Hace algunos meses, Martín (nombre ficticio) comenzó a tener problemas de relacionamiento en uno de los centros de 24 horas en Lezica, que pertenece al Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU).
Las discusiones y peleas a golpes de puño no solo afectaban a los otros menores, sino que también alcanzaban a las más de 10 funcionarias que trabajan en el hogar. En el interín, el personal notaba que el joven era visitado por otros hombres –mayores de edad– e intuían que Martín caminaba por malos pasos.
En el mientras tanto, la salud mental del adolescente de 17 años comenzó a deteriorarse. Mostraba una agresividad excesiva, no acataba las órdenes de las funcionarias y a la mínima de cambio quería pelear con sus pares. También amenazaba con prender fuego el edificio y asesinar a las trabajadoras.
Por las noches, Martín se escapaba por el portón principal del centro y decía que lo hacía porque debía trabajar en una “una casa” a la que estaba ayudando a pintar. La vivienda está ubicada en Las Piedras y está relacionada con un narcotraficante de esa ciudad.
Una persona que declaró en la investigación que lleva adelante el INAU, dijo que el hombre está vinculado a algunas bandas narcos de Las Piedras. “Es muy conocido en la zona de Las Piedras, ya que es dueño de dos empresas y se dedica a la venta de sustancias”, indicó.
Del supuesto trabajo al que decía acudir Martín, volvía a la mañana siguiente con claros signos de no haber dormido durante la noche y posible consumo de sustancias. Regresaba con cigarrillos, muchas prendas de ropa nuevas y dinero.
El 17 de marzo, las funcionarias comenzaron a confirmar las sospechas de que el joven se estaba vinculando con narcotraficantes. Volvió y contó que en la casa en la que había pasado la noche, la Policía realizó un allanamiento.
“Menciona que a él no lo detuvieron por ‘entregar a sus compañeros’”, indica el informe del INAU al que tuvo acceso El Observador.
Martín es activo en su cuenta de Instagram. Publica fotos de él, pero además las utiliza para vender bicicletas, motos, autos, sustancias psicoactivas. Todo, según él, “genera mucha plata”. Los artículos que pone a la venta son robados, según indicaron las trabajadoras del centro al colaborar con la investigación.
“Menciona que genera mucha plata y que un día lo veremos a los 18 años con un BMW en la puerta del hogar, ya que tiene que aprovechar que es menor de edad”, agrega el texto.
Al centro llegaban otros jóvenes que preguntaban por Martín y que, según algunas funcionarias, en algún momento lo amenazaron de muerte tanto a él como al resto de los internos. Ante esto, se dio cuenta de la situación a las autoridades del INAU para que estuvieran al tanto de que los menores y el resto de los trabajadores corrían riesgo.
En las redes también se lo ve a Martín vestido de negro, con pasamontañas, chaleco antibalas portando una pistola Glock de 50 balas y guantes.
La fuga y el traslado que no fue
Debido a la situación de salud mental que atravesaba Martín, se entendió que lo pertinente era que fuera a una consulta con un psiquiatra. Allí se recomendó que lo correcto era internarlo en otro lugar para que estuviera contenido.
El joven se negó y decidió retirarse del centro en contra de la voluntad de las autoridades, por lo que se hizo la denuncia correspondiente en la Seccional 21 del barrio Colón. Hasta el día de hoy no hubo novedades al respecto del paradero de Martín.
En diciembre, la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (Inddhh) recomendó al INAU trasladar a Martín a un centro del interior del país. Esto fue antes de que las funcionarias detectaran que el joven tenía vínculos con narcotraficantes.
La directora departamental del INAU en Montevideo, Geraldy Correa, decidió no autorizar el traslado dado que entendió que convenía que el joven solucionara los problemas de convivencia antes de tomar cualquier postura.
La directora general del INAU, Dinorah Gallo, abrió un expediente con el caso y se volvió a hacer la denuncia, luego de reunirse con 13 trabajadoras del centro y escuchar los pormenores de la historia.
La causa cayó en una Fiscalía de Las Piedras, dado que los vínculos con delincuentes que mantuvo o mantiene el joven provienen de esa ciudad canaria.
El Ministerio Público tiene la matrícula de la camioneta de alta gama que pasaba a buscar al adolescente. También tiene el nombre del supuesto “empresario”, según los testigos, que está al frente de la banda narco con la que se vinculó Martín.
El tema está en manos del sindicato del INAU, que fijó una reunión con las nuevas autoridades del organismo con el fin de abordar la situación de riesgo que entienden que corren los trabajadores.