El presidente de Cutcsa, Juan Salgado, denunció que los choferes de ómnibus enfrentan una “presión de violencia muy grande” cuando ponen sus vehículos a disposición para trasladar a hinchas luego de los partidos de fútbol. Según Salgado, este problema afecta tanto la seguridad de los empleados como la operatividad del servicio.
En rueda de prensa, el presidente de Cutcsa expresó su preocupación por las condiciones en las que los trabajadores del transporte deben operar tras los partidos de fútbol, indicando que las agresiones y los daños a los vehículos se han vuelto una constante.
Salgado aseguró que el sector sufre tanto “costos económicos” como “presiones de violencia en cada uno de los partidos”. En sus declaraciones, destacó que este deporte es un “espectáculo privado” y que los responsables de la organización de estos eventos son quienes deben prever todos los posibles riesgos.
"Es un espectáculo privado, los dueños del espectáculo son los que deben organizar y prever todo lo que pueda suceder. El sector del transporte sufre costos económicos y presiones de violencia en cada uno de los partidos", señaló Salgado.
Salgado también expresó su temor de que algún incidente grave pueda ocurrir si la situación no cambia. "Temo que en algún momento pueda suceder algo que lamentar", dijo, advirtiendo sobre los riesgos que enfrenta el personal de transporte en estas circunstancias.
El presidente de Cutcsa explicó que la empresa realiza un seguimiento de los incidentes, enviando cada lunes un reporte sobre las roturas y los costos derivados de los daños a los responsables de la organización de los partidos. Sin embargo, manifestó que nunca se reciben respuestas ni compensaciones por parte de los clubes o de la organización.
"Cualquier entrada y salida de los estadios es un costo negativo. Les estamos comunicando a las dirigencias en cada partido que puede terminar en algo. Suspender el servicio es lo último que vamos a pensar", indicó Salgado, sugiriendo que la empresa intenta evitar la suspensión del servicio, pero que la situación es cada vez más insostenible.
"Se nos hace cada vez más difícil como empresa, hay gente que ya no quiere ir, que les han pegado, los han empujado y les han roto todo el ómnibus", agregó.
El presidente de Cutcsa también instó a que los involucrados asuman responsabilidad. “Todos tienen que poner un poco de responsabilidad y no mirar para el costado, mucho menos los dirigentes del fútbol que son quienes organizan el negocio”, señaló.
