El niño de 10 años que fue prendido fuego por su madre –que se suicidó en el incendio intencional– sigue muy grave, en CTI del Hospital Pediátrico Pereira Rossell, intubado y con ventilación, informó el director del centro de salud, Álvaro Galiana.
"Es un hora a hora. Un niño en CTI, intubado, ventilado, es un hora a hora, día a día", señaló en diálogo con Subrayado el pediatra.
Agregó que la situación de gravedad es "muy importante" debido al "área de superficie corporal que tiene involucrada y su compromiso en la vía aérea".
Sin embargo, Galiana destacó que "en la medida que no ha empeorado ni tenido complicaciones que agraven su situación" el panorama es "relativamente mejor".
"No han progresado las complicaciones más graves del inicio, como el compromiso renal, hepático o neurológico", sostuvo el médico.
De esta manera, detalló que el niño ya fue ingresado en el block quirúrgico para que los cirujanos plásticos puedan ir "haciendo los tratamientos iniciales de sus heridas y quemaduras externas".
"Cada rato que pasa y que no ha empeorado es una buena noticia", resumió Galiana.
El incendio se dio el pasado domingo en una casa de la zona rural de Río Negro, donde estaba el niño junto a su madre.
La mujer inició un incendio y sujetó consigo al niño, que logró zafarse y correr a casa de unos vecinos para pedir ayuda.
Relató a los vecinos que su madre lo había querido "matar" y "prender fuego".