Contexto
¿Qué es La Niña y cómo se define?
La Niña es un fenómeno climático que se caracteriza por temperaturas más frías de lo normal en la superficie del Océano Pacífico ecuatorial central y oriental. Para declararlo, deben coincidir anomalías térmicas de al menos -0,5 °C y cambios en la circulación atmosférica, como vientos alisios intensificados y alteraciones en los patrones de precipitación. Este fenómeno es parte de un sistema mayor, conocido como El Niño-Oscilación del Sur (ENOS).
¿Por qué este episodio es considerado inusual?
Es raro que La Niña comience a finales de año, pues normalmente se forma a finales del invierno austral o principios de la primavera. Además, este episodio se espera que sea breve y de baja intensidad, contrastando con el evento prolongado de 2020 a 2023.
¿Cómo afectará a Uruguay?
“Durante un evento de La Niña, las aguas del Océano Pacífico ecuatorial central y oriental se vuelven más frías de lo normal. Esto tiene efectos significativos en los patrones de viento, precipitación y temperatura en todo el mundo. La última vez que la fase fría estuvo presente fue entre 2020 y 2023 con un evento prolongado del fenómeno que trajo sucesivas sequías en el sur de Brasil y una crisis hídrica en Uruguay, Argentina y Paraguay”, recuerda el organismo meteorológico brasileño en un comunicado oficial.
¿Cuáles son las características actuales del fenómeno?
La anomalía de temperatura superficial en la región Niño 3.4 es de -1,1 °C, nivel moderado de La Niña. Las condiciones atmosféricas, como vientos alisios fortalecidos y patrones de lluvia alterados, también son consistentes con el fenómeno. El evento actual es más "centralizado", concentrando su impacto en el Pacífico Centro-Este.
¿Cómo influye La Niña en el clima global?
A nivel mundial, La Niña reduce la temperatura promedio del planeta, aunque el calentamiento global atenúa este efecto. En otras regiones, el fenómeno puede intensificar sequías, inundaciones y fluctuaciones extremas de temperatura.
Cómo sigue
En los próximos meses, se anticipa que el evento de La Niña se debilite rápidamente, con probabilidades decrecientes hacia la neutralidad climática a partir de marzo de 2025. A nivel global, se monitoreará cómo La Niña afecta las dinámicas climáticas frente al contexto del cambio climático.