no hizo más que reforzar su estilo particular. En medio de la solemnidad del evento, y previo al ingreso de Orsi y Cosse a la sala, Salle se convirtió en una de las figuras más divertidas de la jornada. Se lo vio circular por el recinto con su celular en mano, transmitiendo en vivo para su cuenta de Facebook, como si estuviera documentando el momento desde adentro para sus seguidores. Mientras los protocolos avanzaban y el foco estaba en los discursos y saludos de rigor, Salle recorría la sala, capturando cada detalle con su cámara, en un gesto que contrastaba con la formalidad del evento.
Su irrupción en el Parlamento también fue analizada en clave política. Según el politólogo Camilo López para un reportaje de El Observador sobre tendencias políticas mundiales, su discurso representa un fenómeno que definió como "rojipardismo", una combinación de posturas ultraderechistas con un tono que, en ciertos aspectos, resuena con sectores de izquierda. "Es un tipo de nuevas derechas", explicó López, señalando cómo el concepto de derecha está mutando en Uruguay y en el mundo.
