La suba de las temperaturas y la cantidad de gente que se fue a veranear a los balnearios de la Costa de Oro dispararon el consumo de agua potable de la zona metropolitana.
La OSE registró un incremento de 75 mil metros cúbicos en menos de quince días y el jueves –el último día del que hay datos– se produjo el pico de consumo: los medidores de la empresa pública registraron que salieron 631 mil metros cúbicos de Aguas Corrientes.
El aumento del consumo y la falta de lluvias del último tiempo llevaron a que OSE empezara el sábado 11 a usar las reservas de las represas de Canelón Grande y Paso Severino porque los aportes del río Santa Lucía no resultaban suficientes para abastecer toda la demanda de la planta.
“Ante el incremento de consumo, se buscó mantener el caudal y que el río no se corte”, explicó Guillermo Dati, secretario del directorio de OSE a El Observador.
Dati detalló que el río está aportando unos 50 mil metros cúbicos por lo que la mayoría del abastecimiento se está dando mediante el bombeo de unos 400 mil metros cúbicos desde aguas abajo de Aguas Corrientes.
El resto del consumo se compone de la utilización de las reservas de las represas, principalmente Canelón Grande, porque la intención es “tocar lo mínimo posible” Paso Severino. Este último embalse tenía este jueves 63,5 millones de metros cúbicos de reservas (le faltaban 3,5 millones para llenarse).
En la empresa pública señalan que una “enseñanza” que dejó la sequía anterior fue que deben “abrir Paso Severino lo más tarde posible”. Y grafican el aprendizaje señalando que ahora empezaron a usar las reservas el 11 de enero mientras que cuando ocurrió la crisis lo habían hecho dos meses antes.
La hora del San José
Ante el bajo caudal del Santa Lucía, y previendo que los meteorólogos pronostican pocas lluvias para los próximos meses, las autoridades de la empresa pública resolvieron comenzar las gestiones para reactivar el trasvase desde el río San José.
“Estamos en los actos preparatorios. Estimo que será necesario poner en marcha a la brevedad el trasvase”, señaló el gerente general de OSE, Arturo Castagnino.
La obra fue construida en 2023 durante la emergencia por la sequía. Consiste en un bombeo de agua dulce mediante tuberías desde Paso Valdez (San José) hasta el lago de la planta de Aguas Corrientes. Cuando se inauguró, la obra era más chica y las tuberías iban hasta Belastiquí.
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Así funciona parte del trasvase
Leonardo Carreño
El trasvase tiene una capacidad de bombear 200 mil metros cúbicos por día aunque en primera instancia la cantidad de agua que enviará será menor.
Castagnino dijo que el diseño del proyecto ejecutivo para instalar la toma definitiva en Paso Valdez está en su “etapa final”. “Una vez que esté se procederá, por medio de licitación pública, a su construcción”, agregó y valoró que la obra dotará al sistema de una “mayor flexibilidad operativa y seguridad”.
¿Lloverá?
Para tomar decisiones, OSE suele utilizar pronósticos específicos realizados por sus técnicos así como materiales que comparten varios organismos del Estado. Algunos se intercambian en las reuniones periódicas del Grupo de Monitoreo de la Situación Hídrica que coordina el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae).
El último encuentro fue realizado el martes 14. Allí instituciones como Inumet y Dinagua expresaron que a nivel nacional el país está atravesando una “escasez de lluvias”, que hay “mucha absorción en los suelos”, y falta de reposición de los acuíferos (por la sequía anterior), pero no se está frente a un “escenario de próxima sequía”.
“Se sigue de cerca la situación de la cuenca del río Santa Lucía dada la escasez de agua que está presentando”, transmitieron.
Respecto al trimestre enero-febrero-marzo, Inumet señaló que espera que haya lluvias “por debajo de lo normal” en la cuenca.
A su vez, el boletín hidrológico de Dinagua, divulgado el lunes 13, señala que durante diciembre la cuenca del Santa Lucía tuvo precipitaciones entre 75 y 102 milímetros con anomalías que varían entre -7% y 15% respecto al promedio histórico. La variabilidad indica que algunas áreas de la cuenca registraron lluvias por debajo de lo normal.
Respecto a la subcuenca del Santa Lucía –la que abastece a Paso Severino– el reporte menciona que hubo una “consecutiva disminución de la disponibilidad hídrica” y que ahora está en “condiciones inferiores a lo normal”. El trabajo dice que la escorrentía en la cuenca fue muy baja en los últimos meses con valores que rondaron el -90% respecto al promedio histórico.