La directora de Ambiente de la Intendencia de Maldonado, Bethy Molina, dijo este martes a FM Gente que la pista de picadas finalmente no se construirá en el lugar que estaba previsto, donde fuera la zona del humedal del arroyo Maldonado.
El lugar elegido había generado una gran polémica entre los vecinos de la zona. Luego de que el intendente de Maldonado, Enrique Antía, hiciera el anuncio, se organizó un grupo de vecinos bajo el nombre de “Agrupación Vecinal por el arroyo Maldonado”.
Según decía la agrupación, la pista de picadas se construiría sobre el humedal del arroyo Maldonado, “una reserva natural”. Tanto los vecinos como ediles del Frente Amplio denunciaban el impacto ambiental que generaría esta intervención.
El director general de Gestión Ambiental, Jorge Píriz, había negado estas acusaciones y aseguró que las tareas se estaban llevando a cabo en una zona previamente impactada que funcionó como antiguo vertedero de relleno sanitario de Maldonado, donde se construyeron piletas de decantación y justamente se buscaba rellenar esas piletas con los escombros del viejo asentamiento Kennedy, que fue totalmente demolido en octubre pasado.
Brandon Motta, responsable del proyecto, también se pronunció al respecto. En una entrevista con FM Gente dijo que la pista generaría un turismo muy deseado ya que también sería utilizada para otros fines como por ejemplo, para poder estacionar motorhomes, que en Maldonado no tienen lugar para ello.
Luego de un tiempo, Motta volvió a hablar con dicha emisora y dijo que “debería de verse la posibilidad de cambiar el lugar”. Señaló que es una pista “ansiada desde hace más de 15 años por una gran parte de la comunidad”, sin embargo, reconoció que podría afectar a vecinos o “bienes ambientales”.