Los incidentes violentos entre hinchas en el partido de Peñarol y Cerro en el estadio Campeón del Siglo llevaron al gobierno de Yamandú Orsi a tomar medidas de urgencia de cara a las siguientes fechas del fútbol uruguayo. Una de ellas fue la destitución del director de Seguridad en el Deporte, Álvaro García, un cargo del Ministerio del Interior creado en la anterior administración.
El ministro del Interior, Carlos Negro, sostuvo este lunes en conferencia de prensa que buscan darle una "nueva impronta" a esa posición y fomentar que tenga "una doble condición en cuanto a la función investigativa y la función operativa". Una de las razones claves para la decisión del gobierno fue que García no estuvo presente en el estadio a pesar de que era "un partido de riesgo", aseguraron fuentes del Ejecutivo a El Observador.
En el gobierno interpretan que en la interna se conocía al ahora exjerarca como un "jefe de escritorio". Fue por eso que el ministro Negro, que esta tarde estará en la comisión especial de seguridad y convivencia del Senado, afirmó que buscan un nuevo "perfil" para el futuro director.
"Creemos que debe tener los dos aspectos para que en el momento en que se desarrolla el espectáculo, el momento en que suceden algunos incidentes, muchos que son difíciles de prever, esa dirección tenga la capacidad operativa para reaccionar fuerte y eficazmente en el momento", sostuvo Negro durante la conferencia de prensa.
El exministro Nicolás Martinelli, en cambio, fue uno de los principales críticos de la resolución tomada por el gobierno frenteamplista y respaldó el trabajo del exdirector de Seguridad en el Deporte. "Es un gesto injusto y una mala decisión política que pretende utilizarlo como chivo expiatorio de una conducción deficiente", escribió en sus redes sociales. "Su separación del cargo no obedece a fallas de gestión, sino a una necesidad política de encubrir errores de conducción ministerial", agregó.
Pese a que en un inicio el diputado cabildante Álvaro Perrone escribió en sus redes que la salida del ministro era "para explicar que no pueden controlar 100 energúmenos potenciales homicidas", este martes recogió el dato de que García no había estado en el estadio durante el partido, y que por tanto había sido "bien destituido".
El presidente Orsi declaró este martes que “evidentemente hubo cosas que fallaron" ese día. "Pero hay un tema de fondo que es el de las barras y cómo funciona. Me llama la atención que alguno se sorprenda y dice hace tiempo que no pasa nada. Todos sabemos lo que hay atrás. Es que hay que hincar el diente”, añadió en referencia a las críticas lanzadas por el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, Ignacio Alonso.
“Veníamos de 700 partidos contando todas las divisionales sin tener problemas de esta naturaleza. Hay que trabajar hacia adelante para que no vuelva a pasar”, había dicho Alonso más temprano en declaraciones a Espectador Deportes.
El titular de la AUF también arremetió contra el hecho de que la organización no acceda a los videos de las cámaras de vigilancia. “Lamentablemente lo que no tenemos nosotros, y esto lo digo públicamente porque lo he conversado con las autoridades, no solamente de esta administración sino también de la anterior, es que nosotros tenemos que acceder a las imágenes que surgen de las cámaras. No puede ser que nosotros tengamos pagas (las cámaras), hayamos hecho la inversión millonaria que hicimos y hasta ahora no podamos tener acceso a las imágenes”.