La Justicia procesó con prisión al excoronel de la dictadura, Eduardo Ferro, por el secuestro de Lilián Celiberti y Universindo Rodríguez, militantes del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP), así como los hijos de ella en Porto Alegre (Brasil) en noviembre de 1978.
Los niños tenían siete y tres años, y la maniobra se dio en el marco del Plan Cóndor.
"Fueron detenidos ilegalmente en Brasil", dijo el fiscal de Delitos de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe, debido a que no hubo una orden de detención previa.
"Militares uruguayos se constituyeron en Brasil, los detuvieron de forma ilegal porque no había ninguna orden y los trajeron de forma ilegal al Uruguay. Ferro participó en el operativo y torturó a las víctimas en Uruguay", agregó.
El fiscal entiende que la maniobra en Porto Alegre "seguramente" fue una trampa para detener a Hugo Cores, por entonces secretario general del PVP, en un lugar que se conoce como "ratonera". Los militares, sin embargo, no pudieron dar con Cores.
Los cuatro secuestrados fueron traídos a Uruguay y los adultos fueron torturados en la Fortaleza de Santa Teresa de Rocha y en el Centro General de Instrucción para Oficiales de Reserva (CGIOR), para ser derivados luego a la justicia militar.
En cuanto a los niños, los jueces de menores los dejaron en custodia de sus abuelos maternos.
"Este caso es distinto porque es Plan Cóndor pero con Brasil, estamos acostumbrados a que sea con Argentina, Chile o Paraguay", agregó el fiscal.
Universindo Rodríguez, más conocido como "Yano", murió en el 2012 a los 61 años; mientas que Lilián Celiberti tiene 74 años al día de hoy.
"Éramos dos niños en ese entonces, hoy somos dos adultos", contó uno de los secuestrados
Camilo Casariego tenía siete años cuando ocurrió el secuestro en Porto Alegre, mientras que su hermana tenía tres.
"Éramos dos niños en ese entonces, hoy somos dos adultos con hijos", contó Casariego este martes en diálogo con TV Ciudad.
Casariego dijo sentir "sentimientos encontrados" por el procesamiento de Ferro. "Un poco de alegría porque se va resolviendo nuestro caso", pero a la vez "un poco de desazón porque pasaron 46 años", agregó.
"El resto de la familia luchó tanto por Justicia y hoy no está", sentenció Casariego.