La ministra de Defensa, Sandra Lazo, resolvió no participar este viernes de la reunión pedida por el astillero Cardama a la cartera, según confirmaron fuentes políticas a El Observador. En su visita a Montevideo, el ejecutivo español Mario Cardama había solicitado comparecer ante la comisión de Defensa del Senado y también ante la titular de la cartera para presentar el avance de la construcción de los dos buques OPV.
Lazo, sin embargo, creó semanas atrás un "grupo de trabajo" dentro del ministerio para asesorarse sobre el proceso de la Armada en torno a la contratación de este astillero. La jerarca del MPP pretende que sea este ámbito el que reciba a Cardama para generar insumos para su trabajo interno y así tomar una decisión al respecto luego de la Semana de Turismo.
La compra, resuelta por el anterior gobierno tras varios contratiempos, fue objetada por la propia Lazo desde la oposición y en plena campaña electoral llegó a pedir la nulidad del proceso. La adquisición también motivó la renuncia de un alto mando de la Armada y las protestas de distintos astilleros que no resultaron seleccionados.
Está previsto que este viernes concurran al Ministerio de Defensa tanto Cardama como sus principales proveedores en la fabricación: la danesa Terma, la estadounidense Caterpillar y la española Escribano Mechanical & Engineering.
La compra tendrá un costo total de 82 millones de euros. La firma del contrato estuvo desaconsejada por el anterior jefe de Estado Mayor de la Armada –quien terminó pidiendo pase a retiro–, al tiempo que el astillero gallego tuvo varios idas y vueltas a contrarreloj antes de presentar al filo del plazo la garantía requerida por medio de un banco inglés.
A partir del primer desembolso –realizado el pasado 9 de diciembre– comenzó a correr el plazo de 18 meses para que Cardama Shipyard construya las OPV y entregue el primer buque.