Dirigentes nacionalistas harán una campaña “capilar” destacando la obra pública de la administración de Luis Lacalle Pou
A Luis Lacalle Pou le gusta participar en las inauguraciones. Cortar las cintas, sacarse selfies y estar en los pueblos que cinco años antes visitó pidiendo el voto y prometiendo obras.
Es casi un ritual que tiene y que lo lleva a estar buena parte de la semana en distintos puntos del interior del país. No condiciona su participación al tamaño de la inversión que hizo el gobierno sino a la “necesidad y utilidad” de la infraestructura desarrollada.
Las obras y su cercanía con la gente se han transformado en uno de los principales activos de su popularidad y la evaluación de su gestión pasó a ser un asunto central de la campaña electoral a tal punto que Álvaro Delgado llevó como eslogan la “reelección de un buen gobierno”.
“Aunque no participe, el presidente siempre está”, suelen repetir los dirigentes del Partido Nacional. Aluden a su imagen positiva –tiene un saldo de +19, según Equipos– como un elemento clave para ganar las elecciones y señalan que su intenso raid de inauguraciones de los últimos meses volcará la balanza a su favor para un balotaje contra Yamandú Orsi que se definirá por un puñado de votos.
El presidente estuvo el jueves en Rocha y el viernes en Colonia y San José. Antes había estado en Montevideo y Maldonado. “Nos jugamos mucho”, dijo en Lascano y enseguida repitió que no podía hacer “política partidaria”. La jornada anterior, en rueda de prensa, había planteado que los proyectos que estaban en discusión no eran “lo mismo”. “No voy a dar opinión al respecto de cuál es mejor o cuál… aparte ya saben qué es lo que pienso”, sentenció.
La cantidad de obras en el interior era mencionada por integrantes de la mesa chica de Delgado antes de las elecciones como un activo que podía estar pasando por debajo del radar de las encuestas. Eran días en que discutían con las consultoras porque le daban al Partido Nacional una intención de voto bastante más baja de la que finalmente obtuvieron.
Convencidos que lo hecho puede transformarse en votos, con el escrutinio terminado, algunos senadores y diputados blancos comenzaron a desmenuzar el mapa para ver en qué pueblos votaron mal pese a que el gobierno destinó importantes recursos.
La idea es volver a ir a esos lugares para enfatizar que administraron correctamente y que lo recaudado se tradujo en obras pedidas por los vecinos.
Uno de los lugares que miran con más atención es Durazno, un departamento en el que “todo lo que estaba para conectar se conectó”, al decir de Sebastián Da Silva.
El senador, uno de los principales de la lista 40, aludió en una entrevista en En Perspectiva a un trabajo publicado por El Observador que detallaba cómo había cambiado la votación entre 2019 y 2024 en las localidades del interior.
En este departamento, el gobierno hizo una de sus obras emblemáticas: invirtió US$ 30 millones en la reconstrucción de 82 kilómetros de la ruta 6 para darle utilidad al “puente del 329” que conecta Durazno con Tacuarembó a través del río Negro.
Pese a esto el Frente Amplio votó mejor que el Partido Nacional por primera vez en su historia. Los blancos perdieron 1,2% respecto a 2019 mientras que la izquierda tuvo un aumento de poco más de 7%.
“Se hicieron seis puentes, el departamento se hizo todo nuevo. Hay que hacer un análisis fino, pero los crecimientos más sorpresivos del FA obedecen al desgaste de realidades departamentales porque no tiene sentido que hayamos perdido”, dijo.
Una de las localidades que más cayó fue Carlos Reyles (-8,7%). La aplicación UyMap, desarrollada a pedido de Lacalle Pou para que los ciudadanos “puedan ver qué se hizo con su dinero”, da cuenta de cuatro obras en el pueblo: el nuevo edificio de la escuela agraria, un cajero automático, un punto de carga para autos eléctricos y la extensión (aún no ejecutada) del 30% al 58% del saneamiento.
En esta campaña, la importancia que le dan los blancos a las obras que hizo el gobierno se observa desde los tiempos de la interna, cuando Tomás Casaretto –uno de los asesores de Delgado– le preparaba memorándums de información con la gestión de la administración en el territorio que luego el candidato usaba en sus discursos.
Delgado iba a los pueblos y señalaba los que estaban terminados, los que estaban en ejecución y los que iban a comenzar, siempre destacando que su tarea como secretario de la Presidencia consistía en seguir los grandes proyectos para evitar retrasos.
Esos documentos, que se nutren de UyMap pero también de otras fuentes, continúan siendo utilizados, incluso por los legisladores nacionalistas en la gira que están haciendo por todo el interior. La senadora Graciela Bianchi –una de las que participa de forma activa– los viene publicando en su cuenta de Twitter bajo el mensaje de “realizaciones del gobierno”.
Tras esta primera gira por las capitales, los legisladores blancos se dividirán y comenzarán a hacer segundas ciudades y pueblos pequeños de forma de recorrer “capilarmente” todo el país. Quien ya arrancó en esa línea es el senador Sergio Botana, que está recorriendo los 125 municipios que tiene Uruguay.
Desde hace años, el gobierno viene señalando que ejecutó el “mayor plan de obras” de la historia y por estos días el Ministerio de Transporte está pautando publicidad en radio y televisión con este concepto como central.
Así como la 6 era una de las obsesiones de Lacalle Pou, porque siempre que recorría los pueblos le hablaban de “la ruta”, el puente que une Cebollatí (Rocha) con La Charqueada (Treinta y Tres) era otra.
Los blancos aumentaron 8% su votación en La Charqueada aunque cayeron 1% en Cebollatí. Un cajero, una antena de 5G, un telepluviómetro y nuevas casas de Mevir son algunas de las obras del período.
Tres pueblos con importantes caídas en la votación (superiores al 10%) fueron Algorta y Grecco en Río Negro y Santa Catalina en Soriano. La app de UyMap muestra que recibieron pocas obras. La primera de las localidades tuvo un centro de cercanía en 2021, una ambulancia y cuatro casas de Mevir (una nueva), mientras que en la segunda no hubo nada. En Santa Catalina, a su vez, se hicieron reformas en el club local que data de 1940.
Un departamento al que la administración de Lacalle Pou le prestó particular atención es Cerro Largo con otro proyecto importante que se arrastra desde hace años: la construcción junto a Brasil del nuevo puente sobre el río Yaguarón.
En el departamento los blancos crecieron cuatro puntos. Río Branco y Laguna Merín fueron dos de las zonas donde más crecieron (casi veinte puntos porcentuales cada una). Ambas tuvieron numerosas inversiones: fibra óptica, saneamiento, mejoras en el hospital, escuela, CAIF y realojos.
Pero así como crecieron en Cerro Largo, los nacionalistas cayeron en Tacuarembó y quedaron por detrás del Frente Amplio, que incluso ganó en Curtina. A esta localidad viajó en marzo de este año Lacalle Pou para participar de la inauguración del nuevo liceo. También se construyeron casas de Mevir y ASSE recibió una ambulancia. Los blancos bajaron 12 puntos en el pueblo.
El pueblo, al que se accede por la 5 –una de las rutas intervenidas por el gobierno– tuvo también mejoras en su caminería con puentes y caminos, señala UyMap.
A unos 100 kilómetros, en Villa Ansina los nacionalistas también cayeron de forma importante (siete puntos) aunque continúan siendo mayoría. El pueblo fue uno de los elegidos para el saneamiento en 61 localidades y recibió casas de Mevir.