El presidente electo del Frente Amplio conversó con Lula Da Silva, quien lo invitó a visitarlo en Brasil
Yamandú Orsi visitó a José Mujica en su chacra de Rincón del Cerro en su primer día como presidente electo
Inés Guimaraens A Yamandú Orsi le “costó” conciliar el sueño. Se quedó “en la vuelta”, se sentó “a ver todos los mensajes”. Recién sobre las 4 de la madrugada se fue a acostar. Habían pasado ocho horas desde que supo que el próximo 1° de marzo se colgará la banda presidencial.
El cansancio le ganó a la agenda de “compromisos y llamadas que no pudieron hacerse” porque no se despertó. Más tarde iba a haber tiempo para todos esos contactos: lo llamó el mandatario Lula Da Silva y lo invitó a viajar a Brasil. El líder del Partido de los Trabajadores (PT) y amigo de José Mujica –a quien pretende visitar en Montevideo cuando asista a la cumbre del Mercosur la próxima semana– es uno de los encuentros pendientes de Orsi desde que ganó las internas de junio.
Sobre la tarde concretó la llamada con la presidenta mejicana Claudia Sheinbaum. “México tiene gran cariño por el pueblo uruguayo”, escribió en sus redes esta ingeniera progresista, admirada en especial por la vicepresidenta electa Carolina Cosse.
Ya en la noche del balotaje había recibido el llamado del presidente chileno Gabriel Boric. En el correr del lunes pudo hablar también con el mandatario paraguayo Santiago Peña a la espera de encontrarse en la cumbre del Mercosur, a la que Orsi tiene previsto asistir junto a Luis Lacalle Pou.
El exintendente de Canelones priorizó este lunes juntarse con sus padrinos políticos Mujica y Lucía Topolansky en la chacra de Rincón del Cerro. “Cuando dieron la noticia, yo lo llamé y con Pepe le dimos un abrazo por teléfono”, contó la ex vicepresidenta a El Observador.
Topolansky definió la conversación de más de una hora y media de este lunes como un “primer abrazo a un compañero de la fuerza política que sale electo” y un “peloteo general” aunque sin “nada concreto”.
“Pepe estuvo contando algunas cosas de cómo fue su ingreso a Presidencia, algunos consejos que le había dado (el exministro de Economía, Alejandro) Atchugarry”, relató la ex vicepresidenta. El propio Orsi reconstruyó que el viejo cacique del MPP “habla de su experiencia y desliza qué es lo que piensa, tiene la sabiduría de no plantear las cosas como consejo, sino cómo él armó y cómo es la Presidencia”.
Con el balotaje laudado, ahora falta saber el resto de los nombres clave que integrarán el gobierno. “Hablamos de todos los elencos y yo sé lo que él piensa y lo que siente, porque no te anda con vueltas. Sabés que él tiene ideas, pero también me dice que yo voy a ser el presidente y voy a decidir”, afirmó Orsi.
“Algún nombre se tiró, pero no te los voy a decir”, resumió Topolansky. El tema que más interesa a Mujica es el agro y que el titular de esa cartera trabaje codo a codo con el ministro de Economía.
Al igual que el nacionalista Álvaro Delgado, Orsi solo nombró durante la campaña electoral a Gabriel Oddone y prefirió no adelantar al resto del gabinete. Pero sí dejó pistas que son, por estas horas, el principal tema de conversación en filas del Frente Amplio.
Si bien el presidente electo asegura que recién a partir de ahora empieza el trabajo para designar cargos, son justamente las figuras que más cerca suyo estuvieron durante la campaña las que suenan con más fuerza.
Mientras todavía era candidato, Orsi mostró a equipos de asesores y abrió la cancha a que algunos dirigentes de renombre comenzaran a marcar perfil. El caso más notorio fue el del exfiscal de Corte, Jorge Díaz, quien se maneja desde hace tiempo para dirigir el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, una vez que sea creado, probablemente en la próxima ley de presupuesto.
En ese interín, en la izquierda se maneja que el abogado será asesor en Torre Ejecutiva y hasta posible prosecretario. “Ah, es la gente que yo quiero siempre tenerla cerca”, se limitó a decir Orsi en entrevista con El Observador en octubre. “Pero no sé si va a ser ministro… puede ser, puede ser sí. Pero es importantísimo contar con su aporte”.
