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10 de abril 2025 - 5:00hs

En una larga cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue el principal blanco de las alocuciones, el gobierno de Yamandú Orsi se anotó uno de sus primeros objetivos en política exterior y trazó una estrategia muy diferente a la de su antecesor Luis Lacalle Pou.

Uruguay logró el acuerdo para recibir en 2026 la presidencia pro témpore de la Celac de manos del gobierno colombiano de Gustavo Petro. Tras la resolución oficial en Tegucigalpa, Honduras, el canciller uruguayo Mario Lubetkin dijo a El Observador que conseguir el respaldo por consenso de los 33 países de la región significa “un gran éxito de la diplomacia uruguaya, apenas a pocas semanas de la asunción del presidente Orsi”.

Apenas se puso la banda presidencial, Uruguay recibió el aliento de países como Honduras –cuya presidenta Xiomara Castro traspasó este miércoles la presidencia de la Celac– y de México para suceder a Colombia al frente de este bloque. La delegación uruguaya en Tegucigalpa en estos días estuvo expectante de cerrar el acuerdo final, que fue adelantado por el colombiano Petro en la noche del martes tras una reunión con Orsi.

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"Saludo la decisión de mi amigo Yamandú Orsi de asumir la presidencia de la Celac en 2026", lo saludó ante el resto de los mandatarios el brasileño Lula Da Silva. "Cuenten con Brasil para seguir construyendo nuestra Patria Grande".

El canciller Lubetkin remarcó desde antes de asumir su cargo que la Celac es el único espacio de “diálogo” que reúne a todos los países de América Latina y el Caribe.

Ni Canadá ni Estados Unidos lo integran, y de hecho la administración de Trump concentró buena parte de las críticas lanzadas por Petro, Xiomara Castro, Claudia Sheinbaum (México), Lula Da Silva (Brasil) y, como era de esperar, también del cubano Miguel Díaz-Canel y del venezolano Nicolás Maduro, quien envió un mensaje por video.

“En este espacio (..) tenés de todo. Tenés planteos de derecha, izquierda, centro”, declaró Orsi en la previa a Canal 5. “Lo que no es común es que nos podamos sentar en una mesa a hablar de todas las cosas que nos son comunes. Eso es lo novedoso en esta instancia”.

En otra entrevista con radio Panamá, Orsi sostuvo que busca “regar y alimentar cada una de las plantitas de integración que hay en la región”, desde la OEA hasta el Mercosur, la Aladi y la Celac. “Para un país de la escala nuestra, todos los frentes de integración que se abran son polos de atracción para nosotros”, dijo y predicó a favor de los “acuerdos sur-sur” y de abrir “el abanico” para “jugar en todas las canchas”, como había afirmado en su discurso del 1 de marzo ante el Parlamento.

Sin condenas a Cuba y Venezuela

Distinto al tono de otros mandatarios, que apuntaron contra los efectos de la guerra arancelaria de Trump, Orsi dedicó su discurso en la summit a exaltar la integración y el “compromiso con la democracia y los derechos humanos” asumido desde la creación de la Celac.

En esta línea marcó un cambio de impronta respecto a Lacalle Pou, quien más de una vez le endilgó a Venezuela, Cuba y Nicaragua la ausencia de democracia.

En enero de 2023 en Buenos Aires, el expresidente nacionalista sostuvo ante los mandatarios que en ese espacio había “claramente” países que “no respetan ni las instituciones, ni la democracia ni los derechos humanos”. “No tengamos una visión hemipléjica (...) según el perfil ideológico”, pidió entonces, en un encuentro en que llamó a impulsar desde la Celac una “zona de libre comercio” entre los países de la región.

En una cumbre del bloque años antes, Lacalle Pou decidió apuntar contra el gobierno de Cuba y en un cruce de alocuciones con el comunista Díaz-Canel sostuvo –en plena campaña por el referéndum contra la LUC– que “por suerte” en Uruguay “la oposición puede juntar firmas y tiene resortes democráticos para quejarse”, lo que era “la gran diferencia con el régimen cubano".

Orsi, sentado este miércoles a la izquierda de Díaz-Canel, optó por la posición histórica del Estado uruguayo y giró para mirarlo directamente cuando habló de “reivindicaciones históricas” como “la defensa de la soberanía y el derecho de todo Estado de vivir libremente de amenazas, agresiones y medidas coercitivas unilaterales, con respecto al bloqueo a Cuba y al derecho de la Argentina sobre las Islas Malvinas”.

Por otro lado, no hizo menciones a Venezuela –donde en campaña había admitido que hay “una dictadura” cuando se interpreta la realidad entre “A o B”–, ni tampoco a Nicolás Maduro, a quien el gobierno uruguayo sigue sin reconocer como presidente legítimo del país caribeño.

El discurso de Orsi priorizó en cambio los graves problemas de la región con el narcotráfico, las acciones tendidas contra el hambre y la desnutrición y buscó reforzar la idea de que Uruguay debe “contribuir con la paz y estabilidad en un mundo cada vez más cambiante”.

El caso de Cuba y Venezuela genera tensiones desde la primera hora en la Celac, y ocasionó por ejemplo que Jair Bolsonaro retirara durante su presidencia a Brasil de ese espacio, antes de que Lula reinstaurara la participación. También Javier Milei ha tomado distancia y este miércoles, en paralelo a la summit de Honduras, viajó a Paraguay para reunirse con su presidente Santiago Peña. Durante la cumbre, el gobierno paraguayo reclamó que no había sido incluido en el “consenso” que en un primer momento intentó decretar Xiomara Castro para aprobar la declaración final de la jornada.

El balance de Lubetkin

El ministro Lubetkin, quien participará este jueves y viernes en reuniones de cancilleres del Mercosur en Buenos Aires, destacó los resultados de las distintas reuniones con jefes de Estado.

El jerarca indicó que en la bilateral con la presidenta de México acordaron profundizar relaciones “en una serie de áreas” que comenzarán a trabajar “en breve”, al tiempo que con el mandatario de Guatemala, Bernardo Arévalo, acordaron “avanzar con la implementación del Plan Ceibal” en su país.

Con el gobierno de Haití, mientras tanto, se alinearon para trabajar en pos de “temas de apoyo logístico”; con Petro, presidente de Colombia, acordaron “trabajar estrechamente en los temas que se establezcan en la agenda de la Celac” durante este año y el próximo, mientras que con Honduras buscan “acercar más” a Uruguay “a los mercados centroamericanos”.

Antes de que finalizara la cumbre, Orsi se retiró junto a Lula, con quien viajó hacia Brasilia. El presidente retornará este jueves por la mañana a Uruguay en un vuelo de la Fuerza Áerea.

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