La hermana del hombre de 30 años que murió tras caerse en unos pinchos dispuestos en el contorno de un edificio en Barrio Sur publicó una carta donde dio más detalles de lo sucedido y defendió el pedido de retirar la llamada "arquitectura hostil".
La mujer contó que la familia sufrió mucho "como para tener que escuchar quejas y molestias por la solicitud del retiro de esos objetos punzantes". El Municipio B inspeccionó la zona que abarca su gobierno e intimó a retirar este tipo de elementos, además de pedirle a la Intendencia de Montevideo que prohíba el uso de esta "arquitectura hostil".
En la carta publicada en redes, la mujer dijo que se trata de un día "difícil para toda la familia" como "lo viene siendo hace 51 días desde ese horrible accidente".
Como cuenta esta nota de El Observador, el hombre iba caminando por Durazno y Héctor Gutiérrez Ruiz cuando tropezó y se cayó sobre un "objeto punzante" en el edificio de la esquina. "Ese pincho, como solemos nombrarlo la mayoría, ingresó por su pómulo derecho con dirección a su ojo izquierdo, dañando la estructura maxilofacial, con varias fracturas en esa zona y tocando parte del cerebro", continuó su hermana.
Un video cedido por la familia muestra cómo eran estos elementos punzantes en el edificio en cuestión.
Pinchos en edificio de Héctor Gutiérrez Ruiz y Durazno
Video: cedido a El Observador
"Pasamos 27 días en un CTI, de los cuales 20 estuvo en coma. En ese lapso fue sometido a dos operaciones craneales, de las cuales nunca regresó, falleciendo el 16 de noviembre", cuenta el texto.
"Las complicaciones fueron varias, la primera operación fue para reparar una fístula por donde estaba perdiendo liquido cefalorraquídeo, tres días después nos llaman para avisarnos que iban a proceder con una segunda operación, esta vez para salvarle la vida; ya que estaba cursando un infarto cerebral", continúa.
El joven infartó "un 90% del hemisferio izquierdo y otra gran parte en el occipital derecho". Desde la primera operación no volvió a despertar.
"Contar todo lo que vivimos esos días llevaría muchos párrafos y aún así sería imposible transmitirles el terror y la angustia que nos tocó transitar como familia", afirmó la hermana del joven.
"Ya bastante cargamos con esos días vividos, y todos los días que nos restan con su ausencia, como para tener que escuchar quejas y molestias por la solicitud del retiro de esos objetos punzantes. "Pinchos" que como comentaba más arriba atravesaron la cara de mi hermano y acabaron con su vida, destrozando así la de todos nosotros".
A su criterio, no se trata de política partidaria sino de "querer que nadie jamás tenga que pasar" por lo que pasaron ellos. "Es cuidar de que si alguien se cae cerca de esos lugares no sea más que un golpe", afirmó la mujer.