Otro nombre que parece cantado para los frenteamplistas es el de Gustavo Leal –exdirector de Convivencia durante la gestión de Eduardo Bonomi– para tomar la posta del Ministerio del Interior. Orsi ha remarcado en que en esa cartera debe haber un “ministro político” y que también será clave el director nacional de Policía.
Leal mantiene de momento un bajo perfil mediático, aunque retomó las salidas públicas junto a Orsi en la carrera por el balotaje. El sociólogo recibió elogios de Roberto Rivero y de Víctor Björgan, exasesores en seguridad de los partidos Colorado y Nacional, respectivamente, que en noviembre le dispensaron su respaldo al candidato frenteamplista.
También ya lo toman como interlocutor de referencia los diputados del interior y organizaciones policiales, según reconstruyó El Observador.
Para la subsecretaría de Interior se maneja en la coalición de izquierda el nombre de Gabriela Valverde, actual funcionaria de esa cartera y dirigente de la Vertiente Artiguista, quien integró el equipo de asesores en seguridad que Orsi mostró de cara a las internas de junio.
A nivel de la Policía, por otra parte, suena el nombre del extitular de la Guardia Republicana, Alfredo Clavijo. El exjerarca policial es cercano a quien fuera director nacional de Policía durante la última administración frenteamplista, Mario Layera; tras la asunción de Jorge Larrañaga en 2020 pasó a desempeñarse en pase en comisión para asesorar en temas de seguridad a la Intendencia de Montevideo.
Vinculados a estos temas, dirigentes de la Huella de Seregni manejan que sea Layera quien asuma la titularidad de la Secretaría de Inteligencia Estratégica del Estado que funciona en la órbita de Presidencia de la República y que hoy conduce Álvaro Garcé. Por otro lado, suena para la Secretaría para la Lucha contra el Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo (Senaclaft) un hombre que ya ocupó esa responsabilidad en el gobierno de Tabaré Vázquez: Ricardo Gil Iribarne.
Ambas reparticiones han estado bajo la lupa de Jorge Díaz y el propio Orsi para jugar un rol más preponderante en el próximo quinquenio.
Los frenteamplistas también dan por obvio que el senador electo del MPP y hasta ahora jefe de campaña, Alejandro Sánchez, sea el principal operador del gobierno desde la Torre Ejecutiva como secretario de la Presidencia. “Probablemente abandone el Parlamento”, se limitó a contestar el “Pacha” a El Observador en octubre.
Otra pista clave para el armado del gabinete es la apuesta frenteamplista a conformar un Consejo de Ministros paritario. “Si es 50,1% o 50,2%, es un detallecito. Lo bueno sería un gabinete con presencia potente de los dos géneros”, había indicado Orsi.
Entre las mujeres con importante proyección dentro del Frente Amplio se cuentan la senadora electa Cristina Lustemberg –principal referente para temas de salud y de infancia–, Liliam Kechichian –exministra de Turismo, fue una de las seis personas que acompañó en estudios a Orsi durante el debate–, las emepepista Cecilia Cairo –otrora responsable del Plan Juntos– y Sandra Lazo –quien tuvo un rol central desde la comisión de Defensa del Senado– para el Ministerio de Defensa.
En el complejo puzzle para armar el gobierno, Orsi es consciente de que no puede “desvestir el Senado” y que precisa allí figuras de peso. Tal es el caso, por ejemplo, de Lucía Etcheverry, a quien Daniel Martínez nominó para ser su ministra de Vivienda en 2019, pero que en estos cinco años jugó un rol protagónico desde la Cámara de Diputados en el contralor parlamentario al gobierno de Lacalle Pou.
A partir de ahora, y mientras su equipo busca una nueva sede que sea apta para esas tareas, el presidente electo también deberá buscar los equilibrios entre sectores del Frente Amplio. El Secretariado Ejecutivo está convocado a la Huella de Seregni este martes a las 14 para recibir a Orsi y empezar a delinear la transición. Tanto Fernando Pereira como el senador Mario Bergara han adelantado que habrá un “trabajo paralelo” entre la estructura partidaria y el gobierno electo.
