Ambar, la niña de 2 años y medio que recibió 15 balazos, fue operada este mediodía en el Hospital Pediátrico Pereira Rossell continúa "muy grave" aunque "con avances importantes", según fuentes del centro de salud.
La niña está internada en cuidado intensivos mejorando desde el punto de vista respiratorio y desde la circulación sanguínea, al punto que le están bajando los medicamentos para el corazón y la respiración asistida.
Igualmente en caso de sobrevivir una lesión en la médula la dejaría parapléjica, según confirmó El Observador.
Durante la intervención le cerraron el abdomen y no se le identificaron nuevas lesiones. Debido a todas las heridas, la víctima está "en situación de extremo riesgo vital", según había comunicado el hospital pediátrico con anterioridad.
La tercera operación fue informada en primera instancia por Subrayado (Canal 10) y en principio no se tienen planes de una cuarta cirugía.
La niña fue baleada en la madrugada del lunes en el barrio Nuevo Ellauri, cuando estaba en brazos de su padre de 22 años, quien murió acribillado por individuos que circulaban en moto.
El joven asesinado era Rodrigo Nahuel Pintos Dorta, quien portaba un arma Glock con el cargador modificado con 17 balas, incluyendo municiones oficiales del Ministerio del Interior.
Se sospecha que llevaba un arma de fuego, aunque esta no fue hallada en la escena, lo que sugiere que familiares o allegados pudieron retirarla antes de su traslado a la clínica de Capitán Tula, donde murió.
Desde su adolescencia, Pintos Dorta estuvo vinculado a actividades delictivas. Uno de los crímenes más impactantes ocurrió en marzo de 2020, cuando siendo menor de edad asesinó a una policía para robarle su arma y chaleco antibalas.
Por este hecho, recibió una condena de cinco años, de los cuales cumplió solo dos. Además, acumulaba investigaciones por otros tres homicidios cometidos antes de cumplir los 18 años.