La diputada colorada María Eugenia Roselló presentó un proyecto de ley llamado “Paz”, que busca “avanzar en garantías” sobre “el derecho humano fundamental a acceder a los tratamientos de reproducción asistida, con énfasis en los cubiertos por el Fondo Nacional de Recursos”,
Sobre el nombre que lleva la ley, Roselló explicó a El Observador que Paz es una bebé de 8 meses que fue su inspiración ya que nació a través de tratamiento de fertilidad y sus papás le brindaron su testimonio.
La ley busca garantizar “el derecho de los trabajadores y trabajadoras –tanto del sector público como privado– a ausentarse del trabajo, sin desmedro de la remuneración, para realizarse tratamientos de reproducción humana asistida”.
Además, busca resolver los problemas que enfrentan quienes recurren a las técnicas de reproducción asistida, producto del costo, el tiempo y la planificación que conllevan, además de los traslados desde distintos puntos del país a Montevideo, “única ciudad donde existen clínicas habilitadas para estos procedimientos”.
También prevé la eliminación de copagos para los tratamientos de alta complejidad cubiertos por el Fondo Nacional de Recursos –siempre y cuando los beneficiarios sean uruguayos o extranjeros con residencia legal o permanente mayor o igual a tres años– topear la edad en 40 años inclusive para que las mujeres puedan solicitar los tratamientos y cambiar el máximo de edad permitido de la mujer receptora de embriones o gametos femeninos, que pasaría a ser 45 años.
Por otro lado, otorga cuatro horas al mes para que trabajadores puedan asistir a consultas, estudios o procedimientos relacionados con técnicas de reproducción asistida, sin que se descuenten las horas de la remuneración. El texto busca dar, además, dos días al año de licencia especial con goce de sueldo para mujeres trabajadoras que se sometan a la transferencia de embriones, garantizando su derecho a reposo recomendado por los especialistas.
Por último, estipula que las horas de ausencia y la licencia especial se computan como trabajadas, establece el preaviso de solo un día al empleador, debido a la naturaleza imprevisible de estos tratamientos e indica un plazo de tres días hábiles para acreditar la realización de los estudios.